Dar para recibir por Jorge Elías

Dar no es solamente dar, sino también hacer mérito para recibir. En el caso de Argentina, con su errática y, a veces, exasperante política exterior, una alternativa sería esa: dar para recibir, señala el embajador Fernando Petrella, exsecretario de Relaciones Exteriores y exrepresentante ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre otros cargos diplomáticos.

Argentina podría atender campos de refugiados en Medio Oriente, por ejemplo, de modo de mostrar su buena voluntad, pero, apunta Petrella, “hay una posición muy definida del gobierno argentino actual para darle un mensaje al frente interno, diciéndole que estos son nuestros valores, y un mensaje al mundo que no refleja los valores del liberalismo occidental, de donde ha venido nuestra fisonomía cultural”.

La clave radica en que el gobierno argentino no tiene una sola palabra, sino dos: una responde al núcleo duro de la coalición y la otra pretende mostrarse moderada

Se trata de un país que espera ayuda de Estados Unidos y Europa, entre otros, para negociar su deuda externa, pero se desentiende de una causa de la cual fue pionera después de los años de plomo de las dictaduras militares del Cono Sur, la de los derechos humanos, para socorrer ahora a los regímenes autocráticos de Nicaragua y de Venezuela.

La clave radica en que el gobierno de Alberto Fernández no tiene una sola palabra, sino dos: una responde al núcleo duro de la coalición y la otra pretende mostrarse moderada.

En Argentina se politizó todo, hasta la sobremesa familiar, y la gestión de pandemia, considerada “pésima” por el diputado nacional Jorge Enríquez, del opositor Juntos por el Cambio, no ha sido una excepción.

“Decir que cualquiera tiene un celular es ignorar la realidad”, afirma Enríquez

El tira y afloje por las clases presenciales o virtuales en la educación aumentó la brecha de la desigualdad y sometió a los chicos a una disputa de la cual deberían ser ajenos. “Decir que cualquiera tiene un celular es ignorar la realidad”, afirma Enríquez. La educación, de la cual Argentina también sido pionera en la región con el guardapolvo blanco y la igualdad de oportunidades, es un derecho. Un derecho que no debería estar en juego mientras unos y otros se acusan de politizar la pandemia.

En plan de derechos, ¿hasta qué punto los consumidores conocen los suyos? El doctor Jorge Surin, profesor a cargo de los Derechos del Consumidor de la Universidad de Belgrano y responsable de Lealtad Comercial de la Dirección de Defensa y Protección al Consumidor del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, explica que el consumidor debe ser informado, escuchado, tener la posibilidad de elegir y recibir un trato justo y equitativo.

En tiempos en los cuales ha crecido el comercio electrónico, dice Surin, hay que poner el ojo, especialmente, en la publicidad engañosa. En resumen, comprar con cuidado; acordar la forma y el plazo del envío; leer la letra chica de las promociones y las publicidades; respaldar la compra, y ejercer el derecho al cambio y al arrepentimiento.

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