Salud

Prevención del Suicidio: 10 conductas alertantes

La Organización Panamericana de la Salud indica que 97,339 personas murieron en el 2019 por suicidio en la Región de las Américas, y se estima que 20 veces ese número puede haber realizado intentos de suicidio. Ante una nueva jornada de reflexión, la psicóloga Maria Silvina Sosa (MN 28949 MP 81875) de DIM CENTROS DE SALUD brinda una serie de claves y pistas que pueden ayudar a reconocer conductas preocupantes en las personas de nuestro alrededor.

Cada año, más de 700.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos. Desde que la OMS declaró al COVID-19 como una pandemia en marzo de 2020, más individuos experimentan pérdida, sufrimiento y estrés. Centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza. Acercarse a los seres queridos por su salud mental y su bienestar podría salvarles la vida.

Para este 2022, el tema central del Día Mundial de la Prevención del Suicidio es “Crear esperanza a través de la acción” y manifiesta la necesidad de tener un enfoque social y conjunto que pueda orientarse hacia medidas preventivas. Esto se puede lograr mediante el desarrollo de capacidades de los proveedores de atención médica y otros actores relevantes, difusión de mensajes positivos e informativos dirigidos a la población en general y grupos en riesgo como los jóvenes, y facilitando un debate abierto sobre la salud mental en el hogar, la escuela y el lugar de trabajo, etc. También se anima a las personas que están contemplando el suicidio o se ven afectadas por él a que compartan sus historias y busquen ayuda profesional.

“El comportamiento suicida está determinado por un gran número de causas complejas (pobreza, desempleo, la pérdida de seres queridos, una discusión, la ruptura de relaciones y problemas jurídicos o laborales) y se requiere un abordaje inmediato al momento de sospechar que alguna persona en nuestro entorno puede estar siquiera, considerando la opción. También los antecedentes familiares, así como el abuso de alcohol y drogas y los maltratos en la infancia, el aislamiento social y determinados trastornos mentales, como la depresión y la esquizofrenia, también tienen gran influencia en numerosos suicidios. Las enfermedades y el dolor agudo también pueden incrementar el riesgo de suicidio” explica la profesional.

CONDUCTAS A LAS CUALES ESTAR ALERTA

Hay muchos factores de riesgo que pueden llevar a un aumento en los pensamientos sobre quitarse la vida. Es importante reconocer esto para poder actuar de forma inmediata y tratar de asistir a quien está atravesando un momento difícil, en donde se requiere empatía, no juzgar y acompañar.

  1.        PÉRDIDAS RECIENTES: Una muerte en la familia o amigos, trabajo o incluso en relaciones afectivas pueden ser factores de riesgo de comportamiento suicida, especialmente si se sienten aislados o sin apoyo social.
  2.      AISLAMIENTO SOCIAL/ BULLYING/ DISCRIMINACIÓN:  Especialmente en la adolescencia los cambios repentinos de humor son habituales y esperables, pero deben, justamente, cambiar. Si una conducta se mantiene en el tiempo, es momento de hablar. Los estudios muestran que 9 de cada 10 adolescentes que se quitaron la vida tenían problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Especialmente se registra en el último tiempo, conductas asociadas a los cambios de géneros y elecciones sexuales.
  3.      ABUSO DE SUSTANCIAS: Las personas que tienen un trastorno del estado de ánimo, ansiedad, consumo de alcohol u otras sustancias, una enfermedad física importante o un historial de trauma, abuso o suicidio en su familia tienen mayor riesgo. Si se nota un aumento en el consumo de alcohol o drogas o si la persona comienza a comportarse de manera imprudente, como conducir en estado de ebriedad o sin el cinturón de seguridad, es momento de alarmarse.
  4.      ANGUSTIA ECONÓMICA: Podría parecer superficial, pero se trata de una realidad que enfrentan millones de personas que están sin trabajo estable o precario y se deben enfrentar a las responsabilidades de la vida moderna.
  5.      CAMBIOS DE ÁNIMO EXTREMOS: Es posible notar en la conducta de la persona cambios de ánimo extremos, que van desde la euforia hasta depresión profunda o parece agitado, expresa rabia o habla de buscar venganza. También puede dormir demasiado o, por el contrario, muy poco y suele tener un sentido marcado de aislamiento. Estos patrones de cambio también pueden verse reflejados en el apetito y las actividades sociales, tareas escolares, domésticas y otras responsabilidades.
  6.      SE SIENTE DIFERENTE / UNA CARGA PARA EL RESTO / NO ENCUENTRA SU LUGAR: Ciertamente quienes consideran quitarse la vida suelen estar atravesando un dolor psicológico insoportable o consideran que ya no hay esperanzas para ellos. Se sienten una carga para sus amigos o familiares, no se sienten cómodos con sus elecciones de vida, sus costumbres y hablan de sentirse atrapados o no tener motivos para vivir.
  7.       BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN SOBRE CÓMO REALIZARLO: Se detecta que la persona ha buscado formas de suicidarse, compara opciones, considera comprar un arma u obtener prescripciones médicas que le puedan facilitar el acceso a su objetivo.
  8.      DESPEDIDAS Y REGALOS: Es muy habitual, también, notar que la persona realiza llamadas sin motivo aparente para despedirse o manifiesta sus sentimientos abiertamente hacia alguien cuando no suele hacerlo. También comienza a regalar posesiones preciadas, regalos, fotos, recordatorios, etc. como forma de preservar su presencia y su recuerdo para el entorno.
  9.      VIOLENCIA O ABUSO DOMÉSTICO: A veces parece ser la única salida para evitar seguir sufriendo en un ambiente tóxico. Es siempre fundamental poder contar con alguien con quien hablar, que escucha sin juzgar.
  10.    AMENZAR CON QUITARSE LA VIDA: A menudo pueden parecer frases infundadas o exageradas, pero si hay un sostenimiento de frases o pensamientos específicos es crucial tomarlas con seriedad. «Quiero morirme, ya nada me importa, quisiera desaparecer o irme a dormir y nunca despertar. Todos estarían mejor sin mí, ya pronto voy a dejar de molestar y otras frases similares requieren atención profesional.

Cualquier persona que pueda detectar alguna conducta semejante, debe tratar de hablar con un profesional o persona de autoridad responsable. Siempre es recomendable rodearse de afectos que contribuyan a generar un entorno de positividad. Amigos, vecinos, familia e incluso mascotas son excelentes confidentes. También se anima a las personas a realizar ejercicio físico, ya que la actividad física alivia los síntomas de salud mental y apoya cualquier plan de bienestar. Ya sea salir al aire libre a caminar, hacer ejercicio en el gimnasio, una clase de ejercicios en línea o cualquier otra cosa, el ejercicio eleva el estado de ánimo estimulando la producción de endorfinas (sustancias naturales en el cerebro y el cuerpo que ayudan a equilibrar el estrés y controlar el dolor). Así como tam bién apoya niveles más altos de serotonina, otra sustancia del cerebro y el cuerpo que conduce a un estado de ánimo positivo y un sueño reparador.

Con el asesoramiento de la psicóloga Maria Silvina Sosa, (MN 28949 MP 81875) de DIM CENTROS DE SALUD

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Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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