Salud

Vacaciones de verano: momento ideal para un tratamiento de FIV

Por la Dra. Eugenia Baum, (MN 162.080), Especialista en Ginecología y Obstetricia, especialista en Fertilidad en Halitus Instituto Médico.

 

El verano ofrece un respiro a las tensiones cotidiana y para muchas personas representa el momento del año en que la disminución en el ritmo laboral permite desconectar de las exigencias diarias y rutinas extenuantes. Poder focalizar en las prioridades y bienestar, transitar un tratamiento de fertilidad con los tiempos que requiere, genera una importante reducción del estrés y es una fortaleza en medio del vértigo que provoca tener una in vitro por delante.

Empecemos por la Vitamina D. Conocida como la “hormona del sol”, juega un papel importante en la fertilidad femenina y masculina; interviene en el metabolismo óseo y múltiples estudios la han coligado con la reproducción femenina y masculina. Si bien los resultados científicos no son concluyentes, se la ha asociado con los resultados de la FIV e impacto favorable de suplementación en pacientes con síndrome de ovario poliquístico y endometriosis; mientras que en el hombre se ha vinculado el déficit de esta vitamina, con hipogonadismo, alteraciones en la espermatogénesis y la calidad del semen. Por lo que, si bien no hay protocolos científicos consensuados respecto a la suplementación, sería adecuado prestarle atención en el grupo de pacientes a los que les cuesta lograr embarazo. Lo que sí se sabe, es que los mayores niveles de esta hormona son en los meses de verano, coincidentemente con la mayor tasa de embarazos que nos traen los nacimientos en primavera. La exposición adecuada a la luz solar ayuda a regular los niveles de cortisol en el organismo. Al mejorar el sueño, reducir el estrés y aumentar la producción de serotonina, la hormona de la felicidad, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.

Si nos enfocamos en la alimentación, la inflamación crónica sistémica de bajo grado, es un tipo de inflamación vinculada con múltiples enfermedades crónicas: cardiovasculares, oncológicas, diabetes y resistencia a la insulina, enfermedades autoinmunes, neurodegenerativas, enfermedades renales, hígado graso, alteraciones hormonales, entre otras. Esta inflamación se asocia principalmente a una alimentación rica en alimentos procesados y ultraprocesados, grasas trans, harinas refinadas y azúcar junto a un bajo consumo e inadecuada variabilidad de frutas, verduras y fibras. Es por eso que, disminuir el consumo de alimentos proinflamatrios es más factible en verano, cuando los alimentos elegidos son frescos y livianos, muchos de los cuales, además son ricos en antioxidantes, y esto contribuye a una alimentación saludable para la microbiota intestinal y su impacto en forma beneficiosa para la disminución del envejecimiento celular.

Por otro lado, el verano ofrece la posibilidad de disfrutar la actividad física al aire libre, una recomendación clara para la salud global de la población. Si bien los estudios científicos se han centrado en la relación entre obesidad – sedentarismo- respuestas a tratamientos de fertilidad y embarazos espontáneos y no logran ser concluyentes respecto al impacto que genera el ejercicio físico en la reproducción por la multiplicidad de factores relacionados, es considerado relevante como recomendación médica adecuada en guías nacionales e internacionales. Toda intervención que genere un impacto positivo en el estilo de vida de mujeres y hombres podría ser beneficiosa funcionalmente a nivel ovocitario, espermático y consecuentemente en la formación del embrión, implantación y desarrollo de un embarazo saludable.

Si bien son variables los factores médicos por los que una pareja puede presentar contingencias al momento de no lograr el embarazo, cada caso es único. La multiplicidad de factores y diferencias interpersonales se presentan desde la edad hasta condiciones médicas subyacentes que condicionan un tratamiento específico para cada persona, por ello junto al especialista en fertilidad, establecer un trabajo integral y multidisciplinario es importante para alcanzar el objetivo.

El verano puede ser la estación perfecta para iniciar el camino hacia la maternidad o paternidad. Es fundamental mantener una comunicación abierta y honesta para adaptar el tratamiento a las necesidades individuales de cada persona, escuchar los tiempos de cada uno y juntos elegir el momento adecuado.

Imagen: Freepik.es

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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