Salud

Ola de calor: La importancia de la hidratación

Las olas de calor se han vuelto más frecuentes e intensas. En Argentina, de acuerdo a los registros del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), desde noviembre de 2022 ocurrieron sucesivos períodos de temperaturas extremadamente altas. Por eso, resulta fundamental entender y abordar los riesgos asociados con las temperaturas extremas y la importancia de la hidratación.

El cuerpo humano está compuesto en un 60% de agua, el cerebro por un 70% de agua, la sangre en un 80% y los pulmones por un 90%. Todas sus propiedades son muy importantes para la vida. Las células del cuerpo están llenas de ella, que proporciona minerales esenciales como calcio, magnesio y flúor, que sirven para fortalecer los huesos y los dientes, entre otros órganos. Es una sustancia trascendental para muchas funciones del cuerpo, por lo que estar bien hidratado es un factor fundamental para mantenerse saludable.

Las doctoras Verónica Bramajo y María Mercedes López especialistas en clínica médica de DIM Centros de Salud ofrecen distintas recomendaciones según la edad para tener en cuenta y evitar la deshidratación:

Bebés y Niños

Hasta los 6 meses no es necesario darle agua a los bebés. El aporte de líquido en esta etapa proviene de la leche materna o de fórmula. A partir de los 6 meses pueden consumir agua sin inconveniente. La cantidad diaria dependerá de la edad y la alimentación que tengan.

Es importante darle agua a los niños a pesar de que no refieran tener sed. Muchas veces los más pequeños no registran la sensación de sed o no saben cómo manifestarla. Por otro lado, cuando se tiene sed, el cuerpo presenta cierto grado de deshidratación. De allí la importancia de ofrecer agua a los niños en forma persistente. Se puede notar si están deshidratados, si orinan poco, están pálidos, quietos o débiles.

Adolescentes y Adultos

Una de las recomendaciones más extendidas establece beber entre 2 y 3 litros de agua al día, lo que equivale a 8 vasos diarios. De ahí proviene la famosa “regla del 8×8” que sostiene que cada uno debe tener 240 ml para poder alcanzar esos 2 o 3 litros diarios. Una manera de distribuirlos podría ser la siguiente:

  • 2 vasos tras levantarse. Beber agua en ayunas es una forma sana, natural y rápida de activar el organismo al despertarse.
  • 1 vaso media hora antes de comer. Facilita la digestión tras las comidas.
  • 1 antes del baño. Ayuda a bajar la presión sanguínea.
  • 2 por la tarde. Sirve para mantenerse hidratado, sobre todo en épocas de mucho calor.
  • 1 después de practicar deporte. Para reponer el líquido perdido y recuperar la temperatura corporal.
  • 1 antes de acostarse. El cuerpo necesita también agua durante el sueño.

Adultos mayores

Las personas mayores suelen tener disminuido el estímulo de la sed por lo que les resulta más fácil deshidratarse. Por eso hay que tener en cuenta alguna de las características mencionadas a continuación:

  • Boca pastosa.
  • Estreñimiento.
  • Cambios en la orina: no solo los niveles, sino que también su color y densidad pueden indicar un problema de hidratación.
  • Fatiga: este síntoma se debe a una bajada de la tensión sanguínea por la falta de agua.
  • Dolores y espasmos musculares: la falta de agua no solo baja la tensión, sino que también altera los niveles de minerales en sangre lo que afecta al correcto funcionamiento de los músculos. Por esta razón también pueden aparecer alteraciones en el ritmo cardíaco.
  • Síndrome confusional: los resultados de un estudio indican que la deshidratación es una de las posibles causas de síndrome confusional agudo en adultos mayores.
  • Cefaleas: dolor de cabeza y migrañas se asocian a la deshidratación, que puede provocar una reducción del aporte de oxígeno al cerebro.
  • Piel seca: así como ocurre en la boca, la deshidratación se puede detectar en la piel, que resultará más seca y agrietada por la falta de hidratación.

Si el adulto mayor no puede tomar por sí mismo hay que asistirlo. Si pueden beber por sus propios medios, los cuidadores deben acercar agua para que tomen permanentemente. Si no pueden tomar porque se ahogan o tosen se puede probar administrar líquido con un sorbete o directamente aportar fluidos por sondas nasogástricas o suero endovenoso.

Las infusiones y bebidas isotónicas

El tomar mate, café o té no constituye una forma de hidratarse. Si bien las infusiones aportan líquido, se debe además consumir agua. ¿Por qué?  La yerba mate y el té tienen muchos beneficios para el organismo ya que aportan vitaminas B1, B2, más de diez tipos de aminoácidos, hierro, magnesio, sodio y potasio, pero también tiene efectos diuréticos lo que favorece a la eliminación de líquidos por orina.

Por su parte, las bebidas isotónicas se caracterizan por ser publicitadas para consumir durante y después del ejercicio para rehidratar el cuerpo y reponer sales minerales. Sin embargo, muchas tienen altos niveles de azúcares y aditivos que no son recomendables en la mayoría de las ocasiones.

La recomendación habitual es apostar por el agua en la mayoría de los casos en los que se practica ejercicio. Así no se introducirán azúcares que pueden no ser necesarios para el organismo en ese momento, puesto que el agua sola tendrá el mismo efecto hidratante.

Con el asesoramiento de las doctoras Verónica Bramajo

(MN 97448 / MP 333764) y María Mercedes López

(MN 97453 / MP 333760), ambas especialistas en clínica médica

de DIM CENTROS DE SALUD

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Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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