Nutrición 21 alimentos que no son tan sanos como parecen

Ir a un restaurante de comida rápida y descartar la hamburguesa para comernos una ensalada fast food no es una opción mucho más saludable, aunque nos lo parezca. Estas ensaladas suelen contener ingredientes como pollo rebozado, bacon crujiente, gran cantidad de sal (pueden aportar menos de la mitad de la cantidad de sal diaria recomendada por la OMS) y, sobre todo, salsas bastante calóricas, como es el caso de la salsa César. ¿Quieres saber cuáles son las salsas más ligeras para tus ensaladas? Te lo contamos en nuestro artículo “5 salsas ligeras para ensaladas”.

Es frecuente recurrir a barritas energéticas a media mañana y, como tentempié ocasional, no son mala opción. Sin embargo, no debemos pensar que es una opción de lo más saludable, ya que contienen grasas saturadas, una elevada cantidad de azúcar, colorantes y otros aditivos.

Si hablamos de zumos de frutas envasados debemos tener en cuenta que muchos de ellos contienen edulcorantes, colorantes y aditivos, aunque la mayoría de marcas apuestan porque sean cada vez más sanos. Un zumo que sea 100 % natural tiene un índice glucémico mayor que el de la pieza de fruta. No obstante, sería recomendable que una persona que consume poca fruta recurra a los zumos para suplir esa carencia. Si quieres saber más sobre esto, no te pierdas nuestro artículo: “¿Es lo mismo comerse una fruta que beberse un zumo?«.

El problema que hay en este caso es que el azúcar moreno que venden en la mayoría de sitios no es más que azúcar blanco refinado que ha sido oscurecido con melaza, por tanto, sus propiedades son las mismas que el azúcar blanco. El aporte de vitaminas y minerales del azúcar es muy escaso. ¿Quieres saber en qué se diferencian? No te pierdas nuestro artículo «¿Es mejor el azúcar blanco o el moreno?«.

Seguro que, alguna vez, cuando has sentido hambre a media mañana, has optado por comerte una tortita de arroz y has pensado que estabas haciendo algo de lo más sano. Sin embargo, estas tortitas suelen contar con saborizantes, sal y aceites cuyo valor nutricional es muy escaso. Además, estas tortitas sacian poco el apetito por lo que rara vez comemos una sola…

Son rápidas, fáciles de preparar y tienen un sabor bastante logrado. El principal problema de las sopas de sobre es que tienen mucha sal, por lo que no es conveniente tomarlas de manera muy habitual. 

Te haces tu ensaladita ligera y la aderezas con crema de vinagre balsámico de Módena. No cabe duda de que estará muy buena, pero lo cierto es que esta crema contiene más calorías que el vinagre balsámico de Módena y muchas más que el vinagre de vino blanco.

Tendemos a pensar que la salsa de soja es un aderezo saludable y, aunque tiene beneficios, el problema de la salsa de soja es su elevado contenido en sodio, razón por la que no conviene abusar de ella.

Son poco calóricos y están muy buenos, pero el problema de los pepinillos en vinagre es su elevado contenido en sal. Cuidado si tienes problemas de hipertensión…

Un desayuno que incluya cereales nos suele parecer sano, es cierto, pero no todos los cereales son iguales. Hay que prestar especial atención al azúcar que contienen y a las calorías, porque algunos que aparentemente son sanos y ligeros tienen bastantes azúcares añadidos e, inluso, grasas trans. Además, debemos tener en cuenta que no solemos tomar solo un puñadito de cereales… Lo mejor es mirar bien la etiqueta nutricional y no dejarnos llevar por la apariencia del producto.

Los chips de verduras han tenido mucho éxito como alternativa para un picoteo saludable, pero lo cierto es que no debemos perder de vista que, en primer lugar, están fritos, en segundo lugar tienen colorantes y conservantes y, además, para su elaboración las verduras se someten a un proceso de deshidratación en el que pierden buena parte de sus vitaminas y minerales originales.

Seguro que en tu nevera está presente muchas veces el jamón york o el pavo en lonchas en paquetes envasados y lo consideras una opción saludable. No debemos perder de vista que se trata de alimentos procesados que suelen contener espesantes como harinas, féculas de patata, una cantidad elevada de sal, azúcar… Es importante prestar atención al etiquetado.

Hemos tendido a asociar la etiqueta de saludable al yogur griego porque es una receta tradicional y es un yogur, lo que suena bien. Sin embargo, el yogur griego tiene generalmente más grasas que los yogures normales. También es más rico en proteínas y calorías. Es bueno saber esto para no abusar de su consumo.

Solemos recurrir a ellos para incorporarlos a nuestras ensaladas y, lo cierto, es que es una opción poco calórica. Sin embargo, no son tan sanos como parecen, ya que están hechos de diferentes partes de pescados de carne blanca con las que se hace una masa gelatinosa a la que se incorporan edulcorantes, clara de huevo, sal, almidón y otros aditivos.

Hay mucha gente que rechaza comerse un bocadillo para apostar por un sándwich, pensando que están haciendo lo más saludable. Sin embargo, el pan de moldeaporta más calorías, más colesterol y más grasas que el pan de barra, ya que en su elaboración se le añade azúcar, mantequilla y grasas saturadas. ¿Y si lo cogemos integral? Es lo mismo, pero con más fibra que el pan de molde normal.

El aceite de canola es un aceite de origen vegetal que fue muy popular durante algunos años y al que se le atribuían toda clase de propiedades beneficiosas. Sin embargo, las semillas con las que se produce son transgénicas, ya que se obtienen modificando genéticamente las plantas de colza. Se trata de un aceite muy refinado y en el que encontramos ácido erúcico, que puede resultar perjudicial.

El pan integral es sano, el problema viene cuando confundimos integral con light y pensamos que por comer pan integral no vamos a engordar. Los alimentos integrales se diferencian de las versiones “normales” en que tienen más cantidad de fibra, esencialmente, pero el número de calorías es prácticamente el mismo.

Los cacahuetes son saludables, pero si los comemos fritos y con sal, no lo son tanto, ya que se le añaden grasas, sal y calorías. Apuesta mejor por los naturales.

El yogur helado siempre se nos ha vendido como un producto mucho más sano que un helado normal. El problema de este alimento es que no es yogur ni tampoco es helado. Se elabora con distintos productos lácteos, suele llevar mucho azúcar y además se “decora” con toppings que generalmente añaden grasas y calorías al yogur helado.

El coco es un alimento saludable, ya que es rico en fibra y en potasio, pero también hay que tener en cuenta que es una de las frutas que más engordan, por lo que abusar de él alabando sus virtudes puede hacernos caer en una práctica poco sana, ya que sus calorías hablan por sí solas: unas 354 kcal en 100 gramos.

Siempre se habla de los beneficios de tomar pasas para la memoria. Es cierto que las pasas son ricas en antioxidantes, lo que ayuda a nuestras neuronas a mantenerse «en forma», además de ser un fruto seco rico en fibra. Sin embargo, el problema de las uvas pasas es que contienen mucho azúcar, lo que hace que puedan producir picos de glucosa en sangre, además de aportar también bastantes calorías.