Moda

Maison Martin Margiela Otoño Invierno 2014/15

Suzy Menkes  Con un toque de exotismo en los tejidos y notas de erotismo en relevadores paneles de patchwork, una excepcional colección de Maison Martin Margiela sacó de las sombras al diseñador Matthieu Blazy.
Es muy raro que en la moda se produzca un momento del tipo “ha nacido una estrella”. Pero mientras Raf Simons, el antiguo jefe de este joven diseñador, abrazaba a su protegido en el backstage, quedaba claro que el momento de Blazy finalmente ha llegado.
Esto es en parte gracias al concepto original de lo artesano por parte de Margiela, uniendo retales al azar con piezas vintage, que hoy resultan tremendamente acertadas. Pero también por la manera en que su actual diseñador tomó un bordado histórico, comprado en una subasta, y consiguió convertirlo tanto en un sencillo envoltorio corporal como en un estratégico patchwork complementario de otros tejidos.
“Era de Paul Poiret”, comentaba Blazy, de 30 años, explicando cómo un abrigo inspirado en el período de Regencia británica, procedente una olección de fiesta temática sobre Asia firmada por Poiret en 1911, fue reutilizado por los exquisitosateliers de Margiela y mostrado con una falda decorada con monedas.
Suena complejo, pero el tremendo talento utilizado en las 16 horas que llevó terminar ese único look, como rezaban las pesadas notas de prensa, tuvo su resultado en el cuerpo femenino. Parecía tan sencillo… El desfile tuvo incluso un momento naïf y encantador, cuando un globo de helio que encerraba la frase I love you apareció en un corpiño con forma de corazón.
El comienzo fue muy ‘Margiela’: una camisa blanca, con decoración en dorado (que de hecho procedía de la joyería vintage de los años 40, Line Vautrin), y las botas blancas que llevaban las modelos.
Pero el entretejido de las telas, en ocasiones dejando pequeños espacios para mostrar la piel a través de material transparente, le dio una completa nueva dimensión. Un enorme abrigo camel, hecho con parches de diferentes tonalidades, era otro ejemplo de lo ordinario hecho excepcional.
Algunas prendas bebían de un exotismo oriental. Mientras que un vestido con bordados de lirios, inspirado en el cuadro de Vincent Van Gogh, era simplemente encantador.
Es comprensible que Renzo Rosso, cuya compañía Only The Brave está detrás de la firma, quisiera abrazar a Blazy en el backstage. Especialmente desde que el diseñador fundador raramente quisiera enseñar su rostro en su día. Pero no puedes mantener a un talento de tal magnitud escondido entre envoltorios.


Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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