Superman se equivoca

Christopher Nolan es uno de los grandes del cine actual, de eso no hay ninguna duda. Su revisión de Batman en la trilogía del Caballero Oscuro fue magistral y sirvió pare redefinir el género de superhéroes. Pero los genios también fallan y, en su intento de hacer lo mismo con Superman, en «El hombre de acero», ha pinchado en hueso de muy mala manera.al vez el principal problema del filme es que Nolan se ha limitado a ejercer las funciones de productor y argumentista, dejando la dirección en manos de ese rematadamente torpe realizador que es Zack Snyder, responsable de despropósitos tales como «Amanecer de los muertos», «300» o «Watchmen». El caso es que «El hombre de acero» es profundamente aburrida, vacua e insulsa y su intento de actualizar al personaje creado por Jerry Siegel y Joe Shuster para DC Comics, dotándolo de más profundidad y de una suerte de espíritu atormentado ante sus conflictos de personalidad, se queda en nada. Bueno, para ser exactos hay que decir que más que en nada se queda en una descerebrada sucesión de explosiones y peleas a mamporro limpio que provocan un hastío insoportable. Eso, por no hablar de los brutales errores de cásting. La elección del británico Henry Cavill para dar vida a Superman/Clark Kent es el mayor disparate desde que Coppola escogió a su hija Sofia para ser la hija de Al Pacino en «El padrino III» (aunque aquello estaba justificado en parte por el amor de padre, que casi siempre es ciego). Es guapo, sí, pero tiene menos expresividad que un repollo hervido. ¿Y qué decir del supervillano, Michael Shannon? Pues que tiene cara de malo y se limita a torcer el gesto para parecer más malo todavía. ¿Y Russell Crowe como el fantasma de Jor El, poniendo voz cavernosa y moviéndose muuuuy lentamente? ¿Y Kevin Costner, a sus casi 60 años, haciendo de cuarentañero? La única que se salva, como siempre que aparece en alguna película, es la maravillosa Amy Adams, una Lois Lane perfecta.