Salud

Aumento mamario vía axilar: escote nuevo, cero cicatrices

Por el Dr. Juan Manuel di Diego. Cirujano Plástico (MN 103503). Director Médico de CRENYF. Referente en cirugía de contorno corporal. Miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA), y el Dr. Facundo Serra, MN 172193. Cirujano general, miembro residente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires.

Si piensas en realizar tu escote y temés una cicatriz en el pecho, el aumento mamario vía axilar puede ser la respuesta. La incisión se esconde en el pliegue de la axila, mide apenas 2 a 3 cm y, con los brazos relajados, desaparece a simple vista. El resultado: una mamá más armónica y sin marcas cuando usás bikini o ropa escotada.

El aumento mamario vía axilar es un procedimiento que se apoya en tecnología endoscópica. A través de un túnel subcutáneo, el cirujano introduce la cámara y crea un bolsillo de doble plano: la parte superior del implante queda detrás del músculo pectoral y la parte inferior, detrás de la glándula. Así se disimulan los bordes arriba y se mantiene la proyección natural por debajo. Como el plano respeta el paquete nervioso que lleva sensibilidad al pezón y no toca ganglios linfáticos, se conserva el tacto y el drenaje normal.

En la práctica, el paciente vuelve a su casa pocas horas después, no utiliza drenaje ni vendajes compresivos y la mayoría retoma tareas de oficina en una semana; el gimnasio y los movimientos intensos también comienzan de manera temprana, siempre con control profesional.

La tendencia mundial hacia cirugías “sin cicatriz” sigue creciendo, pero en Argentina la vía axilar es aún selecta. Hablamos de menos del 1% de los casi 18.000 aumentos mamarios anuales que se practican en el país. La satisfacción ronda el 90 %, impulsada por la comodidad de no ver la cicatriz y por la suavidad que mantiene el contacto con la piel. La razón de su baja difusión es simple: requiere equipamiento endoscópico específico y una curva de aprendizaje prolongada, por eso muchos pacientes aún no la conocen y optan por técnicas tradicionales recomendadas por otras mujeres.

En cuando a la seguridad de la técnica, los estudios muestran tasas de contractura capsular y hematoma similares a la incisión inframamaria, pero menor pérdida de sensibilidad que la periareolar.

Como conclusión, podemos afirmar que la vía axilar ofrece tres ventajas clave:

* cicatriz fuera de la mama,

* tacto preservado

* y resultado natural gracias al plano dual plane.

Si el objetivo es levantar los brazos con total confianza y disfrutar de un escote realzado sin marcas visibles, vale la pena conversar sobre esta alternativa mínimamente invasiva con un especialista entrenado en endoscopía mamaria.

Imagen: Freepik.es

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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