Jessica Chastain es Hollywood

Su melena pelirroja, su sonrisa roja, su piel clara y su forma de posar. Así se forja el glamour eterno

Jessica Chastain es Hollywood. Los movimientos estéticos que identifican cada momentos son efímeros y a menudo frágiles, aunque las mujeres que los encarnen sean paradójicamente fuertes. Nacen, reinan y mueren. Es algo que queda claro cuando uno repasa las historias que cuentan las alfombras rojas a través de los años; tendencias que imperaron –de estilo, de belleza– durante un breve tiempo. Pero Jessica es Hollywood.

Su melena pelirroja, su sonrisa roja, su piel clara y su forma de posar. Ella encarna de una forma atemporal lo que es el glamour eterno –ese que no se crea ni se destruye, sino que simplemente se transforma–, lo que es el star system, lo que es una estrella. Jessica es Hollywood. Por eso, cada nominación que recibe por su trabajo es una forma dejusticia poética. El domingo 24 de febrero caminará por la red carpet del Kodak Theatre, representando todo esto y seguro pensando en cómo reaccionará cuando escuche como se abre el sobre que incluye su nombre y el del resto de nominadas al Oscar de Mejor Actriz.

Foto: Getty Images

El cine tiene un don y ése es el de crear imágenes que impactan de tal manera en el espectador que le acompañan el resto de su vida. Como la de Jessica Chastain ondeando sus vestidos de flores, pisando descalza el césped, en El árbol de la vida. O la de Jessica, con la cara crispada de preocupación, entrando en el búnker que su marido ha construido en Take Shelter. O la de Jessica escribiendo frenética una cuenta interminable de días sobre el cristal de su jefe en la CIA, en La noche más oscura.

Estos días, mientras se camina por cualquier ciudad del mundo, Jessica custodia esos paseos desde una fotografía híper potente en la que tiene las manos y los brazos manchados de pintura violeta. Una imagen simbólica y enigmática en la que representa los valores de Manifesto, el perfume de Yves Saint Laurent. Un juego entre feminidad, luz, provocación y sensualidad. Mientras camine el domingo de los Oscar por esa alfombra roja dejará esa estela de perfume, generando nuevas imágenes destinadas a perdurar. Porque no hay que olvidarlo: Jessica es Hollywood.