El orden disimulado
09/02/2014
Este escritorio, obra del joven diseñador eslovaco Tomas Kral, combina una superficie de madera con una plancha de aluminio. Su curvatura crea un espacio extra de almacenamiento. Precio: 2.980 euros.
Limpio, sencillo y, sin embargo, inesperado. Tres adjetivos que nos sitúan delante de una mesa de trabajo de las que alientan la creatividad (en el mejor de los casos, si no, habrá que conformarse con mejorar el aprovechamiento del tiempo).
Es una propuesta de un joven diseñador eslovaco, Tomas Kral (1979), que trabaja indistintamente con cerámica, corcho o cristal con un nexo común: aire fresco y un puntito de humor.
En Homework ha ideado una superficie de madera con la que se funde una plancha de aluminio; ésta se revuelve para, más allá del recurso estético, crear un espacio extra de almacenamiento y liberar así el entorno estrictamente laboral o de estudio.
Ahí pueden colarse revistas, la tableta, documentos, el lápiz y hasta el jersey. «La superficie curvada permite colocar un libro abierto y seguir leyendo», como si de un atril se tratara, explica Kral.
La mesa tiene una estructura de madera de fresno en la que se integra el aluminio fundido haciendo sándwich. Dispone de unas generosas medidas: 156 x 79 x 83 centímetros. Precio: 2.980 euros.
Más información: www.super-ette.com
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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