Controles de rutina y consultas de rigor durante el embarazo

Cuando llega la confirmación de un embarazo es normal que un abanico de emociones invada a la gestante, como así también a su grupo familiar. Reconocer esas sensaciones será el primer paso en un nuevo camino que habrá que atravesar sabiendo que es normal y esperable que pueden aparecer sentimientos como el miedo y la inseguridad; además de la alegría y la ansiedad. En este sentido, es importante que la futura mamá (y la familia) cree un vínculo de cercanía con el profesional de la salud que acompaña el embarazo: el obstetra.

Promover y construir este vínculo ayudará a despejar dudas y permitirá asegurar el correcto cuidado de la mamá y el del bebé por nacer. Además, el acceso a información relevante y mediada por los especialistas sobre los estudios de rutina a los que deberá someterse a lo largo del embarazo y cuestiones referidas al recién nacido, servirán para que la futura mamá se vaya preparando para el gran acontecimiento.

El obstetra es quien atiende y despeja las dudas de la mamá referidas a temas varios como la lactancia, la guarda de células madre del cordón umbilical y cuidados del recién nacido, por mencionar algunos. Las futuras madres necesitan del cuidado personalizado a cargo de un profesional de la salud que no sólo les indique qué estudios hacerse y procure su bienestar y el del niño por nacer, sino que las acompañe desde lo emocional y les brinde las herramientas necesarias para que transiten el embarazo de la mejor manera posible.

En el caso de la lactancia, además de controlar los pechos de la mujer embarazada, puede aconsejar la visita a una puericultora si la mamá quisiera adentrarse más en el tema. También, es esperable que informe acerca de la posibilidad de almacenar las células del cordón umbilical tras el nacimiento, y en caso de que la mamá está interesada le aconseje entrar en contacto con especialistas en el tema para conocer más en detalle de qué se trata el procedimiento y cuáles son las ventajas de hacerlo.

“Muchas mamás llegan al parto sin saber las bondades que tienen las células que habitan en el cordón. Se estima que cerca del 95% de los cordones son desechados, y en la gran mayoría de los casos esto sucede no porque la familia haya decidido hacerlo, sino porque no fueron informados respecto de la importancia de la guarda, ya sea para uso privado como para donación. Más allá de la información a la que puedan acceder las futuras mamás, los médicos son una pieza clave en todo este proceso por la confianza que las mamás depositan en ellos”, comentó el Dr. Claudio Dufour, director médico de BioCells Argentina y especialista en la guarda del cordón umbilical.

En cuanto a los estudios de rutina, si bien cada caso es único, existen algunos comunes a todo embarazo. Ecografía transvaginal (entre las semanas 7 y 9) y el estudio NT plus (entre las semanas 11 y 13) durante el primer trimestre. Durante el segundo trimestre, lo que se conoce como “Scan fetal” (entre las semanas 14 y 28) que es una ecografía detallada de la anotomía del bebé en la que se puede detectar malformaciones severas. Por último, en el tercer trimestre se realiza un perfil biofísico para evaluar los movimientos y la respiración del bebé en gestación, así como el volumen de líquido amniótico. Asimismo, existen pruebas de detección que el obstetra puede pedir como el análisis de glucosa, la prueba de detección de estreptococo grupo B y la prueba de VIH.

Contar con información relevante y el espacio para despejar dudas con el obstetra resulta fundamental para que la futura madre se sienta acompañada y segura. Sin dudas, conocer cuáles son los estudios de rutina, las bondades de la lactancia materna exclusiva y la guarda del cordón, por mencionar algunas, le permitirá a la futura madres tomar un rol protagónico y activo para decidir junto con el obstetra cómo transitar esta nueva etapa. Además, adentrarse en temas referidos al cuidado del recién nacido serán de gran ayuda una vez nacido el bebé.