Aunque se sirve junto al sushi, el sashimi no está considerado como tal al no llevar arroz. Se trata de pescado crudo servido en rodajas y acompañado con salsa ponzu o de soja. ¿Las opciones más saludables? Atún, salmón o cangrejo.

El edamame es un brote joven de soja, cosechado antes de que éste madure que se sirve después de haber sido hervido en agua con sal. Es un alimento sin colesterol ni gluten, muy bajo en calorías y una excelente fuente de proteínas, hierro y calcio. Si tienes que elegir un entrante en un restaurante japonés, que sea este.

Si te gustan los fideos, te recomendamos que pidas soba en lugar de ramen o udon, que aunque son más famosos, son más calóricos al estar elaborados con harina. Los fideos soba son más finos y oscuros y están elaborados con trigo sarraceno, un ingrediente mucho más natural.  Suelen servirse de base para multitud de platos.

El Onigiri es un plato japonés que consiste en una bola de arroz rellena o mezclada con otros ingredientes. Suele tener forma triangular u oval, y a veces está envuelta en una pequeña tira de alga nori. Es un plato muy saciante.

El tsukemono es el principal entrante que sirven en la mayoría de restaurantes japoneses. Son verduras encurtidas, de sabor anvinagrado y sabroso, nutritivo y bajo en calorías. Se encurten todo tipo de vegetales (zanahorias, daikon, pepino, col, jengibre…)

La sopa de miso es uno de los platos icono de la gastronomía japonesa. La sopa de miso se compone de dos ingredientes esenciales: dashi, que es la base de la sopa y miso, una pasta aromatizada de soja, que es disuelto en la sopa. El miso mejora el tránsito intestinal y elimina toxinas, entre otras cosas.

Las ensaladas de algas son comunes en Japón. Estos alimentos son ricos en fibra, calcio, hierro y múltiples vitaminas, y están libres de grasa. Además, depuran el cuerpo en profundidad, eliminan toxinas de forma fácil y previenen el envejecimiento prematuro, al ser grandes antioxidantes.

Gran parte de las calorías de la comida japonesa residen en sus salsas: de soja, agridulce, de ostras, wasabi, aceite de sésamo… que son ricas en sal y sodio. Mejor no abuses de ellas.

El sake es la bebida alcohólica más famosa de Japón, preparada de una infusión hecha a partir del arroz fermentado. Los nipones le atribuyen propiedades digestivsa al contener fibra, minerales y vitaminas, pero siempre se debe consumir con moderación debido a su graduación alcohólica.