Vuelve Sybilla
Sybilla, vuelve. La mítica diseñadora española Sybilla Sorondo, y decimos española pues a pesar de haber nacido en Nueva York es en España donde creció y donde comenzó a despuntar dentro del mundo del vestir, vuelve a su medio natural: el universo de la moda. Un espacio del que, siendo sinceros, nunca ha terminado de marcharse del todo, a pesar de los permanentes retos a los que ha debido de saber hacer frente a lo largo de todos estos años, y en el que nuevamente se encuentra decidida a retomar plenamente la actividad. Una nueva etapa que además llegará alumbrada con la próxima exposición retrospectiva, la mayor organizada hasta la fecha, con la que se le rendirá tributo, el próximo mes de septiembre y desde Madrid, a sus 40 años de trayectoria.
Equiparada por la calidad y la originalidad de sus prendas, la fina sensualidad, la delicadeza atemporal y la arquitectura de los cortes de sus diseños con los nombres de los grandes maestros de la moda, desde Balenciaga a Madame Grès, pasando por Vionnet y Schiaparelli hasta llegar a los representantes japoneses que marcaron el rumbo de la moda durante la década de los años 80, y de entre los que destacaba la figura de un, recientemente ya fallecido, Issey Miyake que sería quien le terminase abriendo las puertas de Japón, Sybilla ha seguido una trayectoria repleta de altibajos a lo largo de su consolidadísima carrera dentro del mundo de la moda. Una escena en la que se decidía a debutar en solitario con la presentación en Madrid de su primera colección en 1983, después de haber logrado formarse —sin estudios reglados en diseño ni corte y confección— en los talleres del igualmente mítico diseñador francés Yves Saint Laurent. Una casa en la que aprendería una metodología que es la que ha guiado su hijo y aguja a lo largo de sus 40 años de carrera, hilo y aguja que la diseñadora, y con todo lo vivido, no tiene intención alguna de soltar, para lo que anuncia que ahora, y a sus envidiablemente bien llevados 59 años, volverá a contar con un taller en Madrid.
Ante esta nueva etapa que se le presenta, la diseñadora confesaba, a lo largo de unas declaraciones concedidas a El País Semanal, sentirse ilusionada con la puesta en marcha de este nuevo taller. Un estudio desde el que se abrirá a la confección de prendas a medida y de vestidos de novia, y proyecto para el que ya se siente animada, añadía, a estudiar poder seguir ampliándolo con la creación de objetos para el hogar y hasta incluso con prendas de ropa íntima. Dos categorías precisamente por las que están apostando, en su búsqueda por la diversificación, algunas de las principales marcas y grupos vinculados a la industria de la moda, tanto nacionales como internacionales, y en las que el lenguaje creativo que atesora y del que hace uso Sybilla, junto a su más que indiscutible “saber hacer”, podrían aportar una nueva perspectiva que, al menos de antemano, ya resulta de lo más estimulante. Siendo no obstante una aventura del todo inédita para la diseñadora, quien ya en 1987 presentaba su primera colección de textiles para el hogar, y bajo cuyo nombre siguen comercializándose, desde Japón, líneas además de ropa de decoración y de complementos.
Veneración en Japón
Con este próximo regreso a la escena de la moda española, en un discreto papel muy acorde con la personalidad y los modos, reservados y esquivos, de los que ha hecho buena gala la diseñadora a lo largo de toda su vida, Sybilla parece mostrarse decidida a seguir disfrutando del arte de la costura, desde una posición de la que, a pesar de entenderse este como su regreso, como bien apuntábamos nunca ha dejado de ejercer. Estando eso sí hasta ahora, y desde que el pasado 2018 se decidiera a cerrar su última tienda en Madrid y ha terminar por paralizar la actividad de su marca, limitada al mercado japonés. Un país al que accedía de la mano de Miyake, y en el que ya se decidía a encontrar refugio a comienzos de la década de los 90.
Por aquellas fechas Sybilla, a sus solamente 27 años de edad, se encontraba en lo más alto de su carrera como diseñadora. Con unta tienda en Madrid desde septiembre del 87, y después de organizar su primer desfile internacional en Milán en el 88, la diseñadora acaba de abrir una nueva boutique en París. Ciudad desde la que se decidía a presentar su colección para la temporada Otoño/Invierno 1991/1992, tras cuyo desfile la diseñadora terminaba por anunciar su decisión de cesar su actividad en Europa para centrarse única y exclusivamente en Japón. Una decisión que, echando la vista atrás, no pudo resultar de lo más acertada, convirtiéndose en un vital soporte que ha permitido a la diseñadora mantenerse bin resguardada y a salvo de las turbulencias de los tiempos que marcarían algunas de sus décadas posteriores.
De este modo, y de la mano del Grupo japonés Itokin, en el verano de 1989 la diseñadora firmaba un contrato de cesión de licencias para la fabricación y la venta de sus colecciones de prêt-à-porter de moda femenina, para el mercado japonés. Una asociación que ha permitido mantener más que vivo el nombre de Sybilla entre los consumidores nipones, a través de las tres marcas, Sybilla, S Sybilla y Jocomomola, bajo la que se comercializan sus diseños en Japón, de la mano de más de 40 puntos de venta. Una huella que ha logrado mantenerse así a salvo y completamente al margen de periodos como el del retiro, de 10 años, que la diseñadora pasó en Mallorca hasta poder recuperar el control de su propia marca tras abrir su capital a un grupo de socios inversores.
Una mala experiencia que la llevó a dedicar su tiempo, mientras se esforzaba por poder volver a recuperar su nombre, a proyectos vinculados a la agricultura, la educación y la sostenibilidad, de los que regresaba, nuevamente revitalizada, con la firme intención de impulsar su marca a comienzos del año 2015. Una etapa para la que buscaba lograr abrirse nuevamente un hueco propio, en el cada vez más competitivo mundo de la moda, a base de asociaciones estratégicas, como la firmada con Ecoalf, y de la apertura de puntos de venta efímeros. Una hoja de ruta que terminaba cristalizando en la apertura de una nueva tienda permanente en Madrid, en el número 2 de la céntrica Travesía de Belén del barrio de Justicia, que finalmente terminaba por echar el cierre tras la decisión de la diseñadora de paralizar la actividad de la marca después de no lograr cerrar ningún acuerdo con alguno de sus potenciales socios inversores. Momento este desde el que la diseñadora se ha mantenido nuevamente volcada en la evolución de su proyecto en Japón y a sus causas ecológicas y sostenibles, hasta hoy.
Exposición retrospectiva en Madrid
Premio Nacional de Diseño de Moda en 2015, y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2018, años precisamente ambos que han venido a marcar los que habían venido siendo, hasta ahora, dos de los principales puntos de inflexión de toda su carrera, el de su último regreso y el de su última retirada de la primera línea del mundo de la moda, esta nueva etapa a la que se abre ahora Sybilla llega también señalada con un acontecimiento extraordinariamente singular: la organización de la mayor exposición retrospectiva a sus 40 años de trayectoria.
Organizada bajo el título “Sybilla: el hilo invisible”, la exposición, comisariada por Laura Cerrato Mera, está previsto que abra sus puertas el próximo 27 de septiembre de 2022, desde la Sala Canal de Isabel II de Madrid. Un espacio ubicado en el número 125 de la calle de Santa Engracia de la capital de España, que no hay que confundir con la sede de la Fundación Canal de Isabel II, gestionado por la Comunidad de Madrid y reservado para exposiciones de fotografía y de moda como la que se le dedicará ahora a la figura de Sybilla; muestra que podrá visitarse hasta el 15 de enero de 2023.
Como adelanto de lo que nos deparará la exposición, la muestra exhibirá una serie de cerca de 80 conjuntos de indumentaria, junto a cerca de otras 80 piezas documentales, como catálogos de sus colecciones, invitaciones, materiales de sus desfiles, artículos de prensa o imágenes y fotografías de sus diseños y campañas, realizadas estas por colaboradores tan importantes y cercanos a la diseñadora como lo fueron los fotógrafos Juan Gatti, Javier Vallhonrat, Pepe Lamarca, Retamar o, la recientemente fallecida, Ouka Leele. Una suma de piezas que se pondrán frente a los ojos de los visitantes con el fin de terminar de ayudar a entender y a contextualizar el universo de la diseñadora, nos explican desde la Sala Canal de Isabel II, y que encontraremos a lo largo de las 5 plantas en las que quedará organizada la exposición, y de las 5 secciones temáticas en torno a las que se terminará orquestando: “El hilo que hilvana”, “El hilo que hilvana”, “El hilo que urde”, “El hilo que trama”, “El hilo del tiempo” y “Un hilo de voz”.
A través de esta estructura, “el visitante se sumergirá en el mundo de Sybilla, desde sus inicios, sus diferentes etapas creativas, sus referencias”, para, y “como colofón”, terminar visualizando “un vídeo íntimo que ahonda en su universo creativo” y que se reproducirá desde el interior de la cuba de la Sala Canal, entran a detallarnos desde la Comunidad de Madrid. “Considerada por muchos la principal diseñadora que ha dado la moda española desde Cristóbal Balenciaga, Sybilla ha evolucionado su gama cromática, los tejidos elegidos y la técnica de las prendas, hasta alcanzar una complejidad y maestría que la elevan a la categoría de los grandes couturières de la Historia de la Moda”, enfatizan desde la organización de esta exposición.
Una suma de singularidades que podrán descubrirse, en detalle, a lo largo de toda esta próxima muestra, que se nos presenta como “la más grande exposición dedicada hasta la fecha a la reconocida diseñadora española Sybilla”, y desde la que se nos plantea un recorrido por “los diferentes estados creativos por los que ha transitado en sus 40 años de trayectoria”. Desde que comenzara en los años 80 como “parte del movimiento conocido como la Movida madrileña”, para desde ahí pasar a la firma de sus primeros contratos en Italia y Japón durante la década de los 80, su consagración internacional en los 90, su retirada “de la moda occidental” y la de su segunda retirada en 2004, para ya ir finalizando con su regreso en 2014, su nueva retirada en 2018, y hasta llegar al día de hoy.
De toda esta dilatadísima y brillante carrera, “cabe destacar su compromiso con la sostenibilidad”, un valor que, añaden desde la Comunidad de Madrid, “ha estado presente desde casi el inicio de su carrera, en un momento en el que muy pocos nombres dentro de la industria hacían una reflexión sobre un tema tan de actualidad hoy en día”. Siendo además esta una cuestión estrechamente relacionada, primero con aquella “primera retirada de Sybilla en el panorama de la moda occidental”, que emprendió “tras reflexionar sobre el ritmo tan rápido y exigente que se imponía dentro de la industria”; y segundo con el tono que marcó su regreso en 2014-2015, presentando “colecciones realizadas en colaboración con pequeñas empresas con impacto social y medioambiental”. Aspectos todos ellos que se pondrán en valor desde esta próxima exposición “Sybilla: el hilo invisible”.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial