Aldeas Infantiles SOS y Milo Lockett celebraron el Día del Niño
- Se realizó el lunes 21 de agosto en el Distrito Arcos Premium Outlet.
- Con una exitosa convocatoria, se buscó concientizar sobre el derecho que tienen todos los niños y niñas al juego y la importancia del tiempo para jugar.
Buenos Aires, 25 de agosto de 2017.- Aldeas Infantiles SOS Argentina, organización referente en atención directa y personalizada a la niñez, realizó el lunes 21 de agosto una actividad especial para toda la familia en el marco del Día del Niño. El objetivo fue crear conciencia en la comunidad acerca del rol central del derecho al juego y de la importancia del tiempo para jugar que los adultos habilitan para los niños y niñas.
La tarde de juegos, acompañada por un día a pleno sol, se realizó en el Distrito Arcos Premium Outlet, bajo el lema “El mejor regalo es tiempo para jugar”. El artista plástico Milo Lockett participó a través de sus obras, plasmadas en las mesitas y sillas que se dispusieron en el lugar. Allí, los adultos junto a sus hijos se sumaron a las actividades con mucha alegría, regalándoles tiempo para jugar.
También, se obsequiaron a todos los participantes juegos de tatetí para que pudieran llevarlos a sus casas y así continúen regalando tiempo de calidad a sus hijos.
“Agradecemos a todas las familias que nos acompañaron en la celebración del Día del Niño, quienes pudieron participar de las actividades y estuvieron dispuestos a comprender que lo que más se disfruta junto a los niños y niñas es el tiempo de jugar. El respeto del derecho al juego es imprescindible para su desarrollo integral, al igual que la dedicación en acompañar al niño en la experiencia de jugar”, aseguró la Lic. Alejandra Perinetti, Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina.
Esta actividad contó con el apoyo de Fundación IRSA y de Distrito Arcos Premium Outlet.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial