«Balances de fin de año» por Axel Persello
por Axel Persello, Director de IAFI Y Experto en Coaching Ontologico
Se acerca fin de año y es un buen momento para hacer balance, tanto de lo vivido en el 2017, así como de las propuestas que nos traerá este 2018.
BALANCE DEL 2017
No importa de qué generación seas, el mundo nos vuelve cada vez más perfeccionistas y autoexigentes. No está mal ni bien, solo es el resultado de ajustarnos a los cambios veloces que impone la sociedad.
Cuando hacemos el balance, debemos contemplar tres puntos esenciales, que vienen de la mano de esta tendencia a las altas expectativas.
1-Fracasos
Aquello que llamas fracaso, no es un fracaso como tal, es tu incapacidad de lidiar con la frustración. Lo que para una persona es un fracaso para otra puede ser una gran oportunidad de aprendizaje.
¿Dónde radica la diferencia? Básicamente en la forma de utilizar el lenguaje. Una herramienta esencial de PNL denominada reencuadre nos permite dirigir la atención del vaso medio vacío al vaso medio lleno. Pero el mundo emocional hace su trabajo también, y por más que nos propongamos ser optimistas, sino nos amigamos con la frustración, seguirá habiendo un sabor a derrota.
Por ejemplo, si te habías propuesta cambiar de trabajo, y no lo hiciste, es hora de observar este comportamiento para aprender algo sobre ti. Si ni siquiera lo intentaste, reflexiona… ¿será que te cuesta el cambio? Si lo intestaste y no salió, reencuadra: “estuve ensayando entrevistas y conociendo el mercado laboral”. Siguiendo con ejemplos, podría demostrarte que siempre puedes encontrar algo positivo en todas estas experiencias.
Practicar la búsqueda del lado positivo de cada experiencia, mejora la calidad de vida. Ayuda a gestionar la frustración y aumenta la resiliencia.
2-Autocrítica
Debes habitar los grises. Si eres muy bueno para criticarte, mejor que aprendas el opuesto: halagarte. Si no tienes mucho sentido de autocrítica, sería bueno que empieces a mirar hacia atrás para ver qué cosas cambiar.
Ahora, ¿qué significa autocrítica? Es una palabra que a veces puede tener un sentido negativo y otro positivo. A mi entender, la forma (y no las palabras) es lo que da sentido a las críticas. Presta atención a tu voz interior al momento de hablarte: ¿tono más grave que lo normal? ¿Volumen más alto de lo normal?
Pues generalmente las personas se “gritan” internamente. La forma en que te hablas mejorará mucho tu calidad de vida. Piensa, si fuera otra persona la que te critica: ¿cómo te gustaría que lo haga?
3-Premiarse
Dentro del balance debes incluir los objetivos que alcanzaste y las cosas buenas que sucedieron, aunque fueran inesperadas.
Debes darte una recompensa por los logros. Seguimos sin entender que debemos tratarnos a nosotros mismos como tratamos a los demás. Si tienes un empleado trabajando para ti, debes felicitarle por sus éxitos si quieres que siga motivado. Esto ya está demostrado. Pero nadie se ha tomado el trabajo de demostrar que debes ejercer el mismo accionar contigo mismo.
Los premios no deben ser del tipo “ah que bueno”. Luego de hacer todo el balance, observa los logros, y concreta con un premio que se pueda materializar en acción. Por ejemplo, un día de Spa puede representar un regalo propio por todo lo hecho en el 2017. Suele parecer una gran idea, pero cuando las personas ya empiezan a pensar en todo lo que queda por hacer en el 2018, olvidan su premio. Hazte un favor, y transforma tu idea en realidad.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial