No solo alcohol en gel y barbijos: qué otros productos incorporó la gente a su kit hogareño Covid
Los tensiómetros automáticos, los oxímetros y los termómetros a distancia se sumaron al combo de instrumentos para el autocuidado personal y familiar en pandemia.
A partir del estallido de la pandemia de coronavirus los barbijos y el alcohol en gel se incorporaron a nuestra vida cotidiana sin atenuantes. Sin embargo, no son los únicos instrumentos de autocuidado que empezaron a aparecer en los hogares. En forma gradual pero persistente creció también la compra de al menos otros tres artefactos algunos de los cuales no era frecuente que formaran parte de las cosas que habitualmente hay en casa.
El tensiómetro automático es uno de los casos. “Es un producto que siempre se vendió, pero exclusivamente para las personas con híper o hipo tensión. Las ventas fueron exacerbadas por la pandemia. Más allá de que la presión no es síntoma de Covid, la cuarentena y los problemas socioeconómicos que causó hizo que su venta subiera como respuesta al incremento de patologías ligadas al aumento del stress y los problemas emocionales”, explica Santiago De Agostini, gerente comercial y jefe de ventas institucionales de ElderTec, compañía familiar con casi 20 años en el mercado dedicada a la comercialización y distribución de insumos para la salud.
“Todo esto se dio en un contexto, además, donde los precios aumentaron más de un 100% en menos de un año, producto de la suba del dólar, la inflación y la escases de unidades que había en el mercado”, sumó.
El tensiómetro, también conocido como monitor de presión arterial, es un dispositivo médico que permite detectar irregularidades en la presión arterial del cuerpo de una persona de manera rápida y es útil para prevenir complicaciones o consecuencias graves en la salud de quien es hipertenso. Este aparato básicamente lo que hace es medir la fuerza que ejerce el flujo sanguíneo en las paredes de las arterias para detectar la presión.
Otro instrumento que se incorporó al uso de las familias en el hogar es el oxímetro, al punto de que estuvo entre los 10 productos más vendidos en el último hot sale.
El oxímetro es un aparato que permite medir los niveles de saturación de oxígeno en sangre. Se coloca en el dedo, que es, junto con el lóbulo de la oreja, una de las partes del cuerpo donde existe más microcirculación. El tensiómetro dispone en general de una luz polarizada que al hacerla pasar por el dedo puede medir los glóbulos rojos que circulan por el organismo e interpretar cuánta hemoglobina está circulando por él y calcular, así, la saturación de oxígeno en la sangre del paciente.
“La venta de oxímetros siempre fue a profesionales de la salud, pero con la llegada del Covid se extendió a todos”, corrobora De Agostini y acerca sus números: “Las ventas de oxímetros subieron 100% desde mediados del 2020 cuando se empezó a hablar en los medios”. Los precios –completó- giran alrededor de los $1700 a los $3900 y $4500, siempre hablando de las mejores marcas del mercado.
Los termómetros a distancia también saltaron con la pandemia las fronteras del uso médico y profesional y registraron un 500% de aumento en sus ventas en el contexto de la pandemia. “Siempre se vendieron, pero al igual que los oxímetros, solo a profesionales”, refuerza De Agostini.
“Hoy en día, las ventas no son tan altas como hace dos o tres meses atrás. Pero es un producto que sigue vendiéndose. Llegaron a tener precios de hasta $23.000, incluso algunos que no eran de buena calidad. Hoy ya bajó el valor a lo normal. Los de uso médico son más caros que los comunes, que se suelen ver online”, detalló.
Los barbijos/tapabocas siguen siendo el producto de mayor venta, una condición que nunca perdieron durante la pandemia pero que ahora reafirmaron con la llegada de la tercera ola y el rebrote por omicron.
Durante 2021 fue, por ejemplo, el artículo de mayor venta en Mercado Libre y lo mismo había ocurrido en 2020, según informó esa compañía de comercio electrónico.
“Este fue el producto de mayor venta y lo sigue siendo. Más allá de que hoy los gobiernos no exigen el uso al aire libre, la gente sigue protegiéndose”, apunta De Agostini, a la vez que advierte: “El problema como siempre es que hay distintas calidades. Quizá sea el producto donde más variación de calidad hay”.
Los precios de los barbijos crecieron exponencialmente. Una caja de tabapocas quirúrgicos paso de valer $50 a los $900, incluso más.
Si el barbijo fue el rey de las ventas entre los productos de autocuidado, el alcohol en gel no le fue en zaga, con la diferencia de que es un producto que ya contaba con cierta tradición de uso prepandémico que no exhiben los restantes productos.
Según un informe de la consultora Focus Market en los cinco días posteriores a la declaración del coronavirus como pandemia, en marzo del 2020, la variación de ventas subió un 484%.
“Siempre se vendió, se vende y se va a seguir vendiendo. Excepto al comienzo de la pandemia, donde los precios saltaron por ciertas tensiones en el abastecimiento, el precio no experimentó las bruscas oscilaciones que tuvieron otros productos, en gran medida por la existencia de una importante cantidad de fabricantes locales que sostuvieron la oferta”, comenta De Agostini.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial