Vacunas en discordia por Jorge Elías

Las nuevas restricciones adoptadas por el gobierno argentino frente a la llamada segunda ola de coronavirus provocaron más rechazos que adhesiones. No por las medidas de cuidado colectivo, sino por la fatiga pandémica. Eso que significa no ver la luz al final del túnel y, en el medio, temer más quebrantos en medio del manejo desprolijo e inescrupuloso del cronograma de vacunación.

La incertidumbre desalienta, como coinciden en señalar el médico pediatra Carlos Kambourian, expresidente del Hospital Garrahan, y Juan Carlos Juárez, especialista en seguridad social y previsional que ha sido dos veces diputado de la provincia de Buenos Aires.

¿Qué ocurrirá después de la pandemia? Si no hay mañana sin ayer, Jorge Ossona, profesor de la Universidad de Belgrano y docente e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, evalúa el final de trances anteriores, como la gripe española de 1918, con una suerte de explosión. La de los “locos o felices años veinte”.

«Claro que se politizó la administración de las vacunas», dice Kambourian

En otro tiempo y en otro lugar, la política mete la cola. En Argentina, la posibilidad de diferir las elecciones primarias y las de medio término condimentan aún más un clima poco propicio para obtener más respaldos que broncas. Las encuestas miden más las imágenes negativas que las positivas.

En este chisporroteo, la economía cierra el círculo de la desesperanza. Si el país venía mal en 2019, la pandemia no hizo más que empeorar la situación. El índice de pobreza, del 42 por ciento, confirma el declive. Dos de cada tres nuevos pobres viven en el Gran Buenos Aires, según un estudio privado. Un universo, el del conurbano, en el cual también prima la desigualdad y la inseguridad. Acaso el reflejo de la decadencia argentina.

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