Salud

Hipoacusia en los niños: Qué rol cumple la rehabilitación

En los últimos años comenzó a hablarse en voz alta de temas que solo parecían ocurrir “puertas adentro” pero que, sin embargo, tenían consecuencias visibles en muchísimos niños y niñas. Nutrición deficiente y sobre-exposición a pantallas son algunos de los ejes que comenzaron a visibilizarse de manera sistémica y colectiva. En una época de exposición constante a sonidos fuertes, es momento de incluir a la hipoacusia en el centro de los debates sobre la salud en la infancia.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 360 millones de personas sufren pérdida auditiva de moderada a severa. De esa totalidad, una porción significativa son chicos y adolescentes, quienes, a diferencia de los adultos, muchas veces no pueden verbalizar lo que les sucede y es por ello que los mayores – padres, tutores, docentes – deben tener las herramientas para ser capaces de leer las señales de alerta.

MED-EL, compañía internacional que desarrolla soluciones auditivas, destaca algunas actitudes a tener en cuenta en los niños más pequeños. La alerta puede detectarse cuando un niño, durante los 6 primeros meses:

  • no emite respuesta al sonido como por ejemplo un parpadeo, levantar las cejas, detener el movimiento o la succión en caso de estar alimentándose, o no se despierta o sobresalta ante sonidos fuertes.
  • no se tranquiliza al escuchar la voz de la mamá.
  • no emite sonidos para llamar la atención.
  • no presta atención a sonidos familiares.

“Debemos saber que audición y lenguaje están íntimamente relacionados, por lo que las dificultades auditivas van a influir directamente en el desarrollo de las habilidades de la comunicación. Lamentablemente en la actualidad se siguen detectando casos de manera tardía, y por ese motivo, es muy importante tener en cuenta estos signos de alerta”, describe Romina Piccione, Directora en Rehabilitación de MED-EL Latinoamérica.

Así como el diagnóstico temprano es esencial, lo es de igual manera la rehabilitación. Para ello, existen actividades lúdicas para realizar junto a los niños, como juegos de mesa, el aprendizaje de un instrumento musical y ejercicios para fortalecer la memoria auditiva y compartir propuestas con énfasis acústicos. La rehabilitación es central para el desarrollo del lenguaje, y toma aún más protagonismo en los niños más pequeños.

Teniendo en cuenta las habilidades que los niños necesitan a partir del preescolar como escuchar a la maestra o al maestro, tomar nota, copiar del pizarrón o hacer un trabajo en grupo parezcan acciones cotidianas, lo cierto es que todas ellas requieren la plena funcionalidad de los sentidos y, así como es común descubrir que alumnos diagnosticados con un problema de atención en realidad tenían dificultades en la visión, lo mismo sucede con la audición.

Según la Lic. Piccione de MED-EL, los principales signos que deberían llamar la atención a los maestros o familiares son:

  • cuando no responde ante un llamado o no cumple una consigna de manera adecuada
  • si presenta problemas para reconocer de dónde viene un sonido
  • cuando frecuentemente requiere que le repitan una indicación
  • si no cumple con las reglas o las malinterpreta
  • cuando ante una instrucción clara imita a sus compañeros

Ante cualquiera de estos comportamientos se sugiere la consulta con un médico otorrinolaringólogo.

La sociabilidad también puede ser una señal de alarma

A veces son los propios compañeros quienes primero identifican que un niño tiene alguna dificultad auditiva, pero al no poder interpretar esta situación, en ocasiones tienden a burlarse o a apartarlo. Frente a esta situación, es fundamental que padres y docentes identifiquen la raíz del problema para avanzar en una pronta solución, incluyendo un tratamiento de rehabilitación temprana.

¿Y qué hacemos frente a un déficit auditivo consolidado? “Lo primero es arribar a un diagnóstico preciso, es por ello que la consulta con un otorrino y audióloga es fundamental y debe ser inmediata en niños con algún signo de preocupación”, explica la Lic. Piccione.

Si un chico ingresa a la etapa escolar con un diagnóstico de hipoacusia previo, y tiene audífonos o bien un implante coclear, el conocimiento por parte de los docentes resulta vital para un correcto abordaje dentro del aula, tanto como para la consolidación de un entorno más saludable.

En cuanto al ámbito escolar, los docentes y personal deben lograr un acceso adecuado para los niños con hipoacusia, lo cual favorece su desarrollo desde todas las áreas:

  • buscar el lugar adecuado para el niño dentro del aula
  • buscar un ambiente acústico favorable, eliminando ruidos externos y otros que compitan con la voz dentro de las principales intervenciones
  • saber manejar el dispositivo del niño, ya sea audífono o implante coclear

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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