Espectáculos

La película sobre Grace de Mónaco irrita al Principado

DAVID KOSKAS

Los hijos de la princesa fallecida han calificado el filme, que abrirá el festival de Cannes el miércoles, como una profanación de la memoria de su madre

Con «Gracia de Mónaco» llega el escándalo. A juicio del príncipe Alberto II y sus hermanas, las princesas Carolina y Estefanía, lapelícula de Olivier Dahan es una profanación de la memoria de su madre, Grace Kelly, princesa y heroína de un cuento de hadas que terminó en tragedia.
La idea original del director, Olivier Dahan, y de su productor, Pierre-Ange Le Pogam, era muy sencilla: contar la metamorfosis de una gran estrella de Hollywood, Grace Kelly, en una princesa de leyenda, Gracia de Mónaco. Una vida mítica con un final dramático, el accidente de automóvil que costó la vida a la princesa, en unas circunstancias cinematográficas, por las mismas carreteras inmortalizadas por Alfred Hitchcock en una película célebre, interpretada por Cary Grant y Grace Kelly, justamente.
La idea original de repasar toda su biografía se adaptó muy pronto a las necesidades de la producción. La película se limitaría a contar uno de los momentos dramáticos de esa historia, hacia 1962, cuando Mónaco vivió una crisis grave con la Francia del general De Gaulle, cuando Aristóteles Onassis aspiraba a comprarse un «reino de opereta» con el que deseaba «coronar» su vida de multimillonario armador griego.
Una película sobre Gracia de Mónaco no podía rodarse sin el consentimiento del príncipe Alberto II, su hijo y heredero. Tras un breve intercambio de matices y opiniones, el Palacio dio su visto bueno y la película pudo comenzar a rodarse en Mónaco, en la Costa Azul, en París y en otras capitales europeas.
Con el rodaje comenzaron a producirse los primeros roces. Los consejeros del Príncipe Alberto pusieron el grito en el cielo ante algunas escenas «sensibles». Productor y el director corrigieron algunos detalles de dichas escenas, y el rodaje quedó terminado a finales de 2012.
Con el montaje de la película estallaron problemas bastante más graves. El distribuidor estadounidense rechazó la primera versión del filme. El productor francés deseó intervenir. En Mónaco, Alberto II, Carolina y Estefanía comenzaron a filtrar su «inquietud».
El distribuidor americano pidió «revisar completamente» la primera versión del montaje personal realizado por el director, que se negó por principios. Sin embargo, las imperiosas razones del mercado norteamericano «aconsejaron» alguna «flexibilidad». Pero, finalmente, el montaje exigido y conseguido por el productor no convenció nada al director, Olivier Dahan, que declaró: «En realidad, hay dos películas. Mi versión, la única que yo reconozco. Y una segunda versión, que han montado ellos, que no es mi película».
Se trataba de un primer choque, violento. En Mónaco, en Palacio, la película empezó a convertirse en una pesadilla. Y comenzaron a aflorar comentarios tormentosos: «La película traiciona y profana la memoria de la princesa Gracia». «Alberto y sus hermanas no pueden consentir que se viole de esa manera la imagen y el recuerdo de su madre».
El fuego cruzado de las críticas de los consejeros del príncipe Alberto y del distribuidor norteamericano terminaron abriendo una crisis grave. El productor y el director volvieron a revisar las dos versiones de la película original, hasta que, finalmente, el proyecto reaparece cuando se anuncia que «Gracia de Mónaco» abrirá la próxima edición del festival de Cannes.
Durante unas horas se pensó que se había producido una reconciliación entre Alberto II y Olivier Dahan, el director de la película. Y la imaginación calenturienta de los cronistas apresurados anunció el momento de gloria de la llegada al palacio del festival de Cannes de los hijos de la princesa Gracia: Alberto, Carolina y Estefanía, subiendo las escaleras que conducen a la sala de proyecciones donde se presentará «Gracia de Mónaco».
Momento de gloria imaginaria, que pronto se convirtió en pesadilla. Tras un par de días de espera y reflexión, el palacio de Mónaco reaccionó con un implacable comunicado oficial, denunciando la traición y la profanación de la memoria de la princesa difunta.
«No podemos aceptar -rezaba el comunicado del Príncipe Alberto II- que la realidad histórica sea traicionada por razones puramente comerciales». Los hijos y herederos de Gracia de Mónaco se consideran víctimas engañadas: «Palacio reafirma que esa película no puede pretender, de ninguna manera, ser una biografía filmada. El tráiler de la película confirma su carácter imaginario, cuya realización confirma lo temido tras la lectura del guión: se trata de una realización basada en referencias históricas erróneas y referencias literarias muy dudosas».

Libertad de expresión

Nadie representará a Mónaco durante la presentación de «Gracia de Mónaco», en la apertura del festival de Cannes. Thierry Frémaux, delegado general del certamen, ha salido al paso de las reacciones del Príncipe Alberto, para defender la libertad del director de cine contra «todo tipo de presiones»: «La película es la expresión libre de un creador que ejerce su derecho a la expresión poética».
Nicole Kidman, que encarna en la ficción el personaje de Grace Kelly, intentaba escapar a la polémica, pero se ha visto forzada a reaccionar, de manera muy diplomática: «Jamás me he sentido tan compenetrada con la vida de un personaje. Espero que sus hijos comprendan hasta qué punto me emociona, respeto y admiro la vida de la princesa Gracia».
Las críticas, el escándalo y el rechazo de Mónaco quizás den a la historia cinematográfica de la más gloriosa de sus princesas una publicidad soberbia, que continuará atizando e iluminando las cenizas y los diamantes de una leyenda siempre viva e invicta contra las catástrofes de la historia.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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