EL BUCEO EN PORTO DE GALINHAS INVITA A REVIVIR HISTORIAS
Esta actividad, que puede practicarse entre los meses de octubre y marzo, permite el contacto con la fauna marina y barcos hundidos.
El buceo autónomo permite explorar buques hundidos a más de 32 metros de profundidad.
Buenos Aires, 27 de diciembre de 2016 – En 1939, el mundo vivía la eclosión de la Segunda Guerra Mundial que sumió a decenas de naciones en un profundo conflicto, pero un sobreviviente atravesó el Océano Pacífico para contar esa historia debajo de las aguas del litoral nordestino. Gonçalo Coelho, como suele ser llamado, es un navío de desembarque de tropas que pertenecía a la marina norteamericana y fue utilizado durante las operaciones militares en el año 1944 en Japón.
En la década de 1970, la embarcación fue adquirida por una empresa brasilera para transportar cargas entre Recife y Fernando de Noronha. Recién en 1999, el buque sexagenario puso fin a sus actividades naufragando a 14 kilómetros de las piscinas naturales de la playa de Porto de Galinhas en el balneario pernambucano. “Cuando llegué a Ipojuca, fui a bucear al mar y quedé fascinado con la belleza de lasdistintasespecies marinas y los navíos hundidos”, cuenta Michel Russi,un suizo radicado en Brasil hace 18 años.
Gonçalo Coelho y los demás barcos, que están hundidos a una profundidad de 32 a 35 metros y forman un arrecife artificial, se pueden explorar por medio del buceo. Este atractivo bastante solicitado en el destino puede practicarse por intermedio de la Escuela y Operadora de Buceo Aicá Diving,dirigida por Michel Russi. La empresa es la única de la región que ha sido certificada por ABTN/INMETRO en gestión de seguridad para el turismo de aventura y cuenta con el apoyo de entidades locales como Porto de GalinhasConvention&Visitors Bureau. “Ofrecemos cursos para todos los niveles de buceo y emitimos certificados”,resalta el profesional.
El paseo subacuáticopara buceadores experimentados y certificadoscuesta 320 reales e incluye dos prácticas de buceo diurnas, además de la lancha. El equipo extra se puede alquilar por 30 o 40 reales. Con esta modalidad, se pueden explorar barcos hundidos e ingresar a ciertos compartimientos de las embarcaciones, aparte de observar, por ejemplo, las anclas de cuatro metros de un galeón cubierto por esponjas y corales, que naufragó misteriosamente hace más de 300 años. “La fauna que se aglomera alrededor de los navíos es extremadamente rica por la gran cantidad de tortugas, rayas, meros(un pez que puede llegar a pesar 200 kg) y otras especies”, destaca Russi.
Los aventureros inexpertos tienen la posibilidad de practicar el bautismo de buceo, una modalidad con instrucciónteórica y práctica con un valor de 250 reales por medio de la cual se bucea a una profundidad de seis a ocho metros. “Es un paseo de 40 minutos. Primero el guía y los alumnos van a un lugar llano donde el turista aprende a comportarse y respirar bajo el agua”, explica el instructor suizo. Antes de la práctica, es necesario responder un cuestionario sobre las condiciones de salud, completar un formulario de responsabilidad y participar de una clase teórica en un aula.
Según Michel Russi, el período ideal para realizar buceo en el lugar es entre los meses de octubre y marzo. Se recomienda realizar una reserva con anticipación, preferentemente antes de hospedarse en el destino. La Escuela y Operadora de Buceo Aicá Diving está situada en Rua Beijupirá, número 1001. Para más información sobre los paseos y cursos impartidos, visitehttp://www.aicadiving.com.br/.
Otra razón más para conocer Porto de Galinhas.
Para mayor información podes entrar a su sitio web: www.portodegalinhas.org.br
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial