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3 de septiembre Día del Ferretero

                         Diccionario ferretero: conocé el nombre real del “coso” y el “chirimbolo” 

Una ferretería promedio tiene más de 20.000 artículos variados con cientos de proveedores. El ferretero, además de una figura de autoridad frente al uso de estos, es una especie de traductor de señas y muletillas de los vecinos que buscan piezas que desconocen. En esta nota se abre el diccionario del ferretero.

 

“Coso”, “cosito” y “coso del cosito”, existe un sinfín de objetos que pueden identificarse con estos nombres y el ferretero juega un papel de intérprete. El vínculo de la ferretería del barrio con su clientela tiene códigos únicos y una afinidad que solo se entiende dentro de ese intercambio. Si bien, hay clientes con conocimientos precisos de lo que buscan, existe un amplio público no especializado que se ve en la necesidad de iniciar un “dígalo con mímicas” cada vez que ingresa en la ferretería.

“Hola, buenas noches. ¿Tenés esos que se aprietan, que giran, que los ponés por un caño…?” “Sí, precintos”. “¿No se llaman zunchos?”. “No, precintos plásticos”. “Ah, ¿blancos tenés?”. “Sí, ¿de qué largo?”. “Pero blancos, no negros”. “Sí, blancos, ¿pero de qué medida?”. “Dame unos medianos”. “Tengo de 10, de 20, de 30, o de 40 cm; ¿cuál le parece?”. “Sí, unos medianos”. El ferretero es capaz de adivinar medidas con las referencias más abstractas… o bien, sin ninguna.

“Hola, buenos días, una consulta, ¿red para cubrir balcones?”. “No, solo lo que tengo acá en exhibición: tejidos, mosquiteros, media sombra, polietilenos”. “¿Pero sabés cuál te digo?”. “Sí, la que es de cuadraditos, pero no comercializo esas por una cuestión de espacio”. “¿Pero sabés cuál es, ¿no? La que usan los chicos para jugar a la pelota”. “Sí, sé cuál es, pero no comercializo”. Incluso esperamos que el ferretero haga aparecer productos, aunque no los tenga, como todo un ilusionista.

Cartel en la calle, <Se hacen copias>, con imágenes de llaves. “Hola, buenas tardes, hacés fotocopias, ¿no?”. “No, no se hacen fotocopias, es una ferretería”. “Ah, pero tenés un cartel que dice que se hacen fotocopias”. “No, no dice fotocopias, son copias de llaves”. Por insólito que parezca, es parte del día a día del ferretero.

Para quienes se encuentran en situaciones límite que requieren de una solución urgente, el ingenio de estos comerciantes parece ser infinito. Por eso, son muy importantes los espacios para la capacitación y la profesionalización constante, como ExpoFerretera 2023 donde los actores del sector pueden intercambiar experiencias. Los ferreteros deben estar preparados cuando los clientes solicitan las soluciones más descabelladas.

“Vos siempre me solucionaste los problemas en la casa, necesito que me des una solución. Me estoy yendo al trabajo, se me partió un diente y el odontólogo no me puede atender de acá a 15 días. ¿Qué tenés para ayudarme?”. “Bueno, tengo todo tipo de adhesivos, pero no sé qué efecto pueden tener en la salud”. “No importa, pasé por tantas cosas que no me voy a morir por un adhesivo”. “Pero también es muy fuerte el olor que te va a quedar en la boca”. “No te preocupes, yo lo soluciono con una pastillita, vos dámelo que yo me arreglo”.

El Día del Ferretero se celebra el día de la fundación de la Cámara de Ferreterías y Afines de la República Argentina (CAFARA), el 3 de septiembre de 1905, y es la excusa perfecta para reconocer el valor de este oficio. “Por lo general, la consulta en una ferretería comienza por un problema puntual a resolver, ante el cual el ferretero aparece como una figura de conocimiento y guía. A diferencia de otros comercios, el cliente no busca un producto puntual que satisfaga una necesidad, sino hallar una solución para artefactos que desconoce”, señala Sergio Angiulli, presidente de CAFARA y organizador de ExpoFerretera 2023.

En este marco, el conocimiento preciso de nombres o funciones pasa a un segundo plano. El cliente hará todo lo posible para hacerse entender, con los recursos léxicos que tenga a mano. Asimismo, para muchos adultos la ferretería guarda reminiscencias de la juguetería de su infancia y, como parte del juego, la creatividad lingüística es un recurso fundamental.

De esta dinámica tan particular, surgen palabras y expresiones llamativas que son parte del día a día de estos comercios y sus visitantes. ¿Conocés el nombre de los productos que te ofrece el ferretero como solución a tus problemas, o recurrís a alguno de estos?:

  • Zunchos” = precintos
  • Clavo con rosca” = tornillo
  • Funda para tornillo” = tarugo o taco
  • Moneda con agujero” = arandela
  • Chirimbolo” = pieza de forma compleja y redondeada
  • Ganchito para…” = puede ser pitón, soporte para cuadro, soporte triángulo
  • Tornillo plano hexagonal” = Bulón
  • U con bulón” = grillete
  • El reggaetón” = los regatones de plástico o goma para cubrir puntas
  • Patitas de goma” = regatones para sillas
  • Cosito largo para el coso del inodoro” = brazo del flotante
  • Boya” = flotante

No cabe duda que el rol del ferretero implica, no solo conocimientos técnicos sobre lo que vende y sus posibles usos, sino también, la creatividad, la inventiva y las habilidades sociales para interpretar y darse a entender con sus clientes. Dar respuesta efectiva a las necesidades puntuales de quienes llegan con un problema urgente que atender requiere de una constante capacitación y profesionalización del sector, para mantener viva una tradición que ya es mítica.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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