Belleza

Cómo reducir tu cintura para ganar vitalidad

Por Carolina Winograd, experta en Wellness y Yoga Facial*

Cuando se habla de reducir perímetro de cintura (perímetro abdominal) casi que de inmediato pensamos en perder peso. Y si bien es cierto que perder peso puede ser un factor determinante, no es el único. Por caso, podés hacer dietas o llevar una alimentación saludable, o podés hacer cientos de abdominales para “quemar grasas”, y aun así no reducir ni un centímetro, sintiendo que de todas formas controlar tu peso se vuelve muy difícil.

¿Cómo podemos, entonces, reducir cintura de una forma saludable y placentera? ¿Cómo podemos lograrlo activando además nuestro metabolismo de una forma sencilla y orgánica, mejorando nuestra digestión, nuestro sistema gastrointestinal, y nervioso, revirtiendo o previniendo patologías que provocan nuestro envejecimiento prematuro?

La fórmula del éxito es mucho más simple de lo que estamos acostumbradas an escuchar, y depende fundamentalmente de dos variables:

  1. Nuestra postura
  2. Nuestra Respiración

Cuando mejoramos nuestra postura y nuestra respiración de una forma sostenida, automáticamente mejoramos también nuestro sistema nervioso, metabólico, circulatorio y linfático. Y empezamos a sentirnos y vernos de maravillas.

No son los años los que nos achican, los que nos deterioran, sino la forma en que día tras día descuidamos nuestra postura, y por ende también nuestra respiración y nuestra musculatura estabilizadora. Sea que pasemos mucho tiempo sentadas, frente a un ordenador, o con el celular en mano, o mucho tiempo paradas mirando hacia abajo, muy probablemente ya ni nos demos cuenta que nuestro cuello está adelantado, nuestros hombros retraídos, nuestro pecho cerrado, y nuestra musculatura cervical, dorsal y lumbar compensando toda esa sobrecarga que nos inclina hacia adentro y hacia abajo. Este combo postural afecta nuestro estado anímico, nuestro nivel de energía, y nuestra respiración.

Un pecho cerrado y una espalda muy o levemente encorvada hacia adelante comprime nuestro diafragma. Y además, nuestro nivel de estrés lo tensa. Un diafragma comprimido y tenso, no solo empuja hacia abajo todos nuestros órganos viscerales, provocando problemas digestivos y gastrointestinales, y la protrusión de nuestro abdomen (abdomen hacia afuera), sino que repercute directamente en nuestro sistema circulatorio, linfático y metabólico. Y es allí donde quedamos a merced del deterioro: baja nuestra energía, nos sentimos cansadas, desganadas, nerviosas o con más ansiedad, tenemos problemas con nuestro peso, aparecen hernias de hiato, umbilicales, inguinales, problemas digestivos, problemas gastrointestinales, cualquiera de las ‘algias’ (cervicalgias, lumbalgias), prolapsos, incontinencias urinarias y fecales, bruxismo, arrugas prematuras, y la lista podría seguir.

Ejercicios rejuvenecedores

 

¿Qué podemos hacer entonces para frenar el deterioro y ganar vitalidad a cualquier edad?

Empecemos generando espacios en nuestra columna vertebral.

Antes de hacerlo, medí tu cintura con un centímetro en exhalación y luego hacé el siguiente ejercicio:

Si estás parada, flexioná levemente tus rodillas, con tu pelvis neutra, imaginá que tu sacro va hacia abajo y que la cima de tu cabeza empuja desde adentro hacia arriba. Tus orejas tienen que estar alineadas con tus hombros. Esto generá una leve apertura en tu columna vertebral, que tu cuerpo agradecerá de inmediato.

Ahora rotá suavemente tus hombros hacia atrás y separá tus omóplatos.

Llevá tus manos a las costillas e intenta abrir tu caja torácica con cada inhalación y cerrarla con cada exhalación. Buscá el centímetro y medí tu cintura en exhalación, manteniendo esta postura. ¿Cuánto mide tu cintura cuando tu postura está alineada? Mucho menos, no?

Sostené esta postura por 2 minutos. No la desarmes, sino que te recomiendo que trates de mantenerla sin rigidez ni esfuerzo a lo largo del día.

Sumemos una prueba más, chequeando cómo está tu diafragma

Recostada y con piernas flexionadas, vas a juntar tus índices y vas a colocar tus dedos por debajo del esternón y costillas. Vas a exhalar e intentarás llevar tus dedos hacia adentro y hacia arriba. Si sentís que tus dedos no pueden entrar o que te duele o molesta al intentarlo, o que al inhalar tus dedos son expulsados, significa que hay mucha tensión en tu diafragma y que probablemente, tu diafragma esté muy bajo. Lo que a su vez provoca que tu abdomen protuya hacia afuera, y que tu retorno circulatorio y linfático esté empobrecido.

Para liberar de tensiones a tu diafragma podés repetir este test, masajeando con tus dedos el borde costal, de forma suave, 2 o 3 veces por día.

Podemos frenar el envejecimiento prematuro, lograr un peso saludable y sentirnos cada día mejor

Sí reeducando nuestra postura y nuestra respiración. Es la base y fuente de nuestro bienestar, y del entrenamiento inteligente de baja presión, pero de altos resultados, que enseñamos en Kaliope Glow para que de forma orgánica y placentera: estilices tu figura, mejores tus funciones vitales, prevengas y reviertas patologías, mejores tu estado anímico, ganando siempre armonía y bienestar.

*Carolina es fundadora de Kaliope Głów- Academia de Wellness & Yoga Facial.

Es experta en Wellness, Low Pressure Fitness y Entrenamiento Facial con especialización en bruxismo y Medicina Tradicional China.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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