Aumentan los hogares con perros pequeños

Sabemos que cada época encarna sus propias tendencias en la moda, la música, la gastronomía, la cultura y el mundo animal no escapa de esos cambios. Durante las últimas tres décadas la población de perros ha variado notablemente; si en los años ‘80 era común sacar a pasear un collie, bóxer, dálmata, dobermán o labrador, razas grandes e imponentes en su elegancia, hoy los parques y plazas se ven colmados de yorkshires, poodles, bulldogs franceses, jack russells o caniches toy, simpáticos perros pequeños que acompañan a sus dueños a sol y sombra.

Todo fenómeno tiene su correlato sociológico y la generación de millennials encabeza esta nueva tendencia: como por lo general cuentan con menos espacio y un deseo de tener mayor movilidad, están optando por mascotas más pequeñas para que se adecuen a sus estilos de vida . Y si consideramos la población total de mascotas en Latinoamérica – 155MM en 2016 – el 59% cumplen estas características (perros pequeños)[1].

Por ello, y para poder cuidarlos lo mejor posible, es importante conocer más acerca de sus características y necesidades nutricionales.

Se puede considerar perro pequeño al que pesa 10 kg. promedio siendo adulto. Suelen adaptarse muy bien a los diferentes tipos de tamaños de viviendas; son muy juguetones y disfrutan de la compañía de los niños. Por su tamaño, es muy común que los lleven a todos lados, son más fáciles de pasear, sus heces son más pequeñas, suelen necesitar menos espacio y consumen menos cantidad de alimento.

Además de las diferencias físicas, lo que los distingue de los perros de razas grandes es que envejecen de forma diferente: cuentan con un período más corto como cachorro (de 9 a 10 meses vs de 15 a 24), uno más largo como adulto (de 9/10 meses a 9/12 años vs De15/24 meses a 7 años) y uno aún más largo como senior (de 9/12 a +15 vs de 7 a 12/15).

Los perros de raza pequeña tienen requerimientos nutricionales específicos como, por ejemplo, un mayor porcentaje de proteínas y grasas.  Una de las razones por las cuales requieren de un mayor aporte de energía es que cuentan con tasas basales metabólicas más altas, es decir, como su organismo consume la energía disponible a mayor velocidad, necesitan mayor cantidad de calorías por kilo de peso vivo.

Además suelen ser más activos – gastan casi un 60% más – por ende su requerimiento energético es mayor. Lo ideal es que se los alimente con croquetas más pequeñas, con mayor nivel de proteína y grasas; de este modo, se garantiza que sus músculos estén fuertes y que mantengan una vida saludable.

Al ser el corazón un músculo necesita de proteínas para su buen funcionamiento. Por eso es importante una alimentación que aporte niveles de  metionina y taurina adecuados para mantenerlo siempre sano[2], debido a que  son aminoácidos clave para la vida. Más de 20 aminoácidos unidos forman una proteína que es esencial para las funciones básicas del organismo (energéticas, de transporte, enzimática, etc). La metionina es un aminoácido esencial, por lo tanto consumirla es de vital importancia.

La taurina se encuentra a lo largo de todo el cuerpo, pero sus concentraciones son mayores en determinados lugares como el músculo del corazón, el cerebro y la retina del ojo. Algunas razas pequeñas de perros tienen una predisposición más alta de sufrir enfermedades asociadas a la deficiencia de taurina, por eso también es importante que forme parte de  su alimentación balanceada.