Salud

Guarda de cordón umbilical en familias monoparentales: una garantía para el futuro

Recolectar la sangre y tejido del cordón umbilical al momento del parto es una práctica que funciona como una garantía para el futuro de la persona recién nacida. La criopreservación de este tipo de células es una alternativa que toma relevancia en las familias en cuyos casos no se tiene acceso al material genético de ambos progenitores.

 

Buenos Aires, agosto de 2022. Cada vez más se escucha hablar de la importancia de la guarda de las células madre del cordón umbilical. Esto se debe a los significativos avances en las investigaciones que se vienen haciendo en todo el mundo para conocer nuevos usos terapéuticos de dichas células en diversas patologías, como ya se están demostrando en tratamientos neurológicos, traumatológicos, cardiológicos, estéticos y de enfermedades autoinmunes.

En el cordón umbilical hay células madre hematopoyéticas y células madre mesenquimales, en ambos casos, células que por su flexibilidad y diversidad siguen demostrando su eficacia en tratamientos hematológicos, de falla medular, inmunodeficiencias y errores innatos del metabolismo, por mencionar algunas. Además, hay nuevas investigaciones para evaluar la seguridad y eficacia de estas células en patologías y/o afecciones como la esclerosis múltiple, enfermedad hepática causada por Hepatitis B, insuficiencia ovárica temprana, espina bífida, lupus, parálisis cerebral, enfermedades reumáticas y Trastorno del Espectro Autista, entre otras.

Todos estos avances hacen que la guarda y donación del cordón sea recomendada por obstetras y especialistas en el tema durante las consultas prenatales. “Hoy en día en nuestro país más del 95% de los cordones umbilicales se desechan luego del alumbramiento y con ellos, se van miles de células con el potencial de mejorar la calidad de vida de personas con determinadas afecciones, e incluso, de salvarla en base a la terapia celular”, dijo Claudio Dufour, director médico de BioCells Argentina. “Es parte de nuestra responsabilidad lograr que la sociedad conozca las bondades que estas células tienen. Guardar, donar o desechar las células del cordón es una decisión de cada familia, pero es importante que lo que decidan lo hagan sabiendo que dicho material celular puede ser utilizado para el tratamiento de alguna patología que el bebé por nacer pudiera tener en el futuro, como así también para hermanos”, sumó el especialista.

La guarda de las células madre es recomendable en cualquier caso, ya que se trata de una medida preventiva. También, las personas pueden optar por donarla en cuyo caso deberá hacerse al Banco de Células Madre que se encuentra dentro de las instalaciones del Hospital Garraham.  Si la decisión es donarla, el Hospital Garraham cuenta con una serie de maternidades con las que tiene un acuerdo distribuidas en el país, para que luego del nacimiento, el material sanguíneo placentario sea trasladado al Banco. En el caso de la guarda privada existen instituciones médicas como BioCells Argentina que se encargan del procedimiento y la criopreservación de las células, que podrán ser utilizadas si la persona las requiere en algún momento de su vida. También, estas células estarán disponibles para el eventual uso en hermanos u otro miembro de la familia, verificando previamente la compatibilidad entre ambos.

En Argentina dichas células pueden utilizarse para el tratamiento de las patologías con indicación de trasplante de médula ósea, como diferentes tipos de leucemia, o para la regeneración del sistema inmunológico. Cuando la persona que requiere un trasplante no tiene células madre propias de sangre placentaria, las otras fuentes celulares son la médula ósea y la sangre periférica estimulada.  En otras situaciones se requiere de un donante que sea compatible. “Si una persona no tiene células propias puede, en primera instancia, recurrir a un hermano donde la probabilidad de ser compatibles llega al 25%, también se puede buscar compatibilidad en otros miembros de la familia, pero la probabilidad de éxito es cada vez menor”, agregó Dufour.

Si bien se trata de una medida preventiva, es recomendable conversar con el obstetra y especialistas acerca del procedimiento, beneficios y demás cuestiones referidas al tema, antes de la llegada cualquier bebé. “Puntualmente en el caso de las familias monoparentales, en las que existe donación de óvulos o de esperma, la guarda es altamente recomendable. Esto es porque en los bebés nacidos gracias a tratamientos de fertilidad en los que hay donantes anónimos, sólo se conoce y se puede acceder al material genético de un progenitor” explicó el doctor al hablar del auge de los tratamientos de fertilidad. En Argentina nacen al año más de 3500 niños gracias a tratamientos de fertilidad de baja y alta complejidad, de acuerdo a datos provistos por SAMER, la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva.

Respecto a los donantes de óvulos y esperma, la legislación nacional vigente mantiene un sistema de anonimato relativo, porque reconoce el derecho a la información de las personas nacidas por medio de este método. Lo que contempla la ley es que se puede solicitar en el centro de salud interviniente información de los datos médicos del donante cuando sea relevante por temas de salud. Además, podría revelarse la identidad del donante por razones debidamente fundadas y evaluadas por autoridades judiciales. Pero no se prevé que el/la donante deba estar dispuesto a realizarse procedimientos médicos de ningún tipo. “Guardar las células extraídas del cordón umbilical es siempre recomendable, se pueda o no tener acceso a los dos progenitores, pero indudablemente las personas que estén contemplando la posibilidad de hacer un tratamiento de fertilidad con material genético donado, pueden consultar con sus médicos de confianza sobre la importancia de tener almacenado un material genético 100% compatible con el bebé por nacer”, subrayó Dufour.

La recolección de las células madre del cordón umbilical se realiza en el momento del parto, no duele, no es invasivo, ni representa riesgos para la madre ni el bebé. Las células madre que contiene son capaces de regenerarse a sí mismas y diferenciarse en células especializadas. En la sangre del cordón umbilical se encuentran las células madre hematopoyéticas, que son las precursoras de la sangre y del sistema inmunológico; mientras que en el tejido del cordón se encuentran las células madre mesenquimales, responsables del tejido estructural y conectivo de todo el organismo.

Según CryoHoldco de Latinoamérica, el mayor grupo de bancos de células madre de América Latina y el sexto a nivel mundial, entre los bancos de células madre de Argentina (BioCells), Brasil, Perú, Colombia y México que forman parte del mismo, ya se han realizado más de 16500 tratamientos Además, alrededor de 300 ensayos clínicos con sangre de cordón y 125 ensayos clínicos con células mesenquimales, se están llevando a cabo por el grupo en la región para evaluar el uso terapéutico en más de 400 enfermedades; además de las ya conocidas como leucemias, linfomas, anemias, inmunodeficiencias, entre otras. Asimismo, de acuerdo a información brindada por BioCells Argentina, desde 2003 más de 30 mil familias decidieron guardar las células madre de sus hijos en su laboratorio y el 25% de ellos volvieron a hacerlo con la llegada de un nuevo hijo.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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