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¿Qué podemos hacer para evitar la crisis ambiental?

En el marco de la campaña #UnaSolaTierra por el Día Mundial del Medioambiente a nivel global, algunas reflexiones desde la ONG Million Dollar Vegan.

 

Sin un cambio individual, no hay cambio colectivo y hoy más que nunca esa premisa es necesaria para comprender que la única manera de frenar la alarmante situación climática es transicionando a paradigmas de consumo más sustentables.

 

Según reveló la ONU, el 67% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) están asociadas a los hábitos de consumo de las personas. La actividad humana, además, es responsable en gran parte del agotamiento de recursos naturales, la destrucción de hábitats y la contaminación del suelo, fuentes de agua y la atmósfera. Y en concreto, la ganadería industrial (carne y productos lácteos) es una de las principales actividades que más emisiones de GEI genera, tal como afirman desde GreenPeace en su informe «Menos es más«. Nunca fue tan urgente repensar qué ponemos en los platos.

 

«El actual modelo de producción alimentaria mundial afecta a quienes producen y consumen los alimentos, a las comunidades indígenas, a los animales y al medioambiente. Por estos motivos, nuestra organización intenta educar sobre los riesgos que surgen como consecuencia de la producción de alimentos de origen animal. Consideramos de suma urgencia que los gobiernos actúen para mitigar los irreversibles efectos de la actual crisis climática, poniendo en marcha un cambio en el sistema agroindustrial», explica Jacqueline Guzmán, gerenta de Campañas de Million Dollar Vegan en Argentina, organización internacional sin fines de lucro que busca presentar los beneficios de una alimentación a base de plantas para la salud, el medioambiente, la sustentabilidad y los animales.

 

Los estudios muestran que un giro hacia comportamientos sostenibles reduciría nuestras emisiones entre un 40 y un 70% para el 2050. Pero, ¿cómo hacerlo? En ese sentido, desde Million Dollar Vegan comparten 3 iniciativas para adoptar que ayudan -y mucho- al planeta.

 

Elegir una alimentación que excluya productos de origen animal. No hay alimentos más respetuosos con el planeta que los de origen vegetal. Comer una porción de carne de vaca de 75 gramos (hamburguesa) dos veces a la semana equivale a conducir un auto/coche 2.500 kilómetros durante un año. El tofu equivale a 51 kilómetros y los frutos secos equivalen a 5 kilómetros. ¿Y por qué es tan importante para garantizar el cuidado del agua? Es simple: 170 gramos de carne de vaca requieren más de 2200 litros de agua para su producción.

 

Reciclar, reciclar y reciclar. Una bolsa de plástico tarda entre 10 y 100 años en degradarse y los plásticos duros aún más. Una lata de aluminio puede tardar hasta 200 años. Si no reciclamos, permitimos que se filtren distintas sustancias químicas nocivas para la salud y el planeta, las faunas se vean en peligro y prolongamos la extracción de petróleo del suelo, generando más carbono capturado que luego liberamos a la atmósfera.

 

Ahorrar energía. Reducir la demanda colabora a que se queme menos combustibles fósiles. Sencillamente elegir productos de bajo consumo cada vez que podamos hasta que logremos sistemas energéticos 100% renovables, es darle un respiro a la naturaleza.

 

La cruzada contra el cambio climático es un gran desafío y puede parecer inabarcable pero contribuyendo colectivamente desde la vida cotidiana se vuelve una batalla posible.

Para más información ingresá en www.milliondollarvegan.com/es



Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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