Salud

La importancia de una alimentación saludable para su prevención 

En esta jornada internacional de concientización, algunas reflexiones sobre las decisiones alimentarias y su impacto en la salud, de la mano de una especialista.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año se registran 10 millones de casos de personas con demencia, un síndrome que deteriora la función cognitiva y se estima que para el 2030, 82 millones de personas lo padezcan.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, nucleando entre un 60% y un 70% de los casos. Es una enfermedad progresiva, que se caracteriza por la pérdida de la conexión entre las neuronas del cerebro, provocando que se degeneren y mueran, afectando la memoria y otras funciones mentales esenciales.

Si bien la comunidad científica aún no logró definir qué la provoca ni su cura, se estima que la combinación de factores genéticos, medioambientales y de estilo de vida influye en su aparición.

“Son varios los factores que contribuyen al riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, en algunos estudios se ha observado que ciertos factores dietéticos se han asociado con incremento en el riesgo de esta afección. Es importante minimizar el consumo de grasas trans y también de grasas saturadas, que se encuentran principalmente en los productos de origen animal (lácteos y carnes), ya que un meta análisis, por ejemplo, reveló que una alta ingesta eleva un 39 por ciento el riesgo de Alzheimer”, explica Sinai Morelos, licenciada en Nutrición, Maestra en Ciencias en Nutrición Poblacional y parte de la ONG Million Dollar Vegan, organización internacional sin fines de lucro que busca presentar los beneficios de una alimentación a base de plantas para la salud, el medioambiente, la sustentabilidad y los animales.

Es innegable que los hábitos alimenticios son determinantes para la prevención de algunas enfermedades, pero ¿qué alimentos nos ayudan a mantener la salud de nuestro sistema neurológico?

Según la licenciada Morelos, “incrementar el consumo de alimentos enteros como vegetales, legumbres, frutas y cereales aportará nutrientes importantes para el cerebro como vitaminas del complejo B como folato (presente en vegetales de hoja verde, brócoli, kale, col, espinaca y frutas cítricas) y B6 (algunas fuentes son legumbres, cereales integrales y nueces), los cuales actúan como cofactor en la metilación de homocisteína, esto es de importancia debido a que los niveles elevados de homocisteína están asociados con un mayor riesgo de deterioro cognitivo”.

Además, la especialista recomienda incorporar a la dieta “aquellos alimentos ricos en vitamina E (semillas de chía y girasol y quinoa), incluir una fuente confiable de vitamina B12, mantener una rutina de sueño de calidad e incluir ejercicio aeróbico, ya que está demostrado que quienes realizan actividad física con regularidad tienen menos posibilidades de contraer Alzheimer o desarrollar otro tipo de demencia después de los 65 años”.

Investigadores y profesionales de la salud coinciden en que “lo que es bueno para nuestros corazones también es bueno para nuestras cabezas”, por lo tanto, elegir una alimentación sustentable, basada en plantas, es hoy la mejor herramienta para mantenerse saludable.

Para más información ingresá a www.milliondollarvegan.com/es.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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