Zegna te quiere financiar
30/05/2014
Una muestra de la campaña de invierno de Zegna Couture |
Ayer se falló el primer premio de moda LVMH: el ganador, Richard Tait, se lleva 300.000 euros y un año de coaching empresarial por parte de los ejecutivos del primer conglomerado de lujo del mundo. A muchos les sorprenderá que la moda no siempre gire sobre sí misma y sus talentos más establecidos, pero la moda siempre ha estado atenta a lo que sucedía en las aulas. Fue un concurso –el del Secretariado de la Lana francés– el que permitió que dos jóvenes llamados Yves Saint Laurent y Karl Lagerfeld pisaran París por primera vez, y para quedarse, en 1947. También surgió de un evento académico –el desfile de graduación de Central Saint Martins– uno de los encuentros más decisivos de la moda contemporánea: el momento en que una excéntrica estilista llamada Isabella Blow compró la totalidad de la colección de graduación de un estudiante díscolo que respondía al nombre de Alexander McQueen.
Parece una estrategia lógica y un ejemplo perfecto de win/win: sirve para captar nuevos talentos, para premiar a los alumnos aventajados y para asegurar el futuro de la industria. Sin embargo, ¿se imagina que las firmas de moda no sólo premiaran a los talentos del sector, sino también a científicos, ingenieros, filólogos o periodistas?
Este es el planteamiento que ha llevado al Grupo Ermenegildo Zegna a presentar un programa de becas que lleva el nombre del fundador de la empresa –y del nombre de la misma–, y que aspira a hacer patria financiando a jóvenes italianos el coste de sus estudios de máster o doctorado en prestigiosas universidades y centros de investigación extranjeros. La beca del Fundador Ermenegildo Zegna se concederá cada año a alrededor de diez candidatos, que serán seleccionados en base al mérito y «a su deseo y capacidad de contribuir a Italia». Recibirán hasta 50.000 € anuales en ayuda financiera por un máximo de tres años. Lo bueno es que no hablamos de una maniobra de relaciones públicas, sino de un proyecto a lo grande: su presupuesto anual es de un millón de euros, y aspira a funcionar durante 25 años. 25 millones de euros durante un cuarto de siglo.
Lo más llamativo es que no hay ningún tipo de restricción en cuanto al ámbito de especialización; parece claro que el mundo textil estará representado, pero también la ciencia, las humanidades, las ciencias sociales, la comunicación o la ingeniería tendrán su hueco en un programa cuyo objetivo es ayudar a los destinatarios de las becas a encontrar trabajo cuando regresen a Italia, después de formarse y especializarse en el extranjero. Se trata, según Gildo Zegna, CEO de la casa, de ofrecer «una solución real, aunque parcial, a la llamada fuga de cerebros. Asumimos en parte la responsabilidad por el futuro de nuestro país. Crear las condiciones para una recuperación no solo depende de la economía, sino del conjunto de la sociedad italiana, de nuestra capacidad para ofrecer a los jóvenes con talento un futuro aquí y ahora, para que sus habilidades puedan crear valor».
El programa de Zegna también es un soplo de aire fresco en el mundo de la subvenciones estudiantiles, porque introduce una filosofía corporativa algo diferente a la de las instituciones financieras que, desde hace décadas, son las principales concesionarias de becas de posgrado. Como las becas del Fundador de Ermenegildo Zegna son solo para italianos, en España solo nos queda pedir, por ejemplo, las de La Caixa, que son las más similares en cuanto a amplitud y dotación. O esperar a que algún empresario textil español decida seguir el ejemplo de Zegna. ¿Se imaginan?
Mientras esperamos, Zegna ha grabado unos vídeos con los divulgan su idea de vestir bien. Que es bastante acertada:
Sería muy bueno que copiáramos «literalmente hablando» esta acción.
Marcela Fittipaldi
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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