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Veinte años extrañandote por Mariano Wulich

El inigualable Manuel Otero Rey, en la barra de Las Heras y Montevideo (Manolete)

El adiós a Manolete.

Las tardes de Buenos Aires ya no lo verán bajando por la última cuadra de la avenida Callao hacía su confiteria.Y, en la barra de ese local, a la hora del copetín, una coctelera estará más vacía que nunca, casi arisca a dejarse agitar por otras manos que no sean las suyas.
Es que a los 73 años, Manolete, el gran Barman, dejo de existir y ya no se lo podrá ver mezclando licores con inusual talento, desparramando simpatía, haciendo reír a las señoras del te con su fino humor y conservando, pícaro, con los clientes del mostrador.
Se fue Manolete, el hombre que en 1949 dejo la Coruña para venir a la Argentina a hacer lo que más sabía.
Y por eso, salones como el Café de los Angelitos, el American Store, Only Down, Queen Bess, Mc Gregor o Bigote lo tuvieron junto a personajes que son una historia aparte.
Hasta que llegó la gran creación, cuando en 1972 abrió el local de Las Heras y Montevideo, que, con su nombre, ganó un pedazo de historia en la gastronomía porteña. La televisión, las revistas, la radio y los clientes se nutrieron de sus conocimientos hasta que un día cerro Las Heras.Manolete desapareció por un tiempo y volvio, con el local de Callao.
Alli está su nombre en la puerta, con su hijo y su nieto, hoy tristes. Manuel Otero Rey, así se llamaba el elefante gallego de blazer impecable que una vez dijo:»si me sacan la coctelera de la mano es como si me quitarán la vida».Nadie se habría atrevido. Mas bien, Manolete decidió darle un descanso.

 

M.F.W

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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