Tren con destino al desfile crucero de Dior

Ana Poyo — @anapoyotorrado— Este crucero sigue sin capitán desde que Raf Simons abandonara Christian Dior hace ya algunos meses y el equipo creativo tomara el timón de un barco que elevó anclas y se hecho al mar allá por 1947. Desde que están al frente no han necesitado de cara y cuerpo presentes, se han valido del anonimato y de su tremendo conocimiento de la maison para realizar un trabajo tan bien hilvanado como el trayecto que han recorrido los invitados hasta el Palacio de Blenheim, la ubicación escogida para esta cita. La espectacularidad de Dior Express ha demostrado que todos los engranajes de la maquinaria funcionan juntos, y lo hacen a la perfección. Al grito de «¡Última llamada! Pasajeros a bordo«, el viaje se ha desarrollado con puntualidad y pulcritud británica. De un tren customizado a una hilera de taxis antiguos para llegar, por fin, al escenario estático donde la travesía no hacía sino empezar entre estampados florales, tejidos preciosistas, layering y mujeres teatrales.

Estas han sido las claves de un desfile transoceánico.

El tren con destino a #DiorCruise

Si a Chiara Ferragni o a cualquiera de los invitados les hubieran preguntado a viva voz «¿está todo a su gusto?», seguramente habrían exclamado un devoto sí. Pero no ha sido necesario, ha bastado con la infinidad de imágenes que han tomado las redes sociales para entender la sacudida de entusiasmo que ha generado el Dior Express, un tren dispuesto para transportar física y mentalmente a sus pasajeros al universo de la emblemática firma con su personal uniformado, sus asientos y hasta su menú a la carta.

La caravana de taxis très Dior

Un detalle que inevitablemente nos ha recordado a la hilera de Chevys que Karl Lagerfeld dispuso para su desfile en La Habana. Pero cada entorno tiene sus reglas, y Dior ha jugado con las de la capital británica. Los Chevys son un símbolo de Cuba, de igual forma que estos taxis lo son para Londres. Fabricados desde la Segunda Guerra Mundial y conocidos por ‘black cabs’, se han convertido en el packaging perfecto para envolver esta colección.

La ubicación: el Palacio de Blenheim

Sin Raf Simons, pero con el espíritu de Christian Dior más presente que nunca en una localización donde el maestro presentó, allá por 1954, su emblemáticacolección otoño-invierno a favor de la Cruz Roja e invitado por la misma duquesa de Matlborough a esta propiedad histórica. Sesenta años después, lamaison vuelve a tomar los salones para fundirse con ellos a través de una propuesta muy british y señorial.

EL front row con (figuras) mayúsculas

La mujer Dior es fácil de identificar, porque le rodea un halo de magnetismo demasiado cool para ser cierto. Bajo esta definición, agrupa y vencerás. Alexa Chung, Emma Roberts, Chiara Ferragni, Eva Herzigová, Kate Mara, Kiernan Shipka… Edades tan dispares que es imposible no ver el alcance de esta etiqueta, que no hace más que envejecer como el buen vino.

Bella Hadid, protagonista indiscutible

Hoy han sido muchas las modelos que han desfilado en el Palacio de Blenheim, pero solo una ha acaparado todas las miradas. Después de ser escogida como embajadora e imagen de su línea de maquillaje, Bella Hadid se convertía en la debutante más esperada ante la atenta mirada del público y de su pareja Abel Makkonen Tesfaye, más conocido por su nombre artístico: The Weeknd.