Salud

Alergias: cómo reconocerlas, prevenirlas y actuar ante una crisis grave

Con el asesoramiento del Dr. Mariano Jaca, especialista en alergia de DIM Centros de Salud (MN: 169032 // MP: 52299)

Estornudos, picazón, lagrimeo, tos o brotes en la piel. Las alergias están presentes todos los días y muchas veces las naturalizamos. Pero también pueden volverse graves y, en algunos casos, poner en riesgo la vida. Por eso, en el marco de la Semana Mundial de la Alergia 2025 (del 29 de junio al 5 de julio), el Dr. Mariano Jaca, especialista en Alergia de DIM Centros de Salud, responde a los interrogantes más comunes sobre esta condición que afecta a millones de personas en el mundo. Este año, el eje temático de la campaña es la anafilaxia, una reacción alérgica grave y potencialmente mortal. El Dr. Jaca nos explica si es posible anticipar una crisis alérgica y cómo hacerlo.

 

El primer paso es identificar qué agentes pueden desencadenarla —ya sea a nivel respiratorio o cutáneo— mediante distintos test diagnósticos en consulta con un médico alergista. Con un correcto diagnóstico y siguiendo las medidas de control indicadas, es posible prevenir y evitar reacciones alérgicas severas.

En el caso de que exista una alergia alimentaria se debe estar atento ante la contaminación cruzada, lugar de preparación de los alimentos e ingredientes que puedan contener el alimento alergénico en cuestión (como los ultraprocesados). En caso de agentes alergénicos como pólenes, ácaros y hongos, si sabemos que iremos a un ambiente con alta prevalencia de los mismos, aplicar las medidas de control ambiental que se hayan pactado en consulta.

En caso de alergias a medicamentos, informar siempre dicha hipersensibilidad a terceros médicos que desconocen nuestro historial médico. Es fundamental, además, contar siempre con medicación de control y de rescate en caso de ser necesario, así como acudir al médico tratante ante cualquier cambio en la sintomatología previa.

 

¿Por qué hay personas alérgicas “todo el año”?

 

Si bien es cierto que existen alergias estacionales – como la rinitis alérgica por distintos pólenes de cada región y que durante la primavera exacerban los síntomas – existen muchos factores o desencadenantes alergénicos que pueden estar constantemente activando nuestro sistema inmune y por ende induciendo la aparición de síntomas a lo largo del año, como ácaros, epitelios de animales, hongos, distintos materiales (contactantes) de uso diario, en caso de síntomas en piel.

 

¿Las alergias pueden aparecer de golpe en la adultez?

 

Las alergias son procesos crónicos e intermitentes que pueden aparecer durante cualquier momento de la vida, las manifestaciones de atopia son múltiples desde síntomas en piel, sistema respiratorio o digestivo y que va a depender de muchos factores como la exposición ambiental, agentes alergénicos respiratorios o alimentarios, infecciones virales, uso prolongado de antibióticos y alteraciones en nuestra microbiota, para la expresión de dichos síntomas y/o signos a lo largo de nuestra vida.

 

Existe un concepto clave en Alergología, que es la “marcha atópica”, el cual hace referencia a la progresión de enfermedades alérgicas en un individuo a lo largo del tiempo, comenzando a menudo con dermatitis atópica en la infancia y potencialmente avanzando hacia alergias alimentarias, asma y rinitis alérgica donde en la primera década de la vida se lleva a cabo el completo desarrollo y maduración del sistema inmunológico.

 

¿Cuánto influye el estrés en las alergias?

 

El estrés puede ser una noxa, o exacerbante que puede influir de manera insatisfactoria, en nuestro sistema inmunológico desencadenando la producción de mediadores químicos que potencian los estados alérgicos e inflamatorios. Algunos estudios sugieren que el estrés y la ansiedad pueden influir en la forma en que el cuerpo reacciona a los alérgenos. Por ejemplo, estudios demostraron que incluso niveles leves de estrés y ansiedad pueden empeorar la respuesta a los alérgenos cotidianos. Además, investigaciones han demostrado que las personas con alergias pueden experimentar una mayor intensidad de los síntomas cuando están estresadas.

 

¿Es verdad que “las alergias se curan con el tiempo”?

 

Tenemos que partir de una base que la atopia una predisposición genética a desarrollar enfermedades alérgicas, la cual en su mayoría son procesos crónicos e inflamatorios, que tienen cursos distintos en cada persona, y reactivaciones según múltiples factores.

Por ende, no podemos hablar de curación sino de control de enfermedad, en el caso de las patologías alérgicas, así como en los casos de Hipertensión arterial o Diabetes mellitus.

 

¿Los antihistamínicos dan sueño o eso ya es cosa del pasado?

 

En el mercado siguen existiendo antihistamínicos de 1° generación donde se reporta somnolencia como efecto adverso directo de estos antialérgicos. Actualmente existe una variedad de antihistamínicos de 2° generación que por su mecanismo de acción no atraviesan la barrera hematoencefálica y por ende no producen dicho efecto sedativo o de sueño, además, se asocian con excelente perfil de seguridad.

 

¿Tener un perro o un gato desde chico evita las alergias?

 

Lamentablemente no existe garantía de esto. Los procesos alérgicos que son mediados por Inmunoglobulina E, factor principal y mediador en los síntomas de alergia, se puede desencadenar sensibilidad a distintas proteínas en este caso del pelo del animal en cualquier momento de la vida. Las alergias a las mascotas pueden desarrollarse a cualquier edad y la probabilidad de desarrollar una alergia depende de factores individuales, como la predisposición genética y la exposición a otros alérgenos.

 

La genética juega un papel importante. Si hay antecedentes familiares de alergias o asma, la probabilidad de desarrollar alergias a mascotas es mayor. Además, otros factores ambientales, como la exposición a diferentes alérgenos, también pueden influir. La consulta con un alergólogo puede ayudar a determinar el riesgo de desarrollar alergias y tomar medidas preventivas.

 

¿Qué consejos le daría a una persona que sufre cada vez que llega la primavera?

 

Acudir a su médico de confianza. Trazar estrategias de control de síntomas y ambiental con su médico tratante. Establecer medicación de rescate que sea segura en los casos de crisis. Uso de lentes oscuros durante las primeras horas de la mañana para evitar el contacto directo del viento cargado de polen, con la mucosa ocular.

 

¿Cuándo conviene consultar con un especialista?

 

Ante cualquier síntoma, como chorreo nasal, nariz bloqueada, prurito o picazón en ojos, nariz o garganta. Estornudos continuos. Tos persistente en el tiempo. Ante falta de aire o sensación de disnea, con los cambios de estación, exposición a distintos alérgenos. Picazón o prurito en alguna parte del cuerpo. Presencia de roncha/habones, edema de alguna parte blanda como labio, lenguas o párpados. Reacciones que se sospeche como alergia ante medicamentos o alimentos.

 

¿Cómo impacta el cambio climático en las alergias?

 

Es casi unánime el consenso científico: hay un cambio climático y nuestro planeta se está calentando. El cambio climático se asocia con el aumento de las temperaturas, cambios en los patrones climáticos en todo el mundo y crecientes niveles y duración de polen transportado por el aire. Se ha observado que estos tienen impacto sobre la salud, incluso la de las personas alérgicas.

 

El cambio climático afecta de manera variable la producción y la composición de las proteínas de pólenes y esporas de hongos, y de los procesos aerobiológicos como emisión, dispersión, transporte y deposición asociados con cambiantes lluvias, vientos y otros factores meteorológicos relacionados. Los cambios en el clima pueden afectar temporadas de polen de árboles, pastos y malezas aumentando la cantidad de polen producido y extendiendo la duración de la temporada de polen.

Las alteraciones en la duración e intensidad de las temporadas de polen afectan a enfermedades alérgicas como la rinitis, la conjuntivitis y el asma.  Las poblaciones más vulnerables a estos efectos adversos para la salud incluyen a los niños, los ancianos y quienes sufren de enfermedades preexistentes reactivas de las vías respiratorias, como el asma.

 

Los gases causantes del efecto invernadero pueden provocar síntomas respiratorios en las personas con asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, además de contribuir a la mortalidad prematura y disminución en el funcionamiento pulmonar, con el correr del tiempo.

 

Las inundaciones y tormentas de magnitud pueden provocar humedad en los edificios con la consecuente exposición al moho. Además de desencadenar reacciones alérgicas, el aumento de las exposiciones a las esporas de moho se ha relacionado con otras enfermedades pulmonares.

 

PREVENCIÓN Y CONTROL

 

•       Eliminar o reducir alfombras y tapetes: acumulan polvo y ácaros, principales desencadenantes de alergias. Considera pisos de madera, linóleo o azulejos, que son más fáciles de limpiar.

•       Aspirar regularmente con filtro HEPA: Un aspirador con filtro HEPA atrapa partículas finas como polvo y polen, mejorando la calidad del aire interior.

•       Lavar la ropa de cama y cortinas con frecuencia: lavar sábanas, fundas de almohada y mantas semanalmente en agua caliente (al menos 54°C) para eliminar ácaros y alérgenos.

•       Controlar la humedad: el moho prospera en ambientes húmedos. Usar deshumidificadores, extractores de aire en baños y cocinas, y reparar cualquier filtración de agua.

•       Limpiar superficies con paños húmedos: en lugar de sacudir el polvo, utilizar paños húmedos para limpiar muebles, estantes y otras superficies.

•       Cerrar ventanas y puertas: (generalmente por la mañana y primeras horas de la tarde), durante la primavera y ventilar durante el resto del año, incluso en el invierno para disminuir la presencia de ácaros en lugares cerrados o húmedos.

•       Evitar o minimizar el uso de productos con olores fuertes: como aerosoles ambientales, otros productos de limpieza y cosméticos pueden irritar las vías respiratorias y empeorar los síntomas alérgicos.

•       Mantener a las mascotas fuera de las habitaciones y no dormir con ellas.

•       No fumar, evitar el humo del tabaco y otros irritantes.

•       Usar barbijo para realizar tareas del hogar que impliquen manipulación de polvo, y/o agentes de limpieza que puedan ser irritantes.

 

 

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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