Bollitos de arándanos y naranja para un desayuno dulce

Sabemos que bollo y dulce no son precisamente, dos palabras que indiquen que una receta es sana. Sin embargo, somos conscientes de que si se lleva una alimentación variada y saludable, muy de vez en cuando se puede caer en la tentación sin tener remordimientos…

Por eso te proponemos, para darte un capricho puntual, preparar una receta dulce y golosa con la que te chuparás los dedos en el desayuno o en la merienda: unos bollitos de arándanos, con una ralladura de naranja deliciosa y unos crujientes trocitos de nueces que te conquistarán. Este postre es realmente fácil de preparar y su preparación te llevará menos de 30 minutos en casa. ¿Interesada en descubrirlo? ¡Toma nota de su elaboración!

Ingredientes que necesitas:

• 3 tazas de harina para todo uso
• 1/2 taza de azúcar granulada
• 1 cucharada de levadura en polvo
• Media cucharadita de bicarbonato de sodio
• Una pizca de sal
• 3/4 taza de mantequilla
• 1 taza de arándanos frescos picados
• Media taza de nueces picadas
• 2 cucharaditas de ralladura de naranja
• 1 taza de suero de leche
• 1 cucharada de leche
• 1 cucharada de azúcar
• Una cucharadita de canela

Para empezar precalienta el horno a 200ºC. Mientras tanto, añade a un bol grande la harina, la taza de azúcar, la levadura, el bicarbonato de sodio y la sal. Mezcla los ingredientes un par de minutos y después, añade los arándanos y las nueces bien picados y la ralladura de naranja.

Por otro lado, corta en daditos la mantequilla ligeramente derretida y añádela al bol, removiendo todos los ingredientes con fuerza para que se integren bien, hasta que consigas una masa homogénea y con la que puedas trabajar.

En una superficie lisa un poco enharinada (como la encimera o una mesa), enrolla la masa y córtala en rodajas de un par de centímetros de grosor. Serán los bollitos. Colócalos en una bandeja para horno engrasada y con papel de hornear, y espolvoréalos con el azúcar granulado y un poquito de canela. Mójalos también con un poquito de leche.

Para terminar mételos al horno durante unos 15 o 20 minutos, o hasta que veas que ya estén ligeramente dorados. Retíralos, déjalos reposar un par de minutos… ¡y a disfrutar de su sabor y textura! Puedes comerlos recién hechos, calientes, o conservarlos a temperatura ambiente y tomarlos después, acompañados de nata, sirope y otras delicias dulces. ¡Tú eliges!