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Upcycling: cuando los desechos se vuelven arte

De qué se trata esta tendencia en el mundo artístico. Cómo la pandemia puso a disposición materiales que pueden resignificarse, generando un llamado consciente en relación a los espacios y a cómo interactuamos con ellos.

Durante la pandemia, el aislamiento llevó a muchas personas a reencontrarse con su hogar y sus hábitos más cotidianos. Muchos aprovecharon para ordenar la casa; ya sea con la excusa de armar sus espacios de home office o, simplemente, debido a que se pasa más tiempo en ella y se toma conciencia de su importancia. Gracias a la inspiración de gurúes como Marie Kondo, clasificaron, ordenaron… y desecharon.

Este escenario se hizo ideal para el «Upcycling» o reciclaje creativo; ¿de qué se trata? Fundamentalmente de aprovechar objetos para crear productos por medio de la creatividad, generando un mayor valor que el que tenía originalmente. En otras palabras, el arte de transformar residuos en objetos de valor usando la imaginación, con apropiación como método.

“La gente tomó conciencia del espacio donde vive y su importancia.  Y hubo otros que,  al ordenar sus espacios, sacaron a la calle aquello que ya no usaban. Encontré sillas, cajones, puertas de armarios y de casas… también una mesa de luz y un locker, entre tantas cosas más. Restos de todo lo que se nos ocurra, y de lo que no, también.” comenta Vivi Berthet,  pintora  que hace culto del upcycling.

Se detectó una mayor conciencia a la hora de dar valor y atención a los espacios que transitamos todos los días, cuando antes se consideraban “de tránsito” y pasaban desapercibidos. Así, tutoriales de YouTube e influencers en instagram compartieron tips para transformar el hogar. “Hubo quienes pintaron sus casas, cambiaron sus muebles vendiendo lo que ya no usaban y comprando objetos de segunda mano. ¡Inclusive compraron arte!” señala Berthet.

La artista visual argentina destaca que en su caso, el upcycling es coherente con su estilo de vida. “Hay un hilo conductor en mi historia que fue resignificada  a través  del arte. Hacer arte con lo disponible es un modo de respetar el planeta y a su gente. Consumir menos, reusar y darle una nueva oportunidad a las cosas para que no sean descarte sino algo bello, que – además – tiene la huella del tiempo.”

Berthet comenta que mezclar materiales nobles como la madera con alambres  oxidados que estaban entre los desechos, es uno de los modos más especiales para producir arte. “Hay todo un proceso que implica encontrarlos, limpiarlos y darles cuerpo, es especial…” En definitiva, se trata de mirar donde menos se mira.

Claro que esta tendencia y estilo de vida necesariamente va de la mano de otras prácticas. Al preguntarnos por la reutilización, es habitual que también surja un interés genuino por la sustentabilidad, la alimentación consciente y todo aquello que permita una conexión más auténtica con todo lo que nos rodea. “Hacer arte consciente  también es comer de modo consciente, es usar productos para mi cuerpo acordes con esa sintonía.  Es respirar sabiendo que estás aquí y ahora; es acompañar al otro y crear juntos. Es perseverar, hasta encontrar en tu propio ser, aquello que tiene sentido. Eso impacta en todos los aspectos de la vida y así, el arte fluye como una brisa suave y fresca, sostenida y constante,  y entonces…  resulta que todo es arte.” finaliza Berthet.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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