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De moda entre los directivos de Silicon Valley: ‘técnicas para la atención plena’

Evita toda mención a la espiritualidad. Es cuestión de sentido común; la atención es un músculo y, como tal, se ejercita Se llama’ejercicio de la uva pasa’. Y consiste en comerse una uva. Pero prestando atención a todos los gestos, olores, sabores y sensaciones que provoca en nuestro cuerpo. Parece fácil. Pero no lo es tanto cuando en nuestra dinámica diaria no tenemos tiempo ni para comer sentados y, menos aún, desconectados de la omnipresente tecnología móvil. Por eso, el ejercicio de la uva pasa es el punto de partida de la técnica de reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR en sus siglas en inglés), más conocida como mindfulness, y que fue establecida en 1979 por Jon Kabat Zinn, un científico formado en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts. Esta técnica es lo último en terapias de autoayuda relacionadas con la meditación, pero no sigue exactamente las pautas de la meditación tradicional. La revista Time le dedicaba recientemente su portada y auguraba un incremento de muchos millones de dólares en la industria relacionada con esta técnica.
¿POR QUÉ ESTE POTENCIAL?
Porque apunta al rasgo más significativo de estos tiempos: el déficit de atención. Los dispositivos electrónicos nos permiten estar en muchos lugares a la vez, pero al coste de ser incapaces de estar plenamente en el lugar y el momento en el que estamos. Y la cosa va a más, no hay más que ver la tecnología que viene, con gafas y relojes inteligentes que constantemente van a estar emitiendo información paralela.La atención plena tiene como objeto sosegar una mente angustiada por esa sobreinformación. Algunos terapeutas la recomiendan a sus pacientes para tratar la depresión, pero en general está considerada como una herramienta contra el estrés. Mindfulness significa ser consciente del momento presente aceptándolo tal y como es, sin tratar de controlarlo ni juzgarlo, concentrándose en cada detalle. Se logra mediante una respiración pausada y controlada y se alcanza mediante ejercicios guiados para el reposo de la mente, dejando que los pensamientos y las preocupaciones fluyan sin afectarle a uno. Los ejercicios pueden ser tan simples como respirar tres veces seguidas en profundidad mientras se espera en un semáforo o concentrarse en cada gesto cuando se desayuna, aunque, claro, hacerlo en un entorno propicio y guiado por un experto ayuda a alcanzar la atención plena. La clave está en la constancia, en repetir estos ejercicios unos minutos al día.El propósito del MBSR es concentrar toda la atención en lo que uno está haciendo. Así que uno puede trabajar con atención plena, ser padre con atención plena, estudiar con atención plena y hasta comer con atención plena… todo un potencial para el bienestar y un nada desdeñable nicho comercial: un banco norteamericano ya aconseja a sus clientes cómo gastar el dinero con atención plena.
¿QUÉ LO HACE DIFERENTE?
Indudablemente, la atención plena se basa en la filosofía oriental y, en particular, en el budismo.Pero hay dos factores que la diferencian y le aportan una dimensión práctica.En primer lugar, Kabat Zinn y sus seguidores tienen mucho cuidado de evitar toda mención a la espiritualidad al hablar de la atención plena. En su lugar apelan al sentido común: nuestra atención es un músculo y, como tal, tiene sentido ejercitarlo con el objeto de reforzarlo. En segundo lugar, un factor aún más útil para convencer a los escépticos: el argumento científico. La ciencia ya ha documentado cómo nuestro cerebro se adapta y reformula a partir de la experiencia personal. Este fenómeno, conocido como ‘neuroplasticidad’, sugiere que la ejercitación del cerebro comporta unos beneficios precisos y demostrables. Y un creciente grupo de neurocientíficos están estudiando si la meditación y la atención plena pueden contrarrestar los efectos causados en nuestras mentes por el estrés, los traumas y la constante distracción. La investigación ha fomentado la rápida extensión de programas de atención plena, algo así como ‘gimnasios mentales’ en los que entrenar el cerebro en esa dirección.
¿QUÉ AVAL CIENTÍFICO TIENE?
Esta visión de los pensamientos virtuosos y el entrenamiento mental entronca con el experimento que un equipo de neurólogos de la Universidad de Wisconsin realizó en 2007 con el biólogo molecular francés y monje budista Matthieu Ricard. Los científicos le aplicaron escáneres cerebrales para medir cómo le afectaba una forma de meditación. Los resultados fueron sorprendentes: mostraban niveles hasta entonces desconocidos de emoción positiva en el córtex prefrontal izquierdo. Los neurólogos no dudaron en otorgar a Ricard el título simbólico de la Persona más Feliz de la Tierra. En los años transcurridos desde entonces, la investigación ha avanzado notablemente. Los científicos han demostrado que la meditación y la atención plena rebajan los niveles de cortisol y la tensión sanguínea, refuerzan la respuesta inmunológica e incluso influyen en la expresión genética. No en vano el programa de Kabat Zinn fue absorbido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts y se convirtió en el curso completo de MBSR que hoy imparten centenares de profesores por todo el país. Justamente por este componente científico, la atención plena está despertando el interés de gente escéptica ante la autoayuda y se está convirtiendo en una industria. Wisdom 2.0, un encuentro anual de peces gordos de la tecnología interesados en la atención plena, empezó en 2009 con 325 participantes; los organizadores esperan que este año sean 2000. Entre los ponentes va a estar Kabat Zinn, así como ejecutivos de Twitter, Instagram y Facebook.
¿TIENE UN NEGOCIO DETRÁS?
Google ha establecido un curso de atención plena en sus propias instalaciones de Silicon Valley: el programa Search Inside Yourself (‘Busca dentro de ti’). La idea es potenciar la atención, el autoconocimiento y el autodominio, de cara a desarrollar habilidades de inteligencia emocional que consigan, como objetivo final, un mayor rendimiento laboral. Y este es un punto importante de las nuevas técnicas. No buscan que usted sea más feliz, sino más productivo. El fundador de este sistema de fomento de la proactividad a través de la meditación es el ingeniero de software Chade-Meng Tan, uno de los primeros empleados de Google. Meng comenzó trabajando en la adaptación de los buscadores a la tecnología móvil. Hoy es uno de los motivadores más importantes del mundo, precisamente adaptando una tradición milenaria a las necesidades del siglo XXI.En iTunes hay cientos de aplicaciones asociadas a la meditación. Una de ellas es Headspace, dirigida por Andy Puddicombe, un antiguo monje budista que ha hallado la fórmula más ‘vendible’: solo necesita diez minutos. Puddicombe describe el poder transformador de hacer precisamente eso: refrescar la mente durante diez minutos al día, solo estando consciente y viviendo el momento, «sin necesidad de incienso ni de sentarse en posiciones extrañas». En una aparente, y no tan aparente, contradicción, las nuevas tecnologías han sido capaces de conseguir logros tales como condensar más de cinco mil años de tradición práctica contemplativa en un teléfono móvil. Android e iOS disponen de una oferta de aplicaciones relacionadas con la meditación cada vez más nutrida, que viene a satisfacer la demanda de quienes necesitan estar conectados… hasta para desconectar.
Los penúltimos gurús
-El ingeniero Chade-Meng Tan: Este tipo con las piernas cruzadas es un desarrollador de software de Google, pero se ha convertido en uno de los más importantes gurús de Silicon Valley. No inventó la atención plena, pero la ha adaptado como nadie a las necesidades de los nuevos emprendedores. Lo que él fomenta a través de la meditación es la productividad.
-El inventor Jon Kabat Zinn: Biólogo molecular, empezó a meditar tras escuchar a un maestro zen. Cuando era profesor en la Universidad de Massachusetts, aplicó la meditación a pacientes con dolor crónico. La respuesta fue muy positiva; incluso cuando el dolor no cesaba, la atención plena facilitaba a muchos la convivencia con él. Lo convirtió en una técnica.
5 PASOS PARA UNA MEDITACIÓN PLENA
-Espalda recta, pero cómodo. No es necesario adoptar posturas complicadas. Se puede estar sentado sobre las piernas cruzadas o en una silla. Lo importante es trazar una línea imaginaria desde la cabeza hasta el coxis que nos brinde una buena posición.
-Concéntrese en respirar. Respire normalmente, pero concéntrese en la sensación del aire entrando y saliendo de sus pulmones. Toda la atención debe estar en la inspiración y la espiración. La respiración se tornará lenta y abdominal.
-Pensamientos que pasan. Los pensamientos irán y vendrán. Acéptelos y vuelva a centrarse en la respiración. No es necesario cerrar los ojos. Hay que evitar el sopor. La clave está en posar la conciencia sobre un acto mecánico, como respirar.
-No deje de ser consciente. No se juzgue a sí mismo ni ignore las distracciones o las preocupaciones, pero sea consciente de que su mente está centrada en respirar. Alcanzar el estado meditativo no está relacionado con dejar la mente en blanco.
-Practique con regularidad. Empiece ejercitándose durante diez minutos diarios al menos una semana seguida. Por descontado, cuanto más regularmente medite, más fácil le será alcanzar la atención plena y la capacidad de estar aquí y ahora.
Guía para medit[app]ción
-Mindfulness TS. Es un método de entrenamiento de la atención plena. En su menú aparecen diferentes test, audios y focalizaciones orientadas a combatir, a través de la meditación, la depresión, el estrés o incluso ciertos dolores crónicos.
-Headspace APP. ¿Cuándo fue la última vez que no hizo absolutamente nada durante diez minutos completos; sin enviar mensajes de texto, hablar o pensar siquiera? La aplicación de Andy Puddicombe arrasa en los Estados Unidos por la sencilla base de adaptarse al poco tiempo de los usuarios.
-Mindfulness y meditación. Dispone de una colección de audios adaptados, también en castellano, que sirven como guía tanto para quienes meditan por primera vez como para los practicantes más avanzados.Incluye un temporizador para regular el proceso contemplativo entre 5 y 40 minutos.
-Zazen. Las aplicaciones para la meditación también tienen sus propios gadgets. Zazen es un temporizador para la meditación adornado con el sonido de una campana que va jalonando el tiempo que se dedica a la práctica contemplativa.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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