Del humano cazador al humano obeso por el Lic. Matías Marchetti

12 de noviembre – Día Mundial contra la Obesidad

Por Matías Marchetti, licenciado en Nutrición

¿Qué me dirías si te cuento que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos 45 años la obesidad llegó casi a triplicarse en el mundo? ¡En solo 45 años!

Sí, decilo conmigo: algo estamos haciendo mal.

Nuestro país no es la excepción: en Argentina, 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso; y de los niños en edad escolar, el 30% tienen sobrepeso y el 6% obesidad. Y estas son cifras que, lejos de bajar, crecen año a año. Pero si hace unas cuantas décadas esta no era nuestra realidad, ¿qué nos pasó? Te lo pongo simple: cada vez consumimos más ultraprocesados y menos comida real. Y, a ese combo, le agregamos falta de actividad física.

Esto sucede porque la industrialización modificó la producción de alimentos, permitió el acceso masivo a productos que nos hacen la vida más “simple” y generó un desequilibrio en nuestra dieta que explica la epidemia de enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición que enfrentamos en la actualidad.

Cambiamos las frutas, las carnes, las hortalizas y las legumbres que nos daba la tierra, por alimentos de alto contenido calórico, azúcares y grasas saturadas que no existían. Como contra partida, disminuimos el gasto energético porque ya no necesitamos “salir a buscar” nuestra comida.

Por supuesto que no estoy proponiendo que salgamos a cazar y recolectar, sino que pensemos qué le estamos dando a nuestro cuerpo y cómo fue cambiando eso en los últimos años.

¿Cuál es la manera que tenemos de equilibrar de nuevo la balanza? Recuperando dietas más diversas y disminuyendo la cantidad de ultraprocesados. Que solo sean un gustito y no la diaria de nuestras comidas. Animate a reemplazar lo comprado por lo casero y vas a darte cuenta que no solo es más rico sino también más barato.

Te propongo alcanzar una forma más eficiente y placentera de consumir alimentos. Una forma que sea más amigable con nuestro cuerpo. Y movete, movete, movete. La obesidad, puede prevenirse. Amiguémonos con la salud de nuestro cuerpo.