Moda

Pierre Cardin

Puede que Pierre Cardin no sea recordado por diseños extremadamente brillantes, pero sí por haber dado un paso adelante importante para configurar el mundo actual de las empresas de moda.A sus 91 años, monsieur Cardin puede estar orgulloso de haber creado su propia marca, haberla comercializado hasta la extenuación y estar amargado por haberla degradado completamente: pero ha creado nuevas opciones empresariales.
Este veneciano de padres franceses estudió arquitectura en París, donde comenzó a colaborar con Jeanne Paquin, Elsa Schiaparelli y Christian Dior. Inteligente, hábil y buen negociante, fundó su propia casa en 1950, lo que le llevó alto en su reputación en el sistema de la moda. Lejos de preocuparse por la silueta de la mujer, Cardin llegó a la cumbre presentando piezas geométricas, modernas, «siderales» y unisex.
Se lanzó a hacer «caja» apoyado por su reputación como costurero: fue la primera marca importante en entrar en el mercado japonésa finales de los 50, un mercado que desde entonces se mostró clave para el sector de la moda. Tan solo en los años 80 Louis Vuitton puso un pie en Japón. Después, todas las marcas europeas siguieron y arrasaron.
Otra idea comercial que se le ocurrió al inquieto Cardin fue crearcolecciones con su nombre para distintas cadenas comerciales, en su caso comenzando en los grandes almacenes parisinos Printemps. Actualmente, este tipo de colaboración está a la orden del día, incluso en España.
En los 70 decidió salirse de la rutinaria Chambre Syndicale de la Mode y presentar sus colecciones en un espacio innovador y sorprendente, un antiguo teatro que convirtió en el Espace Cardin. Desde entonces, las demás marcas han creado sus propios museos, aunque han tardado entre 20 y 40 años en hacerlo: el museo de Louis Vuitton en Asnières, el de Gucci en Florencia o la Fundación Prada son algunos ejemplos.
En su periplo de hiperactividad, creó los interiores para los automóviles AMC Javelin en 1971, dando incluso la opción de personalizarlos. Esto se ha repetido en la historia del motor y la moda, pero de nuevo, 30 o 40 años después, como las maletas de Concept Cars de Renault por Vuitton o los recientes Fiat tuneados por Gucci.

Dúo futurista

Como en tantas historias de éxito, en Cardin hubo dos cabezas: creó un tándem impecable con Andrè Oliver. Esto se ha repetido en Gucci con Domenico de Sole y Tom Ford, en Prada con Patrizio Bertelli y Miuccia Prada, en Dolce & Gabbana con Domenico y Stefano o en Valentino con Valentino Garavani y Giammetti.
Buscando novedades se le ocurrió adentrarse en el mundo de la hostelería, adquiriendo en 1981 Maxim’s de París, lugar de encuentro de nobles, artistas y realeza, ampliando la cadena y creando posteriormente los hoteles Maxim’s. Otras marcas han tardado 30 años en abrir restaurantes y hoteles: el Gucci Café de Milán, el Café Cavalli y los hoteles de Bulgari o Armani.
Cardin también fue pionero al recuperar la manera de mostrar sus colecciones en pequeños trunk shows a clientes y prensa, algo que se había perdido desde la época de Dior y que ahora se ha vuelto a convertir en habitual durante el siglo XXI.
Pero lo que más marcó un antes y un después en el mundo de la moda fue su idea de rentabilizar su marca cediéndole la fabricación y comercialización a empresas de distintos ámbitos: perfumería, corbatas, decoración, gafas o zapatería. Pierre Cardin acabó incluyendo su logotipo en miles de productos alrededor del mundo, generandotremendos ingresos. Esto se ha convertido en el «pan nuestro de cada día» de casi todas las empresas del sector: las gafas de Gucci las fabrica y comercializa la multinacional óptica Safilo; las de Prada, Luxottica. BPI produce y comercializa perfumes de Hermès, Gaultier o Elie Saab. Las empresas de bolígrafos, agendas y alfombras pagan sus royalties por utilizar las marcas de diseñadores.
Como otros empresarios de la moda, Pierre Cardin abusó de esta sobreexposición de la marca en el mundo, e incluso consiguió que casi el cliente más neófito se diese cuenta de que no podía haber mucho nexo de unión entre el impecable vestido de 300.000 pesetas en una revista de París y el par de calcetines pardos de hombre de 50 pesetas en la tienda de su pueblo en Palencia. Pierre se cargó lo que creó, pero en su derecho estaba. Entretanto, nos dejó un verdadero elenco de opciones empresariales creativas que han creado escuela y marcado al mundo.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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