Aston Martin lanza su último purasangre

No todos los días un mayordomo me saluda, bajo las escaleras de piedra de una mansión 

campestre, introduzco la llave en el salpicadero y comienzo a oír música celestial -esta vez- de un espectacular Vanquish, la última creación de Aston Martin que coincide con el centenario de la marca y el 50 aniversario de la saga 007. Chasis de aluminio, carrocería de fibra de carbono y frenos cerámicos son su tarjeta de presentación.

Hand built in England, grabado en una placa en las puertas del modelo en color Light Bronze, es la antesala de un lujoso interior en el que destaca la blanca tapicería de piel en contraste con el negro de algunas zonas del salpicadero y la fibra de carbono de la consola central. Ésta reúne los principales mandos que comparte con una pantalla táctil de 6,5″ situada en la zona superior. El sistema de info-entretenimiento tiene un equipo de 1.000 W Bang & Olufsen BeoSound de 13 altavoces, navegador Garmin, Bluetooth y Wi-Fi. Se pueden elegir diferentes acabados del panel de techo, carcasas de los retrovisores, palancas del cambio y manetas de las puertas en acabado de fibra de carbono visto y diferentes cueros para el volante o número de radios en las llantas (10 ó 20) y del tipo de bordado del reposacabezas.

El nuevo Vanquish combina la ingeniería avanzada con los trabajos artesanales. Se necesita, por ejemplo, más de 70 horas de trabajo manual para construir y tapizar su interior, en el que se utilizan siete tipos de piel. Las primeras entregas serán a finales de año.

El Vanquish es un cupé superdeportivo de tracción trasera construido a mano en la sede mundial de Aston Martin en Gaydon, en el centro de Inglaterra. Impresiona su diseño moderno, resaltado por sus spoilersy el alerón trasero. Se puede adquirir como un biplaza u opcionalmente, por 4.500 € más, como un 2+2, pero las plazas traseras sólo sirven para niños que no alcancen los 1,50 m. El puesto de conducción y del acompañante -de Recaro- son cómodos y confortables. El diseño gira en torno al conductor, agrupando los mandos principales cerca de él para garantizar una experiencia de conducción más intensa. Sorprende su maletero de 368 l, un 60% más que el DBS.

Disfrutar de su potencia fue memorable por las carreteras de Buckinghamshire. Vías comarcales con poco tráfico, estrechas y viradas en las que el coche demostró perfectamente su carácter deportivo, agarre y docilidad. Es suave y refinado, pero su capacidad de respuesta es brutal si se pisa con energía el acelerador.

El motor va asociado a una caja de cambios Touchtronic 2 de seis velocidades, que en automático se introducen suavemente y son muy rápidas si se usan de forma manual con dos levas situadas tras el volante. Tiene forma similar a los Fórmula 1 pero más grande. Una joya de Aston Martin. No diré nunca jamás a este diamante para la eternidad.

Más info: www.astonmartin.com