Banco de Alimentos y la consultora Voices! analizaron el fuerte impacto del COVID

en las organizaciones sociales del Conurbano Bonaerense

De los datos obtenidos a partir de esta medición se destaca que, si bien la demanda aumentó y la frecuencia de entrega de alimentos también, las organizaciones mantienen una actitud esperanzadora y positiva de cara al futuro.

BUENOS AIRES, ARGENTINA, SEPTIEMBRE 2021 – Un grupo de voluntarios del Banco de Alimentos realizó, guiado por Voices! Research & Consultancy, el trabajo de campo requerido para un estudio cuantitativo mediante encuestas entre representantes de organizaciones sociales, con el fin de recabar información sobre el impacto que tuvo la pandemia en sus instituciones. Representantes de 325 organizaciones sociales del conurbano bonaerense -sobre una base de 1200- participaron del relevamiento.

La principal conclusión arrojada por el estudio es que 6 de cada 10 organizaciones se sintieron sobrepasadas como efecto de la pandemia. Manifestaron que no están logrando sus objetivos o lo hacen de forma parcial. La pérdida de presencialidad y la logística para adaptarse fueron los principales aspectos, seguidos de la merma de recursos, ya que en un 45% de los casos disminuyó la cantidad de donaciones de dinero a la vez que aumentó el promedio de beneficiarios, al incorporarse familias completas y adultos mayores a los comedores.

Los contagios de COVID y sus consecuencias también complejizaron la logística, ya que casi un 50% de las organizaciones explicó que tuvo que cancelar actividades, o realizarlas, pero con gran dificultad. No obstante, 9 de cada 10 se mantienen optimistas frente a los desafíos futuros y 8 de cada 10 aseguran que la pandemia despertó mayores sentimientos de solidaridad.

Con más de veinte años de trabajo, el Banco de Alimentos continuó durante la pandemia su labor con el objetivo de contribuir a la alimentación de más de 160.000 personas por día. La organización de los procesos debió ser ajustada ya que las restricciones sanitarias impidieron en una primera etapa las tareas presenciales de los voluntarios, pero la asistencia brindada sostiene su desarrollo sin interrupciones.