Nutrigenética y fertilidad: cómo una dieta personalizada puede aumentar las posibilidades de embarazo
Cuidar la nutrición es fundamental en todas las etapas de la vida, pero muy especialmente cuando se afronta la posibilidad de lograr un embarazo. La fertilidad y la alimentación mantienen una estrecha relación, ya que los buenos hábitos alimentarios pueden aumentar un 60% las probabilidades de lograr un embarazo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación suficiente y de calidad ejerce una influencia importante sobre la fertilidad. Hoy en día se reconoce ampliamente que los hábitos alimentarios juegan un papel crucial en la capacidad reproductiva tanto masculina como femenina.
Según la OMS, aproximadamente el 17,5% de la población adulta experimenta dificultades para concebir después de un año de relaciones sexuales sin protección. En Argentina, estas estadísticas no son menos significativas, la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR) estima que entre el 15% y el 20% de la población enfrenta problemas de fertilidad.
“Son muchos los factores que pueden afectar la fisiología reproductiva, como la celiaquía, el estado nutricional de la paciente, el sobrepeso o bajo peso, el déficit de nutrientes específicos, la composición corporal, la inflamación crónica y el aumento de estrés oxidativo”, advierte Fedra Defendente, nutricionista líder del Área de Nutrición de Procrearte, una institución con más de 20 años de experiencia en medicina reproductiva en Argentina.
Defendente, quien también es especialista en Patologías Digestivas y Modulación Funcional de la Microbiota Intestinal y tiene experiencia en el tratamiento nutricional de patologías metabólicas y digestivas, afirma: «El sobrepeso y la obesidad, cuya prevalencia en la sociedad moderna es muy elevada, aumentan las dificultades de fecundidad natural y asistida”. Y agrega: “Afectan la ovulación, la maduración del ovocito, el desarrollo del endometrio, la receptividad uterina, la implantación, la calidad del embrión y la probabilidad de aborto”.
Nutrientes esenciales para la fertilidad
Según la especialista, diversos nutrientes son, en cambio, fundamentales para la fertilidad y el embarazo. Ella misma enumera algunos de los más importantes:
· Ácido Fólico: Vital para la producción y el mantenimiento de nuevas células, el ácido fólico es esencial para la fertilidad y el desarrollo temprano del embrión. Se recomienda que las mujeres en edad reproductiva tomen al menos 400 mcg al día para prevenir defectos del tubo neural. · Vitamina D: La vitamina D es crucial para la salud ósea y la función inmunológica. La deficiencia de vitamina D se ha asociado con infertilidad tanto en hombres como en mujeres. · Ácidos Grasos Omega-3: Estos ácidos grasos son esenciales para el desarrollo cerebral del feto y para reducir la inflamación en el cuerpo, lo cual es beneficioso para la fertilidad. · Hierro: El hierro es fundamental para prevenir la anemia, que puede afectar la ovulación y la salud general del embarazo. Las mujeres deben asegurarse de tener niveles adecuados de hierro antes y durante el embarazo. · Antioxidantes: Nutrientes como las vitaminas C y E, el selenio y el zinc ayudan a combatir el estrés oxidativo, que puede dañar las células reproductivas y afectar la fertilidad. · Proteínas de Alta Calidad: Consumir proteínas de alta calidad, especialmente de fuentes vegetales, puede mejorar la fertilidad. Las legumbres, los frutos secos y las semillas son excelentes fuentes de proteínas saludables.
Dieta antiinflamatoria, clave
Defendente también subraya, en particular, que una dieta basada en el consumo diario de alimentos proinflamatorios favorece el desarrollo de enfermedades crónicas. «Hoy en día estamos expuestos a muchos factores que sin darnos cuenta tienden a inflamarnos internamente (tengamos o no tengamos síntomas)”.
Según Defendente la inflamación “es un mecanismo de defensa natural que tiene nuestro organismo. Es la respuesta de nuestro sistema inmunitario cuando detecta un agente patógeno, poniéndose en acción para eliminarlo. El problema aparece cuando se perpetúa en el tiempo y se hace crónico”.
“Por eso, es bueno empezar a analizar nuestra alimentación y nuestros hábitos para de a poco ir sumando cambios que nos conduzcan hacia una alimentación antiinflamatoria”, sugiere. Entre los beneficios de adherir a ese tipo de alimentación, se destaca que “no solo permite mantener un peso saludable, sino que también produce un normal funcionamiento y equilibrio entre las funciones de las células y los desechos provenientes del metabolismo celular, contribuyendo a tener una microbiota intestinal benéfica para nuestro organismo”, agrega.
Se puede cambiar
De todos los factores que inciden en la fertilidad, los vinculados a la alimentación tienen la ventaja de ser aquellos sobre los cuales cada persona tiene mayores chances de realizar modificaciones, por lo que la especialista pone énfasis en la importancia de seguir algunas pautas nutricionales antiinflamatorias:
· Reducir el consumo de carnes (principalmente carnes rojas) y lácteos. · Preferir alimentos con buen perfil de grasas, como pescados (atún, caballa, jurel),el aceite de oliva extra virgen, la palta, las aceitunas y los frutos secos, que por contener ácidos grasos mono y poliinsaturados poseen un efecto antioxidante y antiinflamatorio. · Mantener los niveles de glucosa estables. Para eso, se aconseja limitar o evitar el consumo de azúcares rápidos (bebidas azucaradas, golosinas, galletitas) y harinas refinadas. Los hidratos de carbono que se consuman deben proceder principalmente de legumbres, arroz integral, quínoa, verduras y frutas entre otros. · Las verduras deben consumirse preferentemente crudas «para tener un mayor aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes». También se aconseja el uso de especias como cúrcuma, canela y jengibre, entre otras, para condimentar las comidas o para hacer infusiones
Avances en medicina: nutrigenética y nutrigenómica
En este contexto de creciente conciencia sobre la influencia de la dieta en la fertilidad, la medicina moderna avanzó en forma notoria, ofreciendo nuevas herramientas para abordar estos desafíos. Entre ellas, las más novedosas provienen de los avances en nutrigenética y nutrigenómica, dos disciplinas emergentes que estudian la interacción entre los genes, la nutrición y la salud.
La nutrigenética es la disciplina que estudia la distinta respuesta fenotípica a la dieta en función del genotipo de cada individuo. Investiga las variantes genéticas que causan una determinada enfermedad y su riesgo, estudiando el genoma particular de un individuo o un grupo de individuos. A partir de los resultados, se determina el riesgo que tiene este individuo o grupo de padecer una determinada enfermedad. “Con la nutrigenética, se puede recomendar un tipo de dieta capaz de minimizar el riesgo de contraer una determinada enfermedad”, explica la especialista.
La nutrigenómica, también denominada genómica nutricional, es, por su parte, la parte de la ciencia que estudia la interacción de los alimentos con el genoma. Indaga de qué manera los nutrientes y otros componentes de los alimentos interaccionan o incluso modulan el material genético. Según Defendente “al interpretar el material genético, los distintos tipos de dietas podrían desembocar en distintos resultados, sin olvidar la variabilidad individual”.
La buena alimentación, beneficios para todas y todos
Estar bien alimentado es crucial, ya que las consecuencias de la desnutrición pueden ser devastadoras para la salud prenatal. Los hallazgos más conocidos en esta área provienen de un estudio de bebés concebidos durante el «invierno del hambre holandés» de 1944, una hambruna de ocho meses que ocurrió cuando los nazis cortaron el suministro de alimentos a los Países Bajos al final de la II Guerra Mundial. Las mujeres embarazadas ingerían solo 400 calorías por día, una fracción de la cantidad necesaria para un embarazo saludable.
Los bebés concebidos durante ese período enfrentaron una variedad de consecuencias adversas para la salud, que incluyeron ser más bajos y delgados que los bebés nacidos antes o después de ellos, y tener cabezas más pequeñas. De adultos, tenían tasas más altas de obesidad, diabetes y esquizofrenia, y tendían a morir más jóvenes.
Para aquellos que tienen acceso a suficientes alimentos, sigue siendo importante obtener la combinación adecuada de nutrientes. Si bien las discusiones sobre los alimentos beneficiosos se centran con frecuencia en la fertilidad femenina, ahora hay una mayor conciencia sobre cómo la dieta también puede afectar la fertilidad masculina.
Un estudio de 2015, citado por la BBC, encontró que en parejas que se sometieron a tratamientos de fertilización in vitro el consumo de carne en los hombres, y especialmente el tipo de carne que comían, afectaba el resultado, medido por las tasas de fertilización. Comer más aves tuvo un impacto positivo en las tasas de fertilización, mientras que comer carne procesada (como tocino y salchichas) tuvo un impacto negativo.
Los hombres que comían la menor cantidad de carnes procesadas, con un promedio de menos de 1,5 porciones a la semana, tenían un 82% de posibilidades de lograr un embarazo con su pareja, mientras que los hombres que comían la mayor cantidad de carnes procesadas, con un promedio de 4,3 porciones a la semana, tenían sólo un 54% de posibilidades.
Incluso después de la concepción, la dieta del padre puede afectar indirectamente al feto. Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Queensland en Australia demostró que lo que comen los padres tiene un efecto duradero en la salud futura de sus hijos por nacer.
El equipo analizó datos de la dieta de casi 200 parejas que recibieron atención prenatal en el hospital de maternidad más grande de Australia, el Hospital Maternal Mater, en Brisbane. El estudio encontró que la dieta de los hombres influyó fuertemente en la de las mujeres y eso, a su vez, afectó al bebé en desarrollo. Otros estudios sugieren que el peso del padre puede tener un efecto intergeneracional, afectando el peso del niño. Una dieta rica en plantas también puede ser beneficiosa.
Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en EE.UU., evaluaron las dietas de un grupo de 18.555 mujeres durante ocho años, mientras intentaban quedar embarazadas o cuando lo lograban.
Descubrieron que consumir proteínas de origen vegetal como las legumbres, en lugar de proteínas de origen animal como la carne roja, se asoció con un menor riesgo de infertilidad ovulatoria (50% menor o más).
Procrearte y nutrición óptima: test de nutrigenética, consulta nutricional y asesoría nutricional
Procrearte, con su enfoque integral en medicina reproductiva, ofrece variedad de estudios y tratamientos diseñados para optimizar la fertilidad a través de la nutrición personalizada. «Nuestro objetivo es proporcionar a nuestros pacientes no solo las mejores opciones de tratamiento, sino también las herramientas necesarias para mejorar su salud general a través de una nutrición adecuada y personalizada», añade Defendente. En Procrearte es clave el concepto nutrición óptima o fértil, que es aquella que se focaliza en respetar la individualidad bioquímica de cada paciente y que brinda de forma balanceada todos los nutrientes que la paciente necesite para lograr un peso óptimo, disminuir la inflamación crónica, y aportar antioxidantes. “Contamos con estudios genéticos que permiten personalizar las recomendaciones alimentarias”, aclara Defendente.
Consulta nutricional
La consulta nutricional –otro servicio de Procrearte- permite conocer los hábitos, miedos y las creencias del paciente con respecto a los alimentos. A partir de la realización de estudios clínicos y genéticos, los profesionales del centro pueden elaborar un plan nutricional y de suplementación personalizado enfocado en la optimización de la salud reproductiva. Y luego se ofrece una devolución donde se incluye un plan acorde a las necesidades específicas.
A través del test de nutrigenética se realiza la toma de una muestra de ADN y se envía analizar todo un panel genético. Mediante consultas virtuales o presenciales desde una perspectiva de nutrición integrativa, se buscará maximizar la salud hormonal-reproductiva, guiar con intervenciones individualizadas para mejorar la calidad de los óvulos o espermatozoides y fortalecer el revestimiento uterino.
La indicación de suplementos nutricionales, como complemento a cambios en la alimentación, pueden potenciar y contribuir positivamente a la salud ovárica general y fomentar una respuesta saludable a la estimulación ovárica, lo que puede influir indirectamente en la cantidad de óvulos recuperados.
Además, si se desean aumentar las posibilidades de embarazo es esencial que tanto el hombre como la mujer cuenten con un correcto estado nutricional y un peso adecuado. «En este momento, ese cuidado no solo puede influir en el resultado del tratamiento, sino que tendrá su papel en el correcto transcurso del embarazo y desarrollo fetal”, destaca Defendente.
Preparar el cuerpo
Antes de comenzar la búsqueda de embarazo a través de un tratamiento de fertilidad se recomienda preparar el cuerpo. “A aquellas mujeres o parejas que deseen aumentar sus probabilidades de concepción les recomendamos realizar una asesoría nutricional; para, por ejemplo, contribuir a la calidad de sus espermatozoides u óvulos como así optimizar su peso; y en los casos que sea necesario tratar patologías metabólicas, digestivas y pelvianas”, explica Defendente. Y suma: “También en aquellos pacientes que vienen de tratamientos fallidos, antes de intentarlo nuevamente se busca equilibrar las variables clínicas, como por ejemplo, reducir inflamación. Es decir, trabajar en la reducción de inflamación del endometrio, a través de la modulación funcional de la microbiota intestinal. Un factor muy frecuente en la falla de implantación embrionaria”.
“En un mundo donde la salud reproductiva enfrenta desafíos crecientes, en Procrearte nos posicionamos como una institución de vanguardia, integrando la nutrición personalizada y los avances en nutrigenética y nutrigenómica para ofrecer soluciones efectivas y adaptadas a cada individuo. La dedicación a la personalización y el enfoque integral de nuestros tratamientos no solo buscan maximizar las posibilidades de concepción, sino también asegurar que el embarazo y el desarrollo fetal se lleven a cabo en las mejores condiciones posibles”, concluye Defendente |
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial