La ola demócrata salpicó a Trump

Las elecciones de Estados Unidos han sido un referéndum sobre la presidencia de Donald Trump, como suele ocurrir a mitad de mandato. El mismo Trump quiso que fueran eso: un parteaguas entre republicanos y demócratas en un país polarizado como pocas veces.

“Si los demócratas se vuelven obstruccionistas de Trump, pierden la presidencia en 2020”, dice Juan Gabriel Tokatlian, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella

En estas elecciones se han consolidado aún más las diferencias políticas. El resultado ha sido favorable para Trump, más allá de que los republicanos perdieran el control de la Cámara de Representantes. La mayoría de número en el Senado le garantiza a Trump un seguro de vida contra un virtual impeachment y, a su vez, convierte al partido en rehén de la Casa Blanca, algo que hasta ahora no había ocurrido.

Al día siguiente de las elecciones, Trump tumbó al secretario de Justicia y fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, como consecuencia de la larga batalla que han mantenido por su papel en la investigación de la trama rusa, que explora la injerencia del gobierno de Vladimir Putin en las presidenciales de 2016 y trata de esclarecer si hubo connivencia del entorno del presidente y un posible delito de obstrucción a la justicia. La investigación queda en manos del fiscal general interino que sustituye a Sessions, Matthew G. Whitaker, hombre de confianza de Trump y detractor de su antecesor.

Además

• El divorcio entre Estados Unidos y la Unión Europea continúa y se ahonda ahora con la nueva oleada de sanciones del gobierno de Trump contra Irán. La máxima responsable de relaciones exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, insistió en que el régimen teocrático está cumpliendo con su parte del pacto nuclear alcanzado con la comunidad internacional en 2015, en virtud del cual renuncia a la producción de armas nucleares hasta 2040. Estados Unidos, alineado con Arabia Saudita e Israel, exige que Irán también deje de intervenir en Siria y de financiar a Hezbollah.

• El Tribunal Supremo de España cerró la instrucción del sumario por rebelión, malversación y desobediencia contra 18 dirigentes políticos responsables de proclamar la independencia de Cataluña en octubre de 2017. Quedó despejado el camino hacia el juicio oral, que comenzará en 2019. Los plazos de la justicia, cuya sentencia se espera para mediados de año, coincidirán con las elecciones municipales, autonómicas y europeas previstas para mayo. La marcha en paralelo de dos asuntos trascendentales para la estabilidad del país quedaría comprometida si el gobierno de Pedro Sánchez decidiera atender la exigencia de los partidos independentistas de convocar a un nuevo referéndum a cambio de la aprobación de los presupuestos en el Congreso de los Diputados.

• La Unión Europea celebró con poca pompa y ceremonia el aniversario del Tratado de Maastricht, de 1992. Esa misma Unión Europea recuerda el 11 de noviembre el centenario de una catástrofe colectiva que costó 21 millones de vidas, cambió el mapa del continente y, cerrada con el Tratado de Versalles, pasó a ser el origen remoto de un conflicto aún peor. Las celebraciones del armisticio de la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918, están sacando a la luz, entre las tumbas de los campos de Flandes y del Somme, el peligro que implica el nacionalismo, causante de ambas tragedias y en apogeo a través de partidos extremistas.

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