Cocina

Desafiando Burbujas: El Costo Oculto de las Gaseosas para la Salud y el Medio Ambiente

En la era moderna, las burbujas efervescentes de las gaseosas se han convertido en compañeras habituales de la vida cotidiana de las personas, donde su consumo se ha incrementado notablemente en las últimas décadas, sobre todo en niños y adolescentes. Sin embargo, detrás de la efervescencia y el sabor dulce, se esconde una problemática creciente que impacta tanto en nuestra salud como en el medio ambiente.

Hace tiempo que las bebidas azucaradas están bajo la lupa por la cantidad de evidencia respecto a cómo afectan la salud de las personas. La aprobación de la ley de etiquetado frontal puso en agenda lo mal que comemos. También lo mal que bebemos. El consumo de gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas con azúcar causa, por ejemplo, 2,2 millones de casos de diabetes tipo 2 entre adultos.

Los adultos consumen en promedio 85 litros de bebidas azucaradas por año. Se incluyen jugos de fruta, en polvo, gaseosas, aguas saborizadas y otros productos sin alcohol. Y cada litro de bebidas azucaradas tiene, en promedio, 100 gramos de azúcar. Es decir que un adulto consume, aproximadamente,  8,5 kilos de azúcar por año en forma líquida.

Estas bebidas, cargadas de azúcares y aditivos, a menudo contribuyen al aumento de calorías vacías en la dieta, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud cardiovascular y el metabolismo.

Desde Sodamerica busca resaltar la importancia de optar por alternativas más saludables, permitiendo a las personas disfrutar de bebidas refrescantes sin comprometer el bienestar, siendo que Uruguay está en el Top 10 de consumo de gaseosas, con 87 per cápita.

¿Cuánta Agua se convierte en burbujas?

La producción de gaseosas no solo afecta a la salud humana, sino también al medio ambiente. Para fabricar un litro de gaseosa, se utilizan significativas cantidades de agua. Según estudios, se estima que se necesitan 70 litros de agua para producir un solo litro de estas bebidas.

Pero no solo hay que detenerse en el consumo de agua, sino hay otros factores de impacto ambiental que influyen a la hora de hacer gaseosas industrializadas, como ser las botellas plásticas que tienen su origen en el petróleo, el cual es un recurso no renovable. El 30% del petróleo del mundo se usa en botellas plásticas. Además,  se estima que se necesitan 24 millones de galones de petróleo para producir mil botellas de plástico. Y el destino que tienen las botellas de plástico después de su uso no siempre es el indicado, ya que si no se desechan adecuadamente terminan en los rellenos sanitarios o en ríos y mares donde contaminan el medio ambiente.

Cada vez que una persona decide fabricar su bebida gasificada, en vez de comprarla embotellada, está ayudando a evitar el desecho de plástico, que en una familia tipo por año es de aproximadamente 1000 botellas y latas que demoran más de 450 años en descomponerse en los vertederos de residuos. En este sentido, Sodamerica es amigable con el medio ambiente ya que promueve la desaparición de las botellas de plástico contaminantes, ofreciendo uno sin BPA, de hasta 4 años de duración.

De esta manera la empresa propone un cambio de paradigma en el que se dejen de producir envases de plástico desechables y se los reemplace por una solución innovadora que permita hacer soda en casa. Una vez pasados los cuatro  años esas botellas se reciclan para fabricar nuevas.

“Como sociedad necesitamos tomar conciencia sobre el uso desmedido de recursos naturales en la fabricación de gaseosas y abogar por un enfoque más sostenible a la hora de consumir. Nuestro propósito, como compañía, es promover  la ingesta de agua gasificada. Y es importante aclarar que, tanto en la soda como en el agua sin gas, la base y la función son las mismas: hidratar nuestro organismo y aportarle parte de las sales minerales que requiere para un buen funcionamiento. Sin embargo, al agua gasificada se le agrega ácido carbónico disuelto, una sustancia que estimula la secreción de los jugos gástricos que contribuyen a mejorar el proceso digestivo, porque permite acelerar la asimilación de los alimentos por parte del organismo” afirma Javier Calandrelli, CEO de la empresa.

Uruguay y el Consumo de Gaseosas: Una Mirada Local

En el contexto uruguayo, el consumo de gaseosas ha experimentado un aumento preocupante en los últimos años. Según datos recientes, el promedio de consumo de gaseosas promedio asciende a 113 litros siendo el quinto a nivel mundial. Esta cifra, aunque refleja una preferencia arraigada por las gaseosas, también plantea preguntas importantes sobre la salud pública y la sostenibilidad ambiental en el país.

“No solo proponemos ofrecer productos para hacer soda en casa, brindando a los consumidores la posibilidad de controlar los ingredientes y reducir su huella de carbono, sino también educar a la comunidad sobre los impactos negativos asociados con las gaseosas tradicionales, ofreciendo la posibilidad de considerar el costo oculto que hay detrás de las gaseosas cada vez que quieran consumirlas.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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