Dar clases virtuales de forma segura, es posible
La pandemia del COVID-19 reconfiguró la forma de aprender y brindar contenidos educativos, siendo las plataformas online las protagonistas de este nuevo paradigma. Desde Colegium, empresa líder en digitalización escolar, comparten algunos consejos prácticos para hacer que las clases virtuales sean más seguras.
En medio de un escenario que encuentra a las personas guardadas en sus casas y con la necesidad de trabajar o estudiar a distancia, algunas actividades se están reconfigurando y adaptándose al nuevo contexto. En cualquiera de sus niveles, los docentes dictan clases de manera virtual y, para ello, utilizan diversas plataformas, ya sea por la posibilidad de acceso que pueden brindar o por la practicidad en su uso. Es así que diversas aplicaciones, como por ejemplo Zoom, una app para hacer videoconferencias, multiplicaron exponencialmente la cantidad de usuarios registrados, pero, del mismo modo, también se incrementaron los casos de inseguridad informática.
Yosmarlys Espinoza, subgerente de Infraestructura TI de Colegium, calificó a los hechos de vulneración de la privacidad más frecuentes como “zoombombing” o “gate-crashing”. “Es como entrar a una fiesta sin ser invitado, irrumpir en conversaciones o aulas virtuales con un fin distractivo o lesivo. En Estados Unidos desde la misma plataforma están advirtiendo sobre sus peligros”, plantea la profesional.
¿Cómo hacer que las clases virtuales sean más seguras?
Para que el proceso de digitalización pueda darse de forma segura, sin dejar expuestos a los usuarios, ya sean profesores, estudiantes o padres, ante los denominados hackers, Yosmarlys Espinoza explica que uno de los primeros pasos que deben realizarse al generar una clase virtual es proteger el aula. Esto quiere decir, cambiar el ID de modo público a privado y, además, enviar la invitación a cada uno de los participantes de forma privada; también existe una opción para crear la reunión con un ID instantáneo o aleatorio que finaliza cuando termina la sesión de clase virtual, lo que le da una doble dificultad a quien quiera irrumpir sin haber sido invitado.
Otro recurso es la posibilidad de tomar lista, como en una clase presencial, de esta forma el docente podrá asegurarse de que quienes formen parte sean las personas autorizadas a estar en esa reunión.
“Únicamente una persona que posea contraseña puede ingresar a la clase, con la autorización correspondiente de quien esté a cargo; esta es la mejor manera de evitar que ingresen usuarios escondidos tras una identidad falsa”, remarcó Yosmarlys Espinoza.
También las reuniones se pueden proteger con contraseñas, lo cual habilita a quien las crea -el profesor, por ejemplo- a manejar y autorizar la conexión de cada estudiante que quiera sumarse. Asimismo, la profesional de Colegium recomendó a los usuarios a “dejar en silencio el audio durante la clase y deshabilitar el video de los asistentes al iniciar la sesión”.
Respecto al uso de mensajería instantánea, Espinoza consideró que “el uso del chat privado debe deshabilitarse para que los participantes no puedan escribirse entre ellos y sea sólo un espacio en donde los alumnos puedan dejar sus preguntas, y los mensajes puedan ser vistos por el grupo asistente en general”.
Una vez finalizada la clase, el anfitrión puede deshabilitar la videoconferencia para asegurarse de que nadie quede conectado.
«Siempre hay que tener presente tres cuestiones fundamentales para una conexión segura: mantener actualizada la aplicación, ya que la última versión tiende a ser menos vulnerable; hacer uso de contraseñas seguras y habilitar el doble factor de autenticación y por último preocuparse por cambiar las configuraciones por defecto de las aplicaciones a fin de aumentar la seguridad de estas», concluye Yosmarlys Espinoza, subgerente de Infraestructura TI de Colegium.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial