El Met de Nueva York podría dedicar su exposición de 2015 a China
27/05/2014
Que la moda se encuentra en un ascenso veloz hacia el horizonte asiático es un hecho: en Singapur, Prabal Gurung yOscar de la Renta han abierto el Audi Fashion Festival esta misma semana; en China, Michael Kors y Burberry han desplegado todas sus armas en dos desembarcos comerciales que llevarán a Shangai dos de sus mayores flagship stores. En Pekín, Alexander Wang ha hecho lo propio con Balenciaga y en Japón, Riccardo Tisci ha ampliado la familia Givenchy con una nueva tienda en el centro de Tokio. Incluso la reina del minimal, Phoebe Philo, desfilará conCéline esta tarde en el distrito de las artes. En su vertiente más ampulosa, la moda se amiga cada vez más con Oriente en asociaciones como la de Karl Lagerfeld, a cuyo idilio con Dubai para presentar su colección Crucero se une un contrato con el que el káiser coordinará la construcción de un complejo hotelero en Macao.
El último en fijarse en el gigante asiático, concretamente en Chino, puede haber sido el Museo Metropolitan de Nueva York, que solo dos semanas después de celebrar su gala anual inspirada en el couturier americano Charles James ya podría estar preparando la exposición del año que viene, con una auténtica retrospectiva a la cultura de la moda en el país, según informa WWD. No sería una opción nada desdeñable: la industria de la moda en China ha crecido exponencialmente en la última década, y su influencia ha captado la atención de las cadenas de fast fashion. H&M abrió 32 nuevas tiendas enChina en 2012 (ya supera el centenar en el país); y Zara aumenta por semanas su presencia comercial en Shangai y Pekín. China se ha convertido en una superpotencia, capaz de sacudirse los prejuicios asociados al concepto todo a cien o las falsificaciones para convertirse, cada vez, en un foco de atención para el sector del lujo. Cuenta, además, con diseñadores nacidos en sus fronteras que se han convertido en iconos de la industria americana o europea: Anna Sui, Jason Wu, Jimmy Choo, Derek Lam o Philip Lim desfilan en las mejores pasarelas internacionales, mientras que Vera Wang o Alexander Wang,diseñadores nacidos en Estados Unidos pero de ascendencia china, son hoy auténtica fuerzas motoras en el star system del continente yankee.
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MICHAEL KORS, EN SU DESFILE ORGANIZADO EN SHANGAI LA SEMANA PASADA.
Un crecimiento potencial alabado por las estadísticas, un mercado valorado en240.000 millones de dólares y un terreno virgen en algunos ámbitos ya sobreexplotados en América o Europa Occidental son algunas de las bazas con las que China juega en favor. Además, la primera dama Peng Liyuan, lleva varios meses dedicando sus apariciones públicas a diseñadores nacionales como la firma Exception para reivindicar el diseño patrio, y uno de sus principales grupos en el mercado del lujo, Alibaba, ya ha comenzado a asociarse con firmas como Burberry para sus plataformas de ventas digitales en Asia. Si el Met le dedica su muestra a la historia cultural del país, a su reciente relación entre China y el resto del mundo o a las mejores firmas en sus fronteras, está todavía por determinar. Pero si hay algo a vislumbrar en esta posible elección, es que con la discreción por bandera y el ritmo apausado pero cada vez más sobre seguro, el gigante asiático va en camino de ser una superpotencia más allá de lo político.
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LA MACRO-STORE DE BURBERRY EN EL KERRY CENTRE.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial