‘ear-lobes’
29/03/2013
El pendiente it recorre todo el lóbulo y eleva cualquier look con un toque ‘trash’
Cuando el joven Marcel Boucher abandonó su París natal para instalarse en Nueva York allá por 1920, ni de lejos podía imaginar que sus creaciones joyeras, las mismas que escandalizaron -y también conquistaron- a la sociedad de la época, acabarían inspirando a los grandes diseñadores del universo fashion un siglo después. Fue exactamente en 1937 cuando patentó su Earrite, un pendiente escultural que se enganchaba en el lóbulo a modo de garfio sin necesidad de perforar la oreja.
En pleno fervor fifties, importantes actrices como Carmen Miranda lucían sus profusas creaciones, pero no fue hasta mediados de los 80 cuando numerosas imitaciones se implantaron entre la cultura popular como símbolo de identidad, de rebeldía y de esa esencia grunge que empezaba a manifestarse. Pero volviendo a la actualidad, los ear-lobes, ear-cuffs, ear-bands, ear-wraps o ear-hooks, están más de moda que nunca tras subirse a la pasarela de la mano deJean Paul Gaultier -que los ha utilizado en numerosas ocasiones para complementar sus creaciones, la última, en su colección de Alta Costura-, el kaiser de la maison Chanel, Karl Lagerfeld -que ya en la primavera de 2012 los puso en el punto de mira-, Alexander McQueen, Etro o Alexander Wang.
Esta temporada, el referente es Rodarte y sus aparatosas joyas inspiradas en la estética fantástico-medieval de la serie Juego de Tronos. Pero ¿cómo adoptar la tendencia para trasladarla al día a día? Las opciones son infinitas, desde la combinación sport & chic a base de maxi joya y sudadera, hasta el look de alfombra roja con un vestido romántico sublimado por una enorme pieza.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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