Gestación por sustitución: el debate continúa

Dr. R. Sergio Pasqualini, (MN 39914) director de Halitus Instituto Médico

Circula en las noticias la información de que la actriz española Ana Obregón, tuvo un hijo a los 68 años a través de un vientre subrogado. Esta situación ha despertado diversos debates, algunas inquietudes y muchas opiniones. Por eso vamos a tratar de organizar algunos conceptos.

La subrogación de útero es una manifestación de voluntades donde una mujer lleva adelante un embarazo para otra persona o pareja. Se aplica como terapia para toda persona/s que deseen tener un hijo y que no tengan posibilidad de llevar adelante el embarazo, por ejemplo, un hombre, dos hombres, o en el caso de ser mujer, por ausencia del útero, por estar afectado o por riesgo de vida para llevar adelante un embarazo.

Cuando hablamos de una mujer que lleva adelante un embarazo con la sobrecarga y el riesgo que eso implica, siempre insistimos en la importancia de que pueda hacerlo sin riesgos, y, en ese sentido, hay una relación directa entre esas posibilidades y la edad de la mujer. Entendemos que el debate puede ser ¿hasta qué edad una mujer puede poner el cuerpo para ser madre?, ¿cuántos riesgos puede correr?, ¿es ético que sea en cualquier momento?. Pero en la gestación por sustitución, estas inquietudes se diluyen ya que la mujer que tiene la voluntad procreacional no va a llevar adelante el embarazo, por lo que no corre riesgo su salud ni la del bebé por nacer.

Por otro lado, existe el fruto de ese embarazo, que es el hijo que va a nacer. ¿Es cierto, entonces, que no importa la edad de la persona o pareja que tiene la voluntad procreacional? ¿Pueden mujeres mayores decidir hacerlo sin consecuencias? En ese punto es importante evaluar cada caso en particular. No todos los casos son lo mismo, no se repiten y no se toman las mismas decisiones. Lo único que no puede perderse de vista, es el bienestar de ese bebé. Acá entra en juego entonces la salud general de los padres, madre o padre, el contexto económico, familiar y de soporte que ese bebé va a poder tener. No es lo mismo una mujer sola en el mundo con 60 años que quiere tener un hijo, que una de la misma edad, que tenga una familia de soporte, que hasta puede tener otros hijos que estén de acuerdo y se comprometan. ¿Es lo ideal? claro que no.

En este caso en particular, Ana Obregón viene luchando hace años para llevar adelante esta subrogación, nunca claudicó, no cambió de idea con el tiempo.  Este niño es producto del semen congelado de su hijo que murió de cáncer hace unos años. Esto no es una decisión de un minuto, sino algo elaborado.

En Argentina esta práctica no está prohibida. La subrogación plantea una nueva forma de paternidad/maternidad, y pone en evidencia una vez más, que la ciencia avanza y que la sociedad debe ir adaptándose, a la manera en dar respuesta nuevas realidades.