Salud

Vacaciones en familia… ¡A jugar se ha dicho! Por el Dr. Diego Montes de Oca

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Por el Dr. Diego Montes de Oca, Pediatra (MN 84881)

 

Llegaron las vacaciones de invierno, chicos y grandes nos merecemos unos días de descanso para renovar energías y encarar la segunda mitad del año con más fuerzas.

 

Para muchos padres las vacaciones de invierno se vuelven interminables y agotadoras. Los chicos demandan, exigen, piden y siempre es insuficiente. Por eso, aquí una serie de consejos para sobrellevar de la mejor manera los 15 días que tenemos por delante.

 

Los padres debemos aprovechar este receso para estar con los chicos, dedicarles todo el tiempo que necesiten y demanden ya que durante el año, ya sea por nuestras ocupaciones o porque ellos están en el colegio o en el jardín, no lo hacemos.

 

No es necesario armar mil programas: teatro, cine, juegos, circo, reuniones, entre otras. Si vamos a optar por este ritmo, seguramente terminemos todos estresados. La propuesta es dedicarles tiempo a ellos, a jugar, charlar y divertirse en familia. Y aunque esto parezca zonzo, no lo es. Divertirse con los chicos es clave para un crecimiento sano, reírnos juntos es un tratamiento indispensable para que ellos sean felices.

 

Si bien los aparatos electrónicos son una herramienta cotidiana, la invitación es jugar armando torres, hacer una orquesta con cacerolas, jugar con cucharas, armar rasti, jugar al yoyo y por qué no, tirarse al piso a pintar un librito. ¡Los padres más grandes pueden recordar estos juegos ya que no existían las tabletas ni los celulares con conexión a internet años atrás!

 

Los chicos necesitan crecer con nuestra interacción, sentirse mirados por los padres, quieren que los observemos e interactuemos con ellos. No es aconsejable ningún dispositivo electrónico por lo menos hasta los 2 o 3 años. Los aparatos tecnológicos no interactúan con ellos, son programas predeterminados sin interacción real, sin un gesto de amor.

 

Cabe destacar que al estar las 24 horas del día con los chicos, vamos a tener que poner límites más seguido y eso no nos debe asustar, caso contrario será muy difícil sobrellevar los días de descanso. Justamente los limites ayudan a los chicos a aprender el valor del NO, del “no se puede eso”, “hasta acá llegas” y aseguro que eso les hace bien. Deben entender que pueden ser felices más allá de no tener todo lo que desean en el momento en que lo quieran.

 

Como conclusión, hay que disfrutar de los momentos con los chicos, si bien es difícil y en el día a día se complica más, los padres tenemos que ser creativos, jugar a los juegos de mesa: cartas, memotest y mirarlos, elogiarlos, abrazarlos. Con todas estas actitudes y acciones, el disfrute será mayor y ver crecer a los chicos rodeados de amor, es la felicidad plena que todos los padres queremos tener. Simplemente hay que poner manos a la obra.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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