Infertilidad sorora: una red de mujeres que se acompañan
- Pacientes de reproducción asistida afirman que es central el apoyo de otras mujeres al atravesar un tratamiento
- La psicología y la solidaridad son los pilares del equilibrio emocional
Históricamente el 8 de marzo ha sido, alrededor del mundo, un día de lucha por los derechos de las mujeres. La fecha conmemora y recuerda a las 129 mujeres que murieron en el incendio de la fábrica donde trabajaban, mientras se encontraban en huelga reclamando por mejoras en las condiciones de trabajo. A partir de ese día, todos los años miles de mujeres reivindican sus propias batallas para lograr un mundo más justo. Si bien los escenarios de cada una son diversos, hay una causa en común: la unión. “Siempre digo que una mujer es fuerte, pero muchas juntas son invencibles. Y en especial en este camino de la infertilidad, esa fortaleza es muy necesaria”, señaló Lorena Laserre, paciente de IVI Buenos Aires que logró ser mamá mediante reproducción asistida y psicóloga de la Universidad de Buenos Aires, especialista en psicología perinatal.
En reproducción asistida, el apoyo no tiene un rol secundario: más del 70% de las pacientes abandonan los tratamientos luego del tercer intento, únicamente por estrés. “Es importante que quienes estén transitando el proceso construyan una red de contención con la que compartan sus vivencias y sensaciones, que a veces son complejas de entender”, señaló la Lic. María Villamil, responsable de la Unidad de Apoyo Psicológico de IVI Buenos Aires.
Si bien la terapia individual y el acompañamiento profesional resultan de gran ayuda, hacer red y poder encontrarse con otras mujeres que estén pasando por momentos similares es una herramienta clave en el proceso de búsqueda del embarazo. Lorena Laserre llegó a IVI Buenos Aires en 2015. Al comenzar su tratamiento ya se dedicaba a la psicología, pero la experiencia personal la llevó a interesarse más por el mundo de la reproducción asistida para ayudar a otras mujeres. “Siempre me gustó el concepto de sororidad, de ayuda mutua. A partir de mi experiencia personal durante mi búsqueda de embarazo, me di cuenta de la importancia de que exista una comunidad de mujeres que se encuentren en la misma situación y, entonces, comencé con este proyecto”, relató la mujer, que luego de formarse profesionalmente en el tema fundó Somos Grupo de Mujeres (SGM), un espacio terapéutico para acompañar la búsqueda de embarazos.
“Cuando una está buscando ser mamá, quiere utilizar todos los recursos posibles y que esos recursos sean los mejores”, afirmó Laserre y agregó: “yo pasé por muchas clínicas diferentes. Me decidí por IVI por la seriedad y por la tecnología actualizada que tiene la clínica”. Una vez que logró concretar su maternidad, Lorena se dedicó a ayudar a otras mujeres, para que su camino sea más disfrutable y placentero. “Lo que nos pasa es doloroso porque es un deseo incumplido. Una pasa por muchos duelos: el de la fertilidad, el de la pérdida de control, los embarazos perdidos, la inseguridad. En todo eso, la carga es mucho más pesada si estás sola”, relató Laserre, que también es docente en la diplomatura que dicta la Sociedad Argentina de Reproducción Asistida (SAMER), y advirtió que “la idea de los grupos surge desde el dolor, pero sobre todo desde la espera”.
Villamil coincide en la necesidad de la contención: “es probable que la ansiedad y el estrés surjan del propio malestar por no poder quedarse embarazada. Por eso es indispensable el apoyo, la conversación con entendimiento y priorizar el disfrute de otras actividades mientras está en curso el tratamiento”. Muchas mujeres, luego de haber pasado por tratamientos de reproducción asistida, se dedicaron a hacer distintas actividades para apoyar a futuras mamás que también tuvieron que atravesar diagnósticos de infertilidad: desde el arte, por ejemplo, Pany Chama, mamá de trillizos y también paciente de IVI, se dedica a dramatizar el tema en sus obras de teatro. Por su parte, en 1995 un grupo de mujeres fundaron la organización Concebir, que también se dedica a crear grupos de contención para personas con problemas de fertilidad.
“Ayudarse sirve para repartir la carga psíquica que una lleva en el proceso de reproducción asistida. No se puede ganar sola una guerra, yo lo supe cuando estuve ahí y aprendí que es importante estar bien emocionalmente para atravesar un tratamiento”, señaló Laserre y aclaró que “fue una necesidad propia que se convirtió en una tribu de mujeres maravillosa”. SGM cuenta con distintos espacios, donde se habla sobre los tratamientos, sobre embarazo y sobre crianza, y cada una puede participar del que necesite, según la etapa del proceso que esté atravesando. “Como en todos los aspectos de la salud, la reproducción asistida está íntimamente ligada con lo emocional”, agregó la psicóloga Villamil y concluyó que, por eso, “el entendimiento de otra mujer en ese proceso es algo irremplazable”.
Incentivando el apoyo entre mujeres: ciclo de talleres para mujeres con desafíos reproductivos
“Con el objetivo de satisfacer una necesidad que vemos frecuentemente en las pacientes de reproducción asistida, nace el Ciclo de talleres para mujeres con desafíos reproductivos. Una serie de encuentros online, en donde grupos de mujeres que estén atravesando la búsqueda del embarazo podrán abordar distintos temas” resalta Villamil. Compartiendo experiencias y aprendiendo de otras mujeres que están viviendo lo mismo, Villamil, junto a la licenciada Guadalupe del Canto, psicóloga perinatal y especialista en desafíos reproductivos, buscan poder darles herramientas a las pacientes para poder sobrellevar mejor su tratamiento, repercutiendo también en su bienestar y calidad de vida.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial