Dover Street Market abre en NY

 Atravesar por primera vez el gran portón de madera y acero que flanquea el Dover Street Market de Londres puede ser un auténtico impacto. A primera vista, el espacio ideado por la diseñadora de 71 años Rei Kawakubo –fundadora de Commes des Garçons– es un templo al shopping multimarca en una versión inédita del concepto: cada firma presente en él tiene libertad absoluta de decisión, de diseño del espacio y por ello, cada rincón respira su propio aura. En el fondo, es mucho más. Las joyas de Gaia Repossi, los intrincados y elaborados diseños de Peter Pilotto o las escultóricas piezas de Azzedine Alaïareinan y gobiernan en sus propios metros cuadrados y cada una de las plantas que esconde este sagrado lugar provocan un shock de retina considerable, yendo en aumento hasta dejar maravillado al más escéptico de las compras gracias a su aspecto acogedor y un minimalismo que evita las grandes ostentaciones –salvo las artísticas–. Si se consigue sobrevivir, la tarta de zanahoria y el delicioso crumble de frutas que ofrece Rose Bakery en la azotea ayudarán a digerir el viaje.

Ahora, Dover Street Market aterriza en Nueva York, en el cruce que une Lexington Avenue con 30th Street, gobernado por un ascensor de cristal que conecta las siete plantas de esta nueva meca en Manhattan. Louis Vuitton, Christopher Kane, JW Anderson, Jonathan Saunders, Saint Laurent, Rick Owens… No son todos los que están, pero sí están todos los que son en elcentenar de diseñadores que pueblan las paredes del Dover Street Market. Uno de los platos fuertes es el espacio que da cobijo a las colecciones de Prada, diseñado y pintado en exclusiva para la ocasión por Gabriel Specter, artista mural que ya participó en la escenografía del último desfile de la firma en Milán. Unidas por una escalera de espiral diseñada por los arquitectosArakawa & Gins, todas las mentes creativas que han llegado hasta este inusual mercado encuentran su identidad en un placentero caos ordenado, que refrenda el status de Nueva York en las coordenadas del shopping. Aunque era complicado que dejara de serlo.