Valentino Otoño Invierno 2014/15 París

Suzy Menkes — El desfile de Valentino que cerró la temporada de invierno Alta Costura 2014 fue romántico, elegante y muy en el espíritu de la reciente re-activación de la casa.

En el backstage, pinturas prerrafaelitas de artistas como Alma-Tadema llenan el  mood board, junto con imágenes de diosas romanas envueltas en tejidos transparentes sobre sus cuerpos desnudos.

Aparecieron de manera bastante literal en el desfile con vestidos diáfanos revelando – de manera delicada- mucha piel. ‘Diosas paganas, la Roma imperial, con una verdad sobre la belleza’ ha dicho Maria Grazia Chiuri, mientras ella y Pierpaolo Piccioli describían la intención de su desfile.

El nuevo e impecable Valentino ha tenido una gran influencia en la moda, trayendo de vuelta un sentido de la intimidad femenina. Mangas largas y vestidos inmaculados han sido vistos por todo el universo fashion.

Pero siempre ha habido previamente un sentido de la realidad subyacente, que a menudo faltaba en este tipo de espectáculo de Alta Costura.

Para empezar, hubo colores, mucho color blanco crudo, como traído de las estatuas romanas, utilizado para los vestidos pulcros de día, aunque los tallos negros de flores tipo Art Nouveau sobre faldas blancas hicieron el look más deseable.

Los abrigos de invierno fueron difíciles de encontrar, aparte de un abrigo verde largo que se confundía con el fresco verde del telón de fondo. Aunque hubo un diseño de plumas que tenía la inspiración de un traje para la ópera.

Otras prendas para cubrir llegaron en telas de tapicería, como si hubiera sido tomado el mobiliario histórico. Y ese sentido del pasado se hizo cada vez más evidente en un vestido largo –hasta el suelo– con una superficie floral.

Sandalias planas enlazadas alrededor de la pierna han transportado la pasarela a algún lugar en Roma, y desde luego no a la lluviosa París.

«La memoria es una parte importante de nuestro futuro», ha dicho Pierpaolo Piccioli.

¿Pero qué sucede con la historia de Valentino, el diseñador fundador que pasó casi medio siglo creando prendas para su clientela privada? Esa es, al fin y al cabo, la esencia de la Alta Costura. Las prendas que han salido a la pasarela, aunque románticas, no parece que vayan a sentarle muy bien a Kim Kardashian, con su silueta tan del S.XXI, sentada en primera fila.

Así pues, sí que hay una marca Valentino, que ha tenido un revival juvenil exento de las agitaciones y los dramas que estas palabras implican. De hecho, es probablemente la casa de moda con la trasferencia más suave a unas nuevas manos.

Desde luego hay una continuidad en las formas delicadas y llenas de gracia de este dúo de diseñadores. Y quizás ambos argumentarán que la funcionalidad se encuentra en el prêt-à-porter.

Valentino representa actualmente la esencia de la dicotomía de la Alta Costura. ¿Para el cliente? ¿Para la imagen? ¿Para el mundo de la fantasía o el mundo real?