Turismo

¿Pensando en Ir a Brasil? 10 Razones Para Hacerlo

Imagínate en la playa de Ipanema, bailando a ritmo de samba, navegando por el Amazonas o gritando ‘gol’ en el Estadio Maracaná. Esto y mucho más podrás vivirlo en este maravilloso país.
Es un país inmenso, y no sólo por su extensión –es el quinto más grande del mundo–: también por su cultura, cincelada a base de mestizaje, samba, fútbol, naturaleza exuberante y alegría de vivir. Para conocerlo a fondo, se necesitaría más de una vida, pero nos vamos a limitar a ponerte la miel en los labios sugiriéndote sólo una decena de planes por si decides viajar a Brasil este año en que celebra su Mundial de Fútbol.
#1. Contemplar la belleza de las cataratas de iguazú.
Las cataratas de Iguazú (que en guaraní significa ‘aguas grandes’) están en el Parque Nacional del mismo nombre en el Estado de Paraná, frontera con Argentina. Son 272 saltos que se extienden a lo largo de 3 km. Para ser testigo de la atronadora caída del agua y de la belleza de los arcoíris que se forman por la refracción de la luz, te aconsejamos recorrer la pasarela construida sobre los saltos que finaliza en el mirador de la Garganta del Diablo, una catarata impresionante, con una caída de 80 metros. Si quieres tener una panorámica aún más espectacular de una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, reserva un paseo en helicóptero (el vuelo de 10 minutos cuesta unos 80 €); desde arriba, comprobarás cómo están integradas en el gran manto verde de la selva subtropical. ElParque Nacional de Iguazú abre todos los días del año.

#2. Subir hasta el cristo de corcovado y al pan de azúcar.  
Con más de seis millones de habitantes, Río de Janeiro es la segunda capital más poblada de Brasil. En este gran urbe hay dos lugares imprescindibles si buscas vistas de postal. El primero es el cerro del Corcovado, a 710 m de altura. En su cima está la inmensa estatua del Cristo Redentor que, con los brazos abiertos, te la bienvenida (para llegar hasta allí coge un tren que sale cada media hora). El segundo es el icónico Pan de Azúcar, el famoso peñón situado en la boca de la bahía Guanabara a 336 metros sobre el mar. La subida en teleférico acristalado es una experiencia inolvidable, sobre todo en la puesta de sol.
#3. Bañarse en la playa de Copacabana.
Ya que estás en Río, aprovecha para ir a la playa de Copacabana –en el barrio del mismo nombre, uno de los más animados y con mayor oferta cultural y comercial de todo Brasil–. En la playa, de 3,5 km, la más importante de Río junto a la de Ipanema, el mejor plan es tumbarse al sol tranquilamente y disfrutar del ambiente playero. A los cariocas les encanta jugar al fútbol en la arena (y también al voleibol). Hacen auténticas virguerías con el balón. Fíjate en el cuidado pavimento de mosaico de su paseo marítimo, que representa las olas rompiendo en la orilla. Si vas un domingo, te encontrarás el paseo cerrado al tráfico de coches pero tomado por ciclistas, patinadores y skaters.

#4. Comer en un típico ‘rodizio’.
La gastronomía brasileña es tan extensa como el propio país: una mezcla de sabores indígenas, africanos y portugueses. El plato nacional es la feijoada, elaborada con alubias negras, carne y embutidos, que a menudo está en la carta de los restaurantes. Si buscas una opción más barata, acude a un rodizio, una especie de bufé libre en el que, por un precio único (unos 10 €), puedes tomar toda la carne a la parrilla que quieras, acompañada de guarnición. En Brasil no puedes dejar de probar la caipirinha, que se prepara con zumo de limón o lima, cachaça (licor de caña de azúcar), azúcar y hielo picado. Dicen que la mejor del mundo se sirve en el Café Atlántico de Río de Janeiro.
#5. Visitar El Museo de Arte de São Paulo.
Entre los miles de planes para entretenerte en São Paulo –una ciudad de 18 millones de habitantes–, te sugerimos una visita al Museo de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand (masp.art.br/), considerado la reserva mas importante de arte europeo en América Latina, con 8.000 piezas de artistas brasileños y extranjeros del siglo XIX y XX. El museo está en la Avenida Paulista, una de las arterias principales de São Paulo, llena de bancos, tiendas, restaurantes…
#6. Ir a un concierto de samba o ‘bossa nova’.
Brasil baila a ritmo de samba y de bossa nova: por eso, es fácil encontrar en todos los rincones del país locales de conciertos en los que disfrutar de la calidez de una música creada por artistas magníficos, como Vinicius de Moraes, Gilberto Gil, Caetano Veloso o Carlinhos Brown. En Río, una de las salas de música en directo más famosas es Circo Voador; en Salvador de Bahía, Sankofa African Bar, y en São Paulo, el Café Piu Piu.

#7. Hacer una excursión por la amazonía.
El ecoturismo está de moda en Brasil, y dónde practicarlo mejor que en la Amazonia, el pulmón verde del planeta. Para que te hagas una idea: la floresta amazónica tiene una extensión de 5,2 millones de km2, que representan el 61 % del territorio del país, posee el 30 % de la biodiversidad del mundo y su río, el más extenso y caudaloso del planeta, alcanza en algunos tramos los 10 km de anchura. Si estos datos te han cautivado, hay multitud de agencias que organizan todo tipo de planes respetuosos con el medioambiente: cruceros de varios días por el río Amazonas, paseos en canoa para descubrir sus misterios, vuelos en hidroavión… Además, puedes alojarte en una cabaña en la selva. Es toda una aventura. 
 #8. Admirar la arquitectura de Brasilia.
La actual capital del país está a casi mil kilómetros al noroeste de Río de Janeiro. Es una ciudad artificial, construida en forma de avión apuntando al sureste. Aquí reside la presidenta del gobierno, Dilma Rousseff, y están las sedes de las principales instituciones. Te gustará Brasilia si amas la arquitectura moderna, ya que aquí podrás admirar algunos de los trabajos más reconocidos de Oscar Niemeyer (la catedral, el Palacio del Congreso…), una leyenda de la arquitectura internacional. Niemeyer murió en 2012, a los 104 años y en activo.
#9. Pasear por el barrio de Pelourinho en Salvador de Bahía.
Si sólo tienes un día para estar en esta preciosa ciudad ve directamente al barrio de Pelourinho, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los colores de sus casonas de estilo barroco colonial te transportarán al siglo XVII o XVIII, época en que fueron construidas. En el barrio está el Elevador Lacerda, ascensor de uso público y símbolo de la ciudad por sus dos torres de 72 metros, que comunica la parte alta y la baja de Salvador de Bahía.


#10. Disfrutar de su mundial de fútbol.
Del 12 de junio al 13 de julio, el país entero latirá al ritmo de los goles de su selección. Si seguir a ‘la Roja’ es tu excusa para viajar a Brasil, el 13 de junio tendrás que estar en Salvador de Bahía, el 19, en Río de Janeiro, y el 23 del mismo mes, en Curitiba. A partir de ahí, habrá que esperar que la suerte acompañe a nuestra selección para que juegue la final el 13 de julio, en el memorable Estadio Maracaná (Río de Janeiro)

CÓMO LLEGAR
Para entrar en Brasil como ciudadano de la UE debes llevar, desde 2012, el pasaporte con validez mínima de seis meses, billetes de ida y vuelta y reservas de hotel o, en su caso, respaldo de recursos económicos (mínimo, 80 € por día y persona). Si te vas a alojar en casa de un amigo o familiar necesitas, además, una carta de invitación.
+ Info:
www.visitbrasil.com

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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