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Gladstone’s Library de Hawarden, probablemente el hotel con más libros del mundo

La Gladstone's Library de Hawarden, en Gales.

La Gladstone’s Library de Hawarden, en Gales. Melissa Cross

Marta Negrete

La Gladstone’s Library de Hawarden, en Gales, no es sólo la mejor biblioteca residencial del Reino Unido, es también el sueño de cualquier bibliófilo. Además de una cómoda habitación en un pintoresco edificio victoriano, el alojamiento incluye acceso a un catálogo de más de 150.000 registros que los huéspedes pueden disfrutar en las salas comunes de lectura o, si lo prefieren, llevárselos a la cama para leerlos en la intimidad de su habitación.

Leer, relajarse, inspirarse, escribir… repetir. Si le parece un plan perfecto, éste es su hotel. El alojamiento de la biblioteca de Gladstone ofrece la posibilidad no sólo de «dormir entre libros», sino de vivir inmerso en literatura durante toda su estancia.

Fundada por el estadista y cuatro veces primer ministro, Willian Ewart Gladstone, la historia de esta biblioteca comienza en 1.894 gracias a su deseo de «reunir libros que no tenían lectores con lectores que no tenían libros». Pero el sueño completo del filántropo no se completó hasta doce años después, en 1.906, cuando la Gladstone’s Library daba la bienvenida a su primer residente. Más de un siglo más tarde, la residencia – hotel o bed & breakfast, elija usted mismo cómo llamarlo – sigue ofreciendo una experiencia única para cualquier amante de la lectura gracias a sus 26 habitaciones boutique, «todas únicas a su manera».

Habitación con cama matrimonial decorada con un papel que simula una colección de libros. Melissa Cross

En contraste con el estilo victoriano de la biblioteca y las salas de lectura y conferencias – llenas de sillones, cojines, adornos y retratos -, las habitaciones son sencillas, con toques de diseño y un aire liviano. Sin llegar a ser minimalistas – los diferentes papeles pintados con motivos de libros utilizados en las paredes lo impiden -, predominan en ellas los colores claros, y sus escasos muebles son de líneas simples. Con sólo la cama – o camas – un escritorio y sillas, las estancias invitan al recogimiento y recuerdan vagamente a una celda monacal, salpicada en este caso con elementos de diseño, como radios Roberts en tonos pastel, lámparas de ángulo recto para iluminar las lecturas nocturnas, o carteles de «No molestar» con el añadido «estoy leyendo».

Cartel de «No molestar» en una de las habitaciones del hotel. Melissa Cross

Si por casualidad se lo está usted preguntando, la respuesta es no, en la residencia de la Gladstone’s Library no hay televisión pero, ¿quién la necesita con todos esos libros a su alcance? Abierta al público en general hasta las cinco de la tarde, los huéspedes pueden acceder a la biblioteca hasta las diez de la noche para llevarse un libro a una de las salas de lectura – la Sala Gladstone con sus cómodos sofás, sus alfombras persas y su chimenea encendida merece escoger un buen título – o, incluso, siempre y cuando no sea uno de los títulos de la Colección de la Fundación Gladstone, llevárselo a la cama. Leer, relajarse, inspirarse, escribir… repetir. Ese era el plan, ¿recuerda?

Uno de los salones del hotel donde se puede disfrutar de silencio y tranquilidad mientras se lee un libro. Melissa Cross

En función de sus características – es un alojamiento residencial y no todas las habitaciones cuentan con baño en suite – el precio de las habitaciones va desde los 75 a los 115 euros. La tarifa incluye un desayuno continental servido en «Food for Thought» – «Comida para el Pensamiento» – el acogedor bistró del complejo. Abierto al público general en las comidas y para el té de la tarde – servido de 15 a 16 h. – a la hora de la cena, su oferta de cocina casera hecha con productos locales sólo está disponible para los huéspedes.

El hotel está rodeado de espacios naturales por los que se puede dar un paseo. Melissa Cross

Reconocido en 2017 con el Certificado de Excelencia de TripAdvisor por quinto año consecutivo, además de un oasis de amabilidad y tranquilidad, el hotel con más libros del mundo es el lugar perfecto para disfrutar de la campiña galesa.

Paseos por los parajes naturales de los alrededores del Castillo de Hawarden – gratuito para los huéspedes, pidiendo permiso -; visitas al pueblo siguiendo la huella de la familia Gladstone; o asistir a un oficio religioso en la capilla de la propia biblioteca, son otros planes disponibles para los huéspedes durante su estancia que, igual que los libros, también alimentarán su alma.

Fuente autor Expansion-Fuera de Serie:

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Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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